Título: (CON)TEXTO

Autor: RUTH VICENTE GONZÁLEZ

 

Año de Publicación: 2025

 

Editorial: Poesía eres tú

http://www.poesiaerestu.com

 

ISBN-13: 978-84-18893-95-7

 

PVP: 12 Euros (IVA Incluido).

 

Págs. 82

 

 

 

 

RESEÑA:

 

Contexto es un viaje poético a través de las emociones, los recuerdos y las transformaciones que nos definen. En estas páginas, Ruth Vicente González desnuda su alma con versos que exploran la rutina, el amor propio, la nostalgia y la resiliencia.

Con un lenguaje íntimo y poderoso, la autora nos sumerge en un universo donde lo cotidiano se vuelve extraordinario, donde la ciudad y el silencio dialogan, y donde cada poema es un espejo que refleja la búsqueda de sentido.

 

Este libro no es solo una colección de poemas, es un refugio para quienes han sentido el vértigo de la vida, para quienes han amado, perdido y vuelto a encontrarse. Contexto es un recordatorio de que cada historia, cada instante y cada palabra forman parte de algo más grande: nuestra propia transformación.

 

PRIMERAS PÁGINAS

“Contexto” de Ruth Vicente González

Sinopsis y valoración general

“Contexto” es una colección poética intensamente personal donde Ruth Vicente González explora la experiencia humana contemporánea a través de seis secciones temáticas: “Con Rutina”, “Con Amor”, “Con Dolor”, “Con Terapia”, “Con Valor” y “Con Conexión”. El poemario funciona como un viaje emocional que comienza en la alienación de la vida cotidiana y avanza hacia la conexión espiritual y humana.

La obra destaca por su honestidad descarnada y su estilo conversacional. Vicente aborda temas universales como la rutina asfixiante, el amor en todas sus dimensiones, el duelo, la transformación personal, el empoderamiento femenino y las conexiones humanas auténticas, todo desde una perspectiva íntima y sin filtros.

Análisis métrico y estilístico

Desde el punto de vista formal, Vicente se aleja de la métrica tradicional española para abrazar completamente el verso libre contemporáneo. Sus composiciones varían enormemente en longitud, desde poemas breves y concentrados hasta extensas reflexiones que se acercan a la prosa poética. Esta diversidad formal refleja la naturaleza fluctuante de las experiencias emocionales que describe.

Características destacables de su estilo:

  • Ausencia casi total de puntuación convencional en muchos poemas
  • Ritmo conversacional y fluido que imita el habla cotidiana
  • Mezcla de registros lingüísticos, desde lo coloquial hasta lo lírico
  • Técnica de flujo de conciencia que reproduce el pensamiento en tiempo real
  • Lenguaje directo y a menudo crudo, evitando eufemismos

Diálogo con la tradición poética española

Vicente se posiciona en una línea que podríamos trazar desde la poesía de la experiencia de los años 80, pero con un lenguaje mucho más directo y contemporáneo. Aunque alejada formalmente de la generación del 27, comparte con ellos la búsqueda de una expresión auténtica de las emociones humanas.

Su obra dialoga especialmente con la tradición de la poesía femenina española de las últimas décadas, desde Gloria Fuertes hasta poetas más recientes como Elvira Sastre o Irene X, en su manera de abordar temas como el cuerpo, la identidad femenina y las relaciones personales.

Posicionamiento en el panorama actual

“Contexto” se inserta perfectamente en las tendencias actuales de la poesía española contemporánea, caracterizada por:

  1. La exploración subjetiva de la experiencia personal
  2. El uso de un lenguaje accesible y a menudo coloquial
  3. La preocupación por temas sociales y políticos (especialmente feminismo)
  4. La ruptura con formas poéticas tradicionales
  5. La inmediatez y la conexión con experiencias cotidianas

Vicente se distingue por la intensidad emocional de sus textos y su capacidad para transformar experiencias personales en reflexiones universales. Su obra responde a la búsqueda contemporánea de autenticidad en un mundo saturado de imágenes prefabricadas y relaciones superficiales.

En comparación con otros poetas contemporáneos, Vicente ofrece una voz particularmente visceral y directa, que no teme abordar temas incómodos o tabú, posicionándose como una voz relevante en la poesía que explora la condición humana moderna desde una perspectiva íntima y personal.

Técnicas literarias en “Contexto”

Ruth Vicente emplea un arsenal diverso de técnicas literarias para transmitir la intensidad emocional que caracteriza su poemario. Su estilo se distingue por su inmediatez y su capacidad para recrear el flujo de pensamiento tal como ocurre en tiempo real.

Flujo de conciencia

La técnica más distintiva de Vicente es su uso del flujo de conciencia, que permite al lector sumergirse directamente en el pensamiento de la voz poética. Podemos observarlo particularmente en poemas como “Otro día”, donde las ideas se suceden sin transiciones convencionales:

“Como cada día suena el despertador y no me levantaría, no sé por qué pienso que alguien como yo no tendría que hacer nada, me podrían pagar por mi simple existencia…”

Este enfoque crea una sensación de intimidad inmediata, como si estuviéramos escuchando pensamientos en tiempo real.

Lenguaje cotidiano y oralidad

Vicente utiliza deliberadamente un lenguaje coloquial lleno de expresiones conversacionales, jerga y palabras malsonantes. Esta decisión estilística rompe con la idea tradicional de la poesía como lenguaje elevado y acerca el texto a la experiencia cotidiana:

“Estoy hasta el moño de que me acompañen en el camino y de acompañar, me apetece descansar de esta locura…”

La oralidad se manifiesta también en estructuras sintácticas propias del habla espontánea, creando un efecto de autenticidad y cercanía.

Repetición y anáfora

La repetición funciona como un método de intensificación emocional. En poemas como “No estoy preparada”, la frase titular se convierte en un mantra obsesivo que transmite la desesperación del duelo:

“No estoy preparada para perderte, aún no, no me lo he imaginado, no lo espero, ni lo pienso…”

Esta técnica crea ritmos internos que compensan la ausencia de métrica tradicional y amplifican la carga emocional.

Contrastes y yuxtaposición

Vicente utiliza contrastes abruptos entre lo sublime y lo vulgar, lo físico y lo espiritual, lo íntimo y lo social. Esta técnica resulta particularmente efectiva en poemas como “HOT”, donde la intensidad erótica se presenta sin filtros, o en “La Diosa enfadada”, donde lo mítico se entrelaza con lo cotidiano:

“Ya no me hundo si me gritas, es por este cuerpo por el que vienes al mundo y me necesitas, soy la favorita del Universo…”

Imágenes sensoriales

La poeta recurre frecuentemente a imágenes vívidas que apelan a los sentidos. En “No puede parar”, por ejemplo:

“Las gotas caen en la tierra como espadas, agujerean la superficie plana, es su alma, golpeando el cuerpo, la emoción lo traspasa…”

Estas imágenes actúan como anclajes emocionales que concretan sentimientos abstractos en experiencias sensoriales reconocibles.

Ruptura sintáctica y espacial

Vicente no duda en quebrar las reglas convencionales de sintaxis y puntuación cuando busca expresar estados emocionales caóticos o intensos. La ausencia de signos de puntuación en muchos poemas crea un efecto de aceleración y urgencia que refleja la naturaleza desbordante de las emociones descritas.

Estas técnicas, utilizadas con consistencia a lo largo del poemario, permiten a la autora crear una voz poética auténtica y reconocible que logra transmitir la complejidad de la experiencia emocional contemporánea con una inmediatez que resulta impactante para el lector.

Comparativa con otros poetas contemporáneos

La poesía de Ruth Vicente en “Contexto” presenta similitudes y diferencias significativas con respecto a otros autores contemporáneos del panorama poético español e hispanoamericano.

Poesía de la experiencia inmediata

Vicente se alinea con poetas como Elvira Sastre, Marwan o Defreds en su preferencia por un lenguaje accesible y directo que conecta inmediatamente con el lector. Sin embargo, mientras muchos de estos autores tienden hacia cierto sentimentalismo controlado, Vicente se entrega a una crudeza emocional menos filtrada:

“Todo lo que soy se lo debo a la incomodidad. Por eso hoy agradezco cada rechazo, cada humillación, cada pataleta, cada lloradera, cada trauma que alguna situación dejó en mí.”

Esta voluntad de mostrar las emociones sin embellecimiento la acerca más a la tradición de poetas como Gloria Fuertes o Ángel González, aunque con un lenguaje actualizado al siglo XXI.

Feminismo y corporalidad

Sus poemas que abordan temas feministas, como “La Diosa enfadada” o “No falló”, dialogan con la obra de autoras contemporáneas como Luna Miguel, Sara Torres o Miriam Reyes, compartiendo la exploración del cuerpo y la sexualidad femenina desde una perspectiva liberada de tabúes:

“Ya no me hundo si me gritas, es por este cuerpo por el que vienes al mundo y me necesitas, soy la favorita del Universo desde donde llega este texto, pa hablarme siéntate en la silla, mírame de abajo hacia arriba.”

Sin embargo, Vicente parece menos interesada en la experimentación formal que algunas de estas autoras, priorizando la comunicación directa sobre la innovación estilística.

Poética del fragmento versus narratividad

Mientras poetas contemporáneos como Ben Clark, Elena Medel o Unai Velasco trabajan con una poética más fragmentaria e intelectualizada, Vicente apuesta por una narratividad mucho más explícita y lineal. Sus poemas cuentan historias reconocibles, con un principio y un final, en lugar de ofrecer destellos o impresiones fragmentarias.

Lenguaje digital y contemporaneidad

Al igual que autores como Manuel Vilas o Cristina Morales, Vicente incorpora elementos del lenguaje digital y la cultura contemporánea a sus poemas. Referencias a Instagram, DMs, móviles o algoritmos aparecen naturalmente en su obra:

“Y ya llegando a la oficina, liándome el piti, reviso mis redes y veo el DM, me río con los memes, cuantos más te envían más te quieren, y así, creces, en seguidores, y crees, que el amor es una conversión en likes…”

Esta integración se realiza sin artificiosidad, como parte natural del paisaje cotidiano que habitan sus poemas.

Intimidad versus política

A diferencia de poetas más abiertamente políticos como Jorge Riechmann o María Salgado, Vicente aborda lo político desde lo íntimo. Su feminismo y su crítica social emergen de experiencias personales, no de posicionamientos teóricos o abstractos. Esta aproximación la sitúa en una tradición que entiende lo personal como político, pero siempre priorizando la experiencia vivida sobre la teoría.

En resumen, Vicente ocupa un espacio propio en el panorama poético actual: más directa y emocional que muchos poetas de generaciones anteriores, menos interesada en la experimentación formal que algunas de sus contemporáneas, y comprometida con una poética de la experiencia que no renuncia a la crítica social pero la ancla siempre en lo vivido y lo sentido.

Simbolismos en “Contexto”

El poemario “Contexto” de Ruth Vicente González está atravesado por un conjunto de símbolos recurrentes que funcionan como ejes vertebradores de su universo poético. Estos símbolos operan en múltiples niveles, conectando lo íntimo con lo universal.

Elementos naturales como expresiones emocionales

La naturaleza aparece frecuentemente como espejo del estado emocional interno. En “No puede parar”, el cielo que llora simboliza un dolor colectivo que trasciende lo individual:

“El cielo está llorando, está de proceso y la tristeza lo ha atrapado, no puede parar, desconsolado, las nubes que lo ven no pueden hacer nada, intentan juntarse más, para abrazarlo…”

Este simbolismo meteorológico conecta con una larga tradición poética, pero Vicente lo actualiza para hablar de crisis contemporáneas, tanto personales como ecológicas.

El cuerpo como territorio de experiencia y resistencia

El cuerpo humano, especialmente el femenino, funciona como un símbolo central en varios poemas. En “La Diosa enfadada” o “HOT”, el cuerpo no es solo fuente de placer o dolor, sino territorio político donde se manifiestan relaciones de poder:

“Ya no me hundo si me gritas, es por este cuerpo por el que vienes al mundo y me necesitas, soy la favorita del Universo…”

El cuerpo se presenta simultáneamente como vulnerable y poderoso, como lugar de herida y de sanación.

Rutinas cotidianas como prisiones existenciales

Las actividades rutinarias (despertarse, ir al trabajo, usar el móvil) aparecen simbolizando una forma de existencia alienada y automatizada:

“Ya pasaron los sueños de la noche a los que renuncio, y salgo por la puerta, enciendo el coche que me lleva a la estación, a pillar el tren. Se nota que llega el invierno y empieza una y otra vez el día de la marmota.”

La repetición de estas rutinas representa un ciclo vital vacío de sentido que la poeta cuestiona constantemente.

Las estrellas como guía y esperanza

Las estrellas aparecen repetidamente como símbolos de esperanza y orientación. En “Oda a la esperanza”:

“Lo mejor está por llegar, está escrito en las estrellas, ellas apuntaron tu deseo, no se olvidan de ti…”

Este simbolismo conecta con la tradición poética universal pero adquiere en Vicente un sentido casi espiritual, relacionado con la idea de manifestación y creación consciente.

Dispositivos tecnológicos como mediadores emocionales

Los teléfonos móviles, las redes sociales y otros elementos tecnológicos simbolizan la paradójica conexión-desconexión del mundo contemporáneo:

“Aunque ahora que escucho mi ritmo, lo que más quiero es un abrazo tuyo, no me vale el contacto virtual que ya me conoce la IA más que tú…”

Estos objetos representan simultáneamente la comunicación inmediata y la pérdida de contacto humano auténtico.

Luz y oscuridad como estados de consciencia

La dicotomía luz/oscuridad trasciende su significado literal para simbolizar estados de consciencia y desarrollo espiritual:

“Hoy me he despertado nublada, no he soñado con nada, creo que estoy mala…”

El despertar a la luz simboliza el crecimiento personal y la comprensión, mientras que la oscuridad representa momentos de confusión o dolor.

El espejo como reflejo identitario

Los espejos aparecen como símbolos de autoconocimiento y confrontación con la propia identidad:

“Como cada día suena el despertador y no me levantaría, no sé por qué pienso que alguien como yo no tendría que hacer nada, me podrían pagar por mi simple existencia, porque sonría de vez en cuando pa que no se diga que no hago algo de provecho, compartir mi energía, solo sería eso, y que me traigan el desayuno a la cama como parte de ese siendo, consentida y mimada. Aunque NO, me desperezo y me levanto, y siento que no soy yo cuando me miro al espejo y veo el cansancio…”

El acto de mirarse al espejo representa la toma de consciencia de la discrepancia entre el yo ideal y el yo real.

Estos simbolismos, lejos de ser artificios literarios, emergen naturalmente del lenguaje cotidiano que caracteriza la obra de Vicente, dotando a su poesía de una profundidad que trasciende la aparente simplicidad formal de sus versos.

Impacto de la estructura en la percepción del lector

La estructura de “Contexto” está cuidadosamente diseñada para guiar al lector a través de un viaje emocional transformador. Esta organización tiene un profundo impacto en cómo experimentamos los poemas y en el significado que extraemos de ellos.

El viaje como experiencia lectora

La división del libro en seis secciones temáticas (“Con Rutina”, “Con Amor”, “Con Dolor”, “Con Terapia”, “Con Valor” y “Con Conexión”) establece una trayectoria que nos lleva desde lo mundano hasta lo trascendental, desde la alienación hasta la conexión. Esta progresión no es accidental: representa un camino de crecimiento personal.

Al comenzar con poemas sobre la rutina alienante, el poemario nos introduce en un estado de malestar e inconformidad que resuena con la experiencia cotidiana. Esta estrategia facilita la identificación inmediata del lector con la voz poética.

Ritmos cambiantes entre secciones

Cada sección tiene su propio ritmo y tono, lo que afecta directamente a nuestra experiencia lectora:

  • “Con Rutina” utiliza poemas más extensos con estructuras que imitan el flujo monótono de los días
  • “Con Amor” juega con formas más variadas, alternando entre poemas breves e intensos y otros más reflexivos
  • “Con Dolor” presenta textos desgarradores con estructuras a veces caóticas que reflejan estados emocionales turbulentos
  • “Con Terapia” introduce una sensación de orden gradual, con poemas más organizados que sugieren claridad mental
  • “Con Valor” presenta textos más contundentes y directos, con una estructura firme que refleja determinación
  • “Con Conexión” cierra con poemas que combinan intimidad y universalidad

Esta variación rítmica nos hace experimentar físicamente los cambios emocionales que propone el libro.

La progresión temática como narrativa implícita

Aunque cada poema funciona de manera independiente, la secuenciación crea una narrativa implícita de transformación. Comenzamos en la alienación moderna y terminamos en la conexión espiritual, lo que produce una sensación de viaje completado al finalizar la lectura.

Esta estructura narrativa subyacente ofrece un sentido de propósito y resolución que no encontraríamos si los poemas estuvieran organizados aleatoriamente. Como lectores, experimentamos una sensación de catarsis y cierre.

Contrapuntos y resonancias entre poemas

La estructura permite que poemas de diferentes secciones dialoguen entre sí, creando ecos y contrastes significativos. Por ejemplo, la desesperanza expresada en “Otro día” (sección “Con Rutina”) encuentra una posible respuesta en “Ser de luz” (sección “Con Conexión”).

Estos contrapuntos enriquecen nuestra lectura, invitándonos a establecer conexiones y a percibir patrones que amplían el significado de cada poema individual.

La intimidad gradual con la voz poética

La estructura facilita una progresión en nuestra relación con la voz poética. Comenzamos siendo testigos de sus frustraciones cotidianas, para luego acceder a capas cada vez más profundas de su intimidad emocional, espiritual y filosófica.

Este diseño genera una sensación de confianza creciente, como si la poeta nos fuera revelando gradualmente aspectos cada vez más vulnerables de su ser. Al llegar a las secciones finales, sentimos que hemos establecido una relación íntima con la voz que nos habla.

Esta estructura cuidadosamente planificada transforma lo que podría ser una simple colección de poemas en una experiencia inmersiva y transformadora. El lector no solo lee sobre un viaje emocional, sino que lo experimenta activamente a través de la forma en que el libro estructura y presenta sus contenidos.

Estructura temática y secuencias en “Contexto”

“Contexto” presenta una arquitectura temática deliberada que organiza los 48 poemas en seis secciones claramente definidas. Esta estructura no es meramente organizativa; constituye un mapa emocional y existencial que traza un recorrido de transformación personal.

Las seis dimensiones de la experiencia

Cada sección representa una dimensión fundamental de la experiencia humana, y su orden establece una progresión significativa:

  1. “Con Rutina” (6 poemas): Explora la monotonía de la existencia contemporánea, la sensación de alienación y el anhelo de autenticidad. Los poemas “Otro día”, “El problema” y “Hasta el moño” establecen el punto de partida: un malestar con lo cotidiano que impulsa la búsqueda de algo más.
  2. “Con Amor” (8 poemas): Examina las distintas facetas del amor romántico, desde la pasión desenfrenada en “HOT” hasta la dependencia emocional en “Solo pienso en ti” o la conexión profunda en “Sucedimos”. Esta sección amplía el horizonte emocional, mostrando cómo las relaciones intensifican nuestra experiencia vital.
  3. “Con Dolor” (7 poemas): Aborda el sufrimiento, la pérdida y el duelo como experiencias transformadoras. “No estoy preparada”, un extenso lamento por la muerte de un ser querido, representa el nadir emocional del poemario, el punto de mayor oscuridad.
  4. “Con Terapia” (7 poemas): Marca un giro hacia la sanación y el crecimiento personal. Poemas como “Sé que puedo”, “Sacudida” y “La decisión” exploran el proceso de recuperación y autodescubrimiento después del sufrimiento.
  5. “Con Valor” (6 poemas): Representa el empoderamiento y la resistencia, especialmente desde una perspectiva feminista. “La Diosa enfadada” y “No falló” son manifestaciones de fuerza recobrada y autodeterminación.
  6. “Con Conexión” (6 poemas): Culmina el recorrido con poemas que exploran vínculos profundos con otros seres (“Para mi amiga”, “Crystal”) y dimensiones espirituales de la existencia (“Ser de luz”, “Tantra blanco”).

Secuencias internas y progresiones

Dentro de cada sección, los poemas están organizados siguiendo mini-arcos narrativos que profundizan en el tema central:

  • En “Con Rutina”, se progresa desde la descripción de la monotonía (“Otro día”) hacia la posibilidad de cambio (“Acuario”)
  • En “Con Amor”, se recorre un espectro que va desde la obsesión insana hasta conexiones más profundas y auténticas
  • En “Con Dolor”, los poemas avanzan desde el reconocimiento del sufrimiento hacia la posibilidad de superación
  • En “Con Terapia”, se narra el proceso de autodescubrimiento y transformación personal
  • En “Con Valor”, se evoluciona desde la indignación hacia la acción y la afirmación
  • En “Con Conexión”, se exploran vínculos cada vez más profundos y universales

Equilibrios y contrastes estructurales

La estructura mantiene equilibrios significativos:

  • Las secciones tienen entre 6 y 8 poemas cada una, creando una sensación de proporción
  • Los poemas más extensos y complejos alternan con piezas más breves y concentradas
  • Cada sección contiene tanto momentos de intensidad emocional como espacios de reflexión

Simbolismo en la estructura

La propia organización del libro simboliza un proceso de evolución personal:

  • Comenzamos en la alienación de la rutina (externo, social)
  • Pasamos por las experiencias transformadoras del amor y el dolor (personal, íntimo)
  • Progresamos hacia el crecimiento, el empoderamiento y la conexión (trascendental)

Este movimiento de lo externo a lo interno y finalmente a lo trascendental refleja un viaje arquetípico de transformación personal.

Circularidad y cierre

El poemario muestra elementos de circularidad: el último poema, “Crystal”, dedicado a la hija de la poeta, sugiere continuidad y esperanza en el futuro, conectando con el potencial de cambio sugerido en la primera sección.

Esta estructura cuidadosamente elaborada transforma lo que podría ser una colección dispar de poemas en una obra cohesiva con un propósito unificador. La secuencia temática no solo organiza el contenido, sino que constituye en sí misma un mensaje sobre el potencial transformador de la experiencia humana cuando es procesada a través del arte y la reflexión.

 

    RUTH VICENTE

    (CON)TEXTO

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    Ruth Vicente

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    Ruth Vicente

    RUTH VICENTE

    Ruth Vicente González es una poeta barcelonesa que abandonó su carrera como diseñadora gráfica en 2015 para dedicarse al autoconocimiento, formándose en coaching, PNL, chamanismo y otras disciplinas. Madre de dos hijos, entre 2017 y 2022 acompañó a mujeres en procesos de transformación personal a través de círculos y talleres. Su poemario "Contexto" (2025) explora con honestidad cruda y un lenguaje directo temas como la rutina, el amor, el dolor y la conexión espiritual desde una perspectiva femenina y transformadora..

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