Ayer tuve la oportunidad de asistir a la presentación del libro “Jumilla y las víctimas del 36” de Pedro Miguel Pérez en el IES Arzobispo Lozano de Jumilla. El ambiente era impresionante, con un salón de actos completamente abarrotado; calculé que habría alrededor de 200 personas, lo que demuestra el gran interés que ha despertado esta obra en la comunidad local.
Al entrar, pude notar la expectación entre los asistentes. Entre el público distinguí a varias autoridades como la alcaldesa de Jumilla, Seve González, la concejal de Cultura, Asun Navarro, y la diputada nacional Violante Tomás, además de numerosos amigos y familiares del autor que no quisieron perderse este importante evento.
La mesa de presentación estaba compuesta por el propio autor, Pedro Miguel Pérez, acompañado por la editora Ana María Olivares y el doctor en Historia Ángel García, quien es además compañero del autor. Fue particularmente emotivo cuando Ángel García tomó la palabra para destacar “la valentía de un escritor que ha invertido 10 años investigando un tema que puede levantar susceptibilidades”, palabras que fueron recibidas con un aplauso generalizado.
Pedro Miguel Pérez nos impresionó a todos cuando reveló el inmenso trabajo que ha supuesto la investigación: “He recorrido más de 80.000 kilómetros consultando archivos” en lugares como Salamanca y Cartagena. Explicó que había consultado 406 expedientes sumarios y otros archivos de 29 víctimas de Jumilla, además de contar con la colaboración de más de 60 familias que aportaron material gráfico para el libro.
Durante su intervención, el autor describió su obra como “un tributo a personas que sufrieron” durante “una época muy convulsa, de mucho sufrimiento, de desarraigo de familias y una rotura de la sociedad, como fue la Guerra Civil”. Se notaba en su voz la emoción al hablar de cómo había intentado “poner cara a esas historias, con el fin de personalizar el libro lo más posible, desde la imparcialidad y la equidad”.
Al finalizar las intervenciones, hubo un turno de preguntas y después el autor firmó ejemplares de su libro. La fila para conseguir una dedicatoria era larga, y pude observar cómo muchos asistentes aprovechaban para compartir con Pedro Miguel anécdotas familiares relacionadas con aquella época.
Sin duda, fue una presentación conmovedora que logró transmitir la importancia de recuperar la memoria histórica local a través de un trabajo riguroso y humano como el que ha realizado Pedro Miguel Pérez durante la última década.