Jaque Mate
Buscaban mi sonrisa
quienes quebraron mi brújula.
Nunca me sentí dama,
prefería el ajedrez.
Desamparo como una daga clavada,
puñal que manchado de sueños
que algún día
ocuparon mi alma.
Poesía entre tanta guerra,
corazón puro entre tanta maldad.
Sinfonías,
letanías llenas de versos
aún por descifrar.
Oculta tras un disfraz
alabando a todo aquel que tuvo ocasión de derrotarme
y no lo logró.
Valoré la vida como oro
cuando todos hablaban de plata.
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Libertad de expresión
Nacéis y os hacéis llamar diestros.
Nacéis libres y os preferís esclavos.
Mano en el pecho para después al cielo llevarla.
¿Quién fue el mentecato que os ilusionó
con que tendríais en ella un águila?
¿De verdad pensáis que el mundo
acabará en vuestras manos?
Mucho ladrido para tan pocos mordiscos.
La sangre que portas es roja,
¿es más importante la bandera que ella?
Eres solo un cebo,
general,
pero no generalísimo.
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Lienzo
Escribías con lápices de cera
porque se veía más bonito,
no caíste en que sus trazos
dejan huecos blancos.
Mi pluma firme creaba líneas efímeras,
capaz de tallar mi nombre en la oscura madera.
Dejé de hacerlo en corazones,
he vuelto a rayar a los parques sus bancos.
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Reloj de arena
De ser musa la cara le pesa.
Cuánto cariño guardado en una despensa.
Alma que se despereza,
el Cristiano reza
Cada mañana
comida en la mesa.
Pañuelo blanco,
pies descalzos.
Chaval con nueva novia
agarraíta del brazo.
El vecindario cantando,
mañana lloviendo.
No tardes en hacer recados
que el tiempo pasa volando.
Ancianos besando
arrugados labios se encuentran,
no pudieron apagar esa llama
ni cuando llegó la guerra.
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Miradas
Eres de los que sube los hombros cuando no quiere
dar respuesta.
No aceptas las gracias,
pero las tienes todo el día en la boca.
Y no regalas cariño a cualquiera, menos mal.
Nadie merece romperse por alguien que no lo valora,
y menos por el que lo hace y lo desprecia.
Las despedidas dejaron de ser dolorosas,
conocen el “nos vemos pronto”.
Y nosotros siempre lo cumplimos.
Cuídate,
cuídate mucho.
Y ahora que solo sabemos estudiar los ojos
sigue achinándolos,
que con eso le das la vuelta al mundo.
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