Me armé de armonía

 

Y un día,

de esos días grises de noviembre,

decidí que la sola

arma posible

era la armonía.

Me armé de coraje y valentía.

Dejé las lágrimas y las quejas

en un cajón,

entendí que, para ser feliz,

el viaje tenía que ser hacia el interior.

Volví a la pluma,

escuché mis entrañas.

Dejé las manos escribir,

me inspiré, y moví montañas…

 

Y un día,

de esos días de guerras, de chillidos, de llantos,

de rojo cobalto y de negro alquitrán,

entendí que el rugido más fuerte

tenía que ser un grito de paz.

Sonreí a la vida,

luché por ella

y las de mis hermanos y hermanas del mundo.

Me armé de coraje y valentía.

Pensé que la pluma podría ser una vía.

Dejé mis manos escribir

y mis versos inspirar.

Recorrí el camino de la belleza

y de la pureza.

 

Me dije:

“Las palabras retumbarán más fuertes que los bombardeos.

La música y las artes plasmarán las calles y los ladrillos arruinados.

Recogeremos las piezas rotas

y, como niños,

haremos la paz”.

 

Y un día de noviembre,

entendí que

el amor es más fuerte que el odio,

me volví cactus en el desierto,

hice resistencia,

y con mis letras y mi firme presencia

me hice barrera

contra todo tipo de violencia.

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No soy un colibrí

Ay, si fuera un colibrí…

Más bien pato soy.

Niebla en noviembre,

temblante conejo.

Me miro adentro.

Soy fuente preciosa,

lo noto, lo siento…

Pero tantas veces, tantas,

me han hecho sentir pantano,

diseño incorrecto,

estribillo ruidoso,

que ya no brilla en mí

la luz de mi manantial.

Si tantos abusan de mi paciencia,

me gritan y me pisan,

será que soy trapo fácil de arrugar.

Y miro mis arrugas

y el amor que soy capaz de dar.

Pero la vida se apaga,

en estos sentimientos amargos

y no me reconozco en esta niebla otoñal.

Pero yo soy mayo rosal.

Quiero oler las rosas,

el tilo y el primaveral perfumen…

¿Cómo vuelvo a mi andar?

No soy un colibrí del libro ¡QUE SEA LUZ! de LUANA BRUNO Share on X

Gotas de sur

Las piernas avanzan solas,

pies y manos cabalgan al unísono…

Gotas de sol,

gotas de sur,

la frente, olas de mar…

Tiembla la tierra,

con sus pasos

rápidos y suaves.

El trigo observa,

la hurraca canta.

El volcán duerme,

el pueblo aguanta…

Ella va…

Los pies corren

atrapando su sombra…

Gotas de sur, gotas de sal,

gotas de sol, sol de su hogar,

en su frente, olas de mar…

Gotas de sur del libro ¡QUE SEA LUZ! de LUANA BRUNO Share on X

Migas de amor

Mendigo de amor,

sigue las huellas de otros pasos…

Sigue y no le siguen,

pasa, pasando inobservado.

Nadie le dirige su mirada.

Solo, en un patio de bulos,

perdido en un río que no fluye…

Migas de amor del libro ¡QUE SEA LUZ! de LUANA BRUNO Share on X

“La pobreza”

 

Decía que era pobre,

no tenía un yate ni tampoco un Lamborghini.

El mar se estampaba contra sus ojos de hielo,

saboreaba unas gambas rojas,

y su mujer le acariciaba el pelo.

Me quedé pensando en qué sería por él la pobreza…

Lo tenía todo y no veía la belleza…

La pobreza del libro ¡QUE SEA LUZ! de LUANA BRUNO Share on X