1.

Solo en tus ojos deslumbrados llego a saber que soy luz, no obstante

tus preguntas sin vuelta atrás, en las que se desinfla sin voz mi maestría;

naces pájaros en la piel del invierno, declaran un incendio de cielo ártico,

estrellas en alud tu océano negro sobre el hombro, tú que eres frondosa.

2.

Me bastan cuatro versos como al bueno de Khayyam,

declarar la emergencia climática en un millón de cabezas

sin dirigir con demasiado tino un ministerio, escaso balance,

y sin escrutar estrellas más allá de buenos libros científicos.

11.

Madrid dice que reverdece, falsario, cónica centralidad represora

y de ultraderechas, aquella memoria de la que me desprendo a diario,

debo reconocerme sin paliativos. Abordé sus callejuelas palatinas

y vi gente durmiendo sobre un futbolín en conciertos en Malasaña.

12.

Hamsa acude raudo de espada legendaria en espada legendaria

sin perder la compostura. Ha prometido, a tiempo, nunca defenderlas

hasta la muerte de otro en caso de que le fueran sustraídas, tal y como

me noticia que ya ha ocurrido según se narra en los circuitos gamer.

39.

Salto porque eso me acerca a las estrellas. Pero

la cosa no es tan exacta: también me aleja de otras.

No hay sonido en otros planetas, y eso me aterra.

Es un silencio que solo el cerebro puede desbaratar.

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