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DEL FUSILAMIENTO DE MELGAR AL POETA CONTEMPORÁNEO: METALITERATURA Y GENEALOGÍA POÉTICA

Olivares Tomás, Ana María. «DEL FUSILAMIENTO DE MELGAR AL POETA CONTEMPORÁNEO: METALITERATURA Y GENEALOGÍA POÉTICA». Zenodo, 20 de octubre de 2025. https://doi.org/10.5281/zenodo.17400558

 

DEL FUSILAMIENTO DE MELGAR AL POETA CONTEMPORÁNEO: METALITERATURA Y GENEALOGÍA POÉTICA

Artículo de Investigación

Miguel Torres Morales y la construcción de una genealogía de poetas mártires peruanos

Resumen

El poema “Fusilamiento de Mariano Melgar” de Miguel Torres Morales funciona simultáneamente como elegía histórica, reflexión metaliteraria y construcción de una genealogía de poetas sacrificados por sociedades que “aniquilan a las almas más nobles”. Este artículo analiza cómo Torres Morales emplea la figura de Melgar (fusilado en 1815 tras la batalla de Umachiri) para articular una tradición continua de poetas mártires peruanos que incluye a César Vallejo (muerto en el exilio parisino, 1938), José María Arguedas (suicidado en 1969) y al propio Torres Morales (exiliado en Alemania desde 1994). La genealogía construida no es descriptiva sino performativa: al inscribirse en linaje de poetas sacrificados, Torres Morales legitima su proyecto estético-político y denuncia la continuidad histórica de violencia contra intelectuales en Perú.

Introducción

El 12 de marzo de 1815, tras la derrota patriota en la batalla de Umachiri, el poeta arequipeño Mariano Melgar fue fusilado por orden del general realista Juan Ramírez. Tenía 24 años. Había escrito yaravíes bilingües (español-quechua), elegías amorosas dirigidas a Silvia (mujer que lo rechazó), traducciones de Ovidio, y se había unido a la rebelión independentista de Mateo Pumacahua. Su muerte lo convirtió en arquetipo del poeta romántico mártir: amor imposible, compromiso político, muerte prematura, posteridad gloriosa.

Doscientos diez años después, Miguel Torres Morales escribe “Fusilamiento de Mariano Melgar” desde Ückesdorf, Alemania —un poblado en las afueras de Bonn donde escribió esta parte de las leyendas en 1997— haciendo hablar al poeta arequipeño en primera persona en el momento exacto anterior a su ejecución. Esta técnica ventrílocua no es mero ejercicio imaginativo sino estrategia metaliteraria: Torres Morales reflexiona sobre la función de la poesía en sociedades que sistemáticamente destruyen a sus poetas más valiosos, construyendo genealogía que va de Melgar (1815) a Vallejo (1938) a Arguedas (1969) a él mismo (exiliado 1994-presente).

Mariano Melgar como figura fundacional

Melgar ocupa posición fundacional en imaginario nacional peruano: primer poeta que fusionó tradición culta española con sensibilidad andina, creador del yaraví romántico, mártir independentista. Su biografía condensa elementos del héroe trágico: nacido en Arequipa (1790), hijo de familia modesta, estudiante brillante de Seminario donde aprendió latín y teología, traductor de Ovidio a los 17 años, enamorado rechazado (Silvia lo despreció para casarse con otro), revolucionario (se unió a Pumacahua), fusilado a los 24 tras derrota militar.

Sus elegías a Silvia establecieron tono de poesía amorosa peruana: dolor contenido expresado mediante naturaleza idealizada que refleja estado anímico del poeta. Sus yaravíes fusionaron metro español con melodía quechua, creando género específicamente peruano. Su fusilamiento lo inmortalizó: el poeta que murió por patria sin ver independencia que ayudó a forjar.

El poema de Torres Morales: ventriloquía como estrategia crítica

“Fusilamiento de Mariano Melgar” emplea técnica ventrílocua: Torres Morales hace hablar a Melgar en primera persona desde momento exacto antes de morir. Esta estrategia genera identificación total: Torres Morales no describe a Melgar desde fuera sino que lo encarna, lo vive, muere con él. El lector experimenta cuenta regresiva hacia muerte, visión del pelotón formándose, caída de venda que permite ver rostros de soldados, memoria de Silvia superpuesta con presente mortal.

El poema comienza con pregunta metapoética devastadora:

“Ay, verso mío, para qué melificarte, / si todo lo que hago logra únicamente / mi fin precipitar.”

“Melificar” (hacer miel, endulzar) el verso es aplicarle técnicas retóricas, pulirlo formalmente, volverlo bello. Pero Melgar pregunta: ¿para qué si esa belleza formal no evitó su muerte? Silvia lo rechazó a pesar de versos hermosos, revolución fracasó a pesar de compromiso, pelotón lo fusilará a pesar de talento. El arte no salva al poeta: sólo salva al verso.

La fusión de escritura y erotismo

Los versos siguientes establecen equivalencia entre escribir y acariciar:

“Si me desespero, te apunto, te acaricio, / y mi tacto te imagina suave piel.”

El poeta habla con su propio verso como si fuera amante. Escribir es tocar, verso es cuerpo, palabra tiene textura táctil. Cuando Silvia rechaza a Melgar, rechaza no sólo persona sino versos. Cuando pelotón fusila a Melgar, fusila simultáneamente poeta y poesía. Cuerpo y texto son inseparables.

Esta fusión cuerpo-texto es clave para entender función metaliteraria del poema: Torres Morales no teoriza abstractamente sobre poesía sino que hace sentir físicamente qué significa ser poeta en sociedad hostil. El verso no es concepto sino piel acariciable, cuerpo vulnerable que puede ser fusilado.

La homofonía trágica: bala que suena mientras Silvia se entrega a otro

El verso central condensa tres significados mediante homofonía:

“triste borrego que bala por la chacra. / Bala, mientras Silvia / de otro ya es.”

“Bala” funciona triplemente: 1) verbo balar (sonido del cordero llevado al matadero), 2) sustantivo bala (proyectil del fusil), 3) verbo que rompe verso generando ambigüedad. Cordero bala mientras es sacrificado; Melgar es cordero inocente fusilado por compromiso político. Pero simultáneamente, bala viene del fusil mientras Silvia “de otro ya es”. Muerte del poeta y pérdida de amada suceden simultáneamente en el verso.

Esta condensación es técnica quevediana: comprimir múltiples significados en homofonía de dos sílabas. Torres Morales demuestra dominio del conceptismo español aplicado a contenido específicamente peruano: el yaraví de Melgar filtrado por Quevedo.

La denuncia política: un mundo de esclavitud y mentira

El poema alcanza clímax denunciador:

“¿Queda algo ya? Lo he dicho todo: / éste es un mundo de esclavitud y de señores, / pero peor esclavitud es la mentira.”

Melgar resume mensaje político en dos versos: mundo es estructuralmente esclavista (amos y esclavos, colonizadores y colonizados), pero “peor esclavitud es la mentira”. Torres Morales pone en boca de Melgar su propia convicción: mentira ideológica que oculta esclavitud real es peor que esclavitud misma. Perú independiente miente: proclama libertad pero mantiene estructuras coloniales, celebra poetas mártires pero no lee su poesía.

Estrofa final fusiona personal con colectivo:

“No lo diré por mí, querida Silvia, / pero es que los peruanos aniquilan / a las almas más nobles, al fuego en primavera, / al Amor de verdad, al amor que te tuve…”

Verso queda interrumpido, incompleto. Melgar muere sin terminar frase porque así murieron todos los poetas peruanos: con verso incompleto en boca, denuncia a medias, amor no correspondido. “Los peruanos aniquilan / a las almas más nobles” es diagnóstico terrible: Perú destruye sistemáticamente lo mejor de sí mismo.

La genealogía de poetas mártires: de Melgar a Arguedas

Torres Morales no recupera a Melgar como figura histórica específica sino como arquetipo del poeta peruano sacrificado por patria ingrata. La lista es larga:

César Vallejo (1892-1938): murió en París un Viernes Santo (15 de abril de 1938) tras años de pobreza extrema, hambre, exilio político. Su poema “Piedra negra sobre una piedra blanca” vaticinó proféticamente su muerte: “Me moriré en París con aguacero, / un día del cual tengo ya el recuerdo. / Me moriré en París —y no me corro— / tal vez un jueves, como es hoy, de otoño”. Murió diciendo “Me voy a España”, nunca recuperado del trauma de Guerra Civil. Exiliado y pobre, incomprendido por crítica peruana, publicó sólo dos poemarios en vida (Los heraldos negros, Trilce). Es Melgar del siglo XX: poeta que murió en exilio sin ver reconocimiento que merecía.

José María Arguedas (1911-1969): se suicidó el 28 de noviembre de 1969 encerrándose en baño de la Universidad Nacional Agraria La Molina y disparándose en la cabeza. Agonizó cinco días antes de morir el 2 de diciembre. Dejó cartas explicando que “siempre se sintió extranjero en Lima”, que sufría depresión crónica, que no podía terminar su novela El zorro de arriba y el zorro de abajo. El día de su entierro, el músico Máximo Damián tocó violín ante su féretro, cumpliendo voluntad del escritor.

Es importante distinguir la Universidad Nacional Agraria La Molina, institución limeña fundada en 1902 donde Arguedas enseñó y donde eligió quitarse la vida, de la Universidad Nacional de Educación Enrique Guzmán y Valle “La Cantuta”, situada en las afueras de Lima en Chosica. Esta última acoge a muchos estudiantes de provincias y ganó triste fama por haber estado ocupada por Sendero Luminoso durante los años del terrorismo, además de ser escenario de la terrible matanza de La Cantuta en 1992, donde un grupo paramilitar del ejército peruano asesinó a nueve estudiantes y un profesor.

Arguedas representa poeta que fracasó en su proyecto de integración cultural andino-occidental: Lima lo rechazó, quechua no podía contener modernidad, mestizaje fue trauma no superado. Es Melgar contemporáneo: alma noble aniquilada por sociedad que no supo valorarla.

Emilio Adolfo Westphalen (1911-2001): aunque vivió largo tiempo, pasó décadas marginado de instituciones literarias peruanas, publicando poco, ignorado por crítica. Dirigía revista Amaru cuando Arguedas le entregó primer capítulo de El zorro anunciando su suicidio. Westphalen es poeta silenciado por dictadura crítica, invisibilizado institucionalmente.

Blanca Varela (1926-2009): aunque no murió trágicamente, sufrió marginación crítica durante décadas por ser mujer, por escribir poesía despojada en época de verbosidad, por rechazar protagonismo mediático. Es Melgar femenino: poeta que no recibió reconocimiento hasta vejez.

Torres Morales como Melgar contemporáneo

Al dedicar uno de poemas más trabajados del libro a Melgar, Torres Morales se inscribe en genealogía de mártires. Él también escribe desde exilio (Alemania, no París pero exilio al fin), también es ignorado por instituciones literarias peruanas oficiales, también ama Perú que no lo reconoce. Identificación es total: Torres Morales es Melgar del siglo XXI, fusilado no físicamente sino mediante invisibilidad institucional, exilio forzado, falta de reconocimiento crítico.

Esta inscripción genealógica cumple función doble: política (denuncia continuidad histórica de violencia contra poetas desde 1815 hasta hoy) y legitimadora (al situarse en linaje de Melgar-Vallejo-Arguedas, Torres Morales reclama autoridad para hablar sobre destino del poeta peruano).

La pregunta metaliteraria: ¿para qué sirve la poesía?

Pregunta inicial del poema —”para qué melificarte, / si todo lo que hago logra únicamente / mi fin precipitar”— plantea problema filosófico sobre función de poesía. Si belleza formal no salva al poeta del fusilamiento, ¿para qué escribir bien? Si Silvia rechaza a Melgar a pesar de versos hermosos, ¿qué poder real tiene poesía?

Torres Morales no ofrece respuesta consoladora. No dice que poesía inmortaliza (Melgar está muerto), ni que consuela (sigue doliendo doscientos años después), ni que cambia mundo (Perú sigue igual). Única respuesta implícita es: se escribe porque no se puede no escribir. Poeta está condenado a poetizar incluso sabiendo que no servirá de nada. Esta condenación es su dignidad: sigue escribiendo a pesar de fracaso garantizado.

Esta concepción trágica de poesía contrasta con romanticismo ingenuo que cree que arte salva o consuela. Torres Morales es más cercano a Vallejo diciendo “Me moriré en París” sabiendo que verso no lo salvará, o Arguedas escribiendo cartas de suicidio sabiendo que literatura no curará su depresión. Poesía no es redención sino testimonio: registro de dolor que persiste aunque poeta muera.

Conclusión: genealogía como resistencia

Construcción de genealogía Melgar-Vallejo-Arguedas-Torres Morales no es ejercicio historiográfico sino acto político de resistencia. Al demostrar continuidad de violencia contra poetas desde 1815 hasta hoy, Torres Morales denuncia que problema no es coyuntural sino estructural: Perú aniquila sistemáticamente “a las almas más nobles”.

Esta denuncia es simultáneamente elegía (llora poetas perdidos) y advertencia (poeta contemporáneo está en riesgo). Torres Morales escribe desde Alemania sabiendo que si regresara a Perú probablemente sería invisibilizado institucionalmente, condenado a precariedad económica, olvidado por crítica. Exilio es estrategia de supervivencia: escribe Perú desde fuera para no ser aniquilado por dentro.

Pero genealogía también cumple función legitimadora: al inscribirse en linaje de poetas sacrificados, Torres Morales reclama autoridad moral para hablar sobre destino del poeta peruano. No habla desde torre de marfil académica sino desde márgenes donde vivieron y murieron Melgar, Vallejo, Arguedas. Su exilio replica exilio de Vallejo; su invisibilidad institucional replica marginación de Westphalen; su identidad dividida (peruano en Alemania, alemán en Perú) replica mestizaje traumático de Arguedas.

“Fusilamiento de Mariano Melgar” es así simultáneamente elegía histórica, reflexión metaliteraria y acto performativo de inscripción genealógica. Torres Morales no describe tradición de poetas mártires: la construye activamente, se inserta en ella, la perpetúa mediante verso. Y demuestra que poesía, aunque no salve al poeta, preserva memoria de poetas sacrificados, mantiene viva denuncia contra sociedades que aniquilan lo mejor de sí mismas, y transmite a generaciones futuras advertencia: ser poeta en Perú es elegir martirio.

Bibliografía

Torres Morales, Miguel Alfonso. Leyendas Peruanas. Madrid: Editorial Poesía eres tú, 2025.

“Batalla de Umachiri y fusilamiento de Mariano Melgar”. Bicentenario Perú, 2019.

“César Vallejo, 85 años de la partida del genio”. Fundación BBVA Perú, 2023.

“José María Arguedas”. Wikipedia, consultado octubre 2025.

“Se cumplen 40 años de la trágica muerte de José María Arguedas”. RPP Noticias, 2009.

“Universidad Nacional Agraria La Molina”. Wikipedia, consultado octubre 2025.

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