XXII
De ti, malvasía volcánica,
mi paladar no se cansa de probar,
tu sabor dulce y tu aroma mágico,
hacen que siempre te quiera saborear.
En las Islas Canarias, tierra bendita,
tú eres el fruto más preciado,
eres el tesoro de la tierra volcánica,
y de todos los viñedos más amado.
De tu piel suave y tu forma elegante,
se extrae el néctar más delicioso,
tu dulzura se siente en cada instante,
y con tus notas mi alma se embriago.
Oh, malvasía volcánica,
eres un regalo de la naturaleza,
y con cada sorbo mi corazón palpita,
por tu sabor que me da fortaleza.
Malvasía volcánica, uva canaria,
de sabor dulce y aroma exquisito,
por sí sola parece una perla fina,
y en racimo un conjunto de estrellas bonito.
Sus racimos colgando de la vid,
de un color pálido y suave tonalidad,
cada bocado es un placer sin fin,
que llena el paladar de felicidad.
Cultivada en la tierra volcánica,
su sabor refleja su origen singular,
una uva única y majestuosa,
que en el paladar te hace soñar.
Malvasía volcánica, eres mi delirio,
tu sabor y aroma me hacen viajar,
a las Islas Canarias y su paraíso,
donde nace el vino de tu racimo singular.
Y en cada copa, cada sorbo,
saboreo tu esencia y siento paz,
un elixir que mi alma reconforta,
y que siempre querré probar.