Nació en la majestuosa ciudad de Burgos en 1978. Cursó Delineación y un módulo deportivo. Después de unos años buscando por España, encontró su hogar en Arriate, un precioso pueblo de la Serranía de Ronda en Málaga, donde formó familia.
Apasionado de las letras, se animó a hacer su primera publicación con un libro muy especial Bye bye, Ayoi. Aventura de una adopción. Reto grande donde los haya, ya que se trata de una autobiografía familiar. Principio sin duda, de su reto como escritor.
La Tortuga mofletuda, es una saga de cuentos infantiles que tiene a bien seguir publicando, debido a la crítica tan positiva que recibe.
Poeta e inventor de historias, siempre con objetivos claros hacia el lector; dejar una sonrisa, en ocasiones una lágrima, pero sobre todo un pensamiento y una reflexión.
El autor entra en un terreno inexplorado para la sociedad e intenta sensibilizarla sobre los procesos de adopción. Iluminar a las personas que piensan adoptar, animar a los que en su día comenzaron y están sumidos en la espera y ayudar a la toma de decisión de quienes se lo están planteando. También quiere proteger a todos los menores adoptados, máxime a su hijo Ajoy (Ayoi), de lo poco preparada que está la sociedad. Solo hay una realidad de los niños adoptados y es que nos necesitan, exigen de todos nosotros que estemos a la altura, seamos sus padres o sus conocidos.
Por qué adoptar, primeros procesos y un diario de un viaje lleno de acontecimientos en un ambiente único, lleno de emociones, hacen que el lector, se enrede en la aventura de ser padres exponiendo su vida sin tapujos ni divagaciones.
Maniego, ambidextro o ambidiestro. Los que usan con la misma habilidad la mano o pie, izquierdo que derecho.
No es fácil homenajear a aquellos hombres y mujeres que nacieron en los años veinte. Nuestros padres, abuelos o bisabuelos. Aquellas personas conocieron de primera mano una guerra civil, vivieron una era Franquista que terminó en décadas de terrorismo etarra y encima padecieron en su vejez, una democracia corrompida por el deseo de poseer. Formaron familias y lucharon por educarlas. Se dieron cuenta de primera mano que todo cambia con el paso de los años, educación, conocimiento, respeto, tecnología, la humanidad, el entorno… pero no siempre en el sentido que nos gustaría. Siempre habrá seres humanos, honrados o malvados, tanto de izquierda como de derecha y siempre habrá “maniegos”.
Un día hay para nacer y otro tenemos reservado para morir. Lo que se haga entre estos dos días, repercutirá en las personas que nos vayamos encontrando por este periplo de la vida, más aún, en nuestros hijos y en los hijos de nuestros hijos y así sucesivamente.
Con gran sutilidad, el autor mueve los hilos de una generación enterrada o casi a enterrar. Intercala algunas poesías de su cosecha adolescente y con nostalgia y delicadeza, cuenta una historia que pudiera ser perfectamente real, queriendo ilustrar a algunos miembros, que en verdad existieron, ¿o siguen entre nosotros? De nosotros, depende no olvidar.