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Estudio comparativo diacrónico: poesía social en el siglo XXI, de gabriel celaya a manuel lozano figueroa

de Claudia Soneira, Ángela. «Estudio comparativo diacrónico: poesía social en el siglo XXI, de gabriel celaya a manuel lozano figueroa». DE LO VISCERAL A LA PIEL. Spanish: Zenodo, 20 de diciembre de 2025. https://doi.org/10.5281/zenodo.17998683

ESTUDIO COMPARATIVO DIACRÓNICO

POESÍA SOCIAL EN EL SIGLO XXI: DE GABRIEL CELAYA A MANUEL LOZANO FIGUEROA

Evolución de la poesía comprometida española: continuidades y rupturas entre la generación del 50 y las voces actuales

RESUMEN EJECUTIVO

El presente estudio traza la evolución de la poesía social española desde su apogeo en los años 50 del siglo XX (Gabriel Celaya, Blas de Otero, José Hierro) hasta sus manifestaciones contemporáneas, representadas aquí por Manuel Lozano Figueroa y su poemario De lo visceral a la piel (2025). Mediante análisis comparativo de textos emblemáticos, contextos históricos y poéticas explícitas, se demuestra que la poesía comprometida española no ha desaparecido sino que se ha transformado radicalmente. Las continuidades incluyen: defensa del lenguaje accesible, rechazo del esteticismo desvinculado, denuncia de injusticias, destinatario popular. Las rupturas fundamentales son: pérdida de fe mesiánica en el futuro, ausencia de marco ideológico partidista claro, fusión de registros íntimos y públicos, conciencia de los límites de la intervención poética, y respuesta a nuevos contextos (crisis migratoria, neoliberalismo, profesionalización cultural).

Palabras clave: poesía social española, Gabriel Celaya, Blas de Otero, Manuel Lozano Figueroa, compromiso poético, evolución diacrónica, posguerra, siglo XXI.

 

 

  1. INTRODUCCIÓN: LA CUESTIÓN DE LA CONTINUIDAD

1.1. El problema historiográfico

La historiografía literaria española tiende a presentar la poesía social como fenómeno circunscrito a los años 50-60 del siglo XX, posteriormente desplazado por otras corrientes (novísimos, poesía de la experiencia, experimentalismos). Esta narrativa sugiere discontinuidad histórica: hubo poesía comprometida, luego dejó de haberla, y ahora quizá reaparece tímidamente.

Sin embargo, una mirada menos esquemática revela que la poesía comprometida nunca desapareció completamente, sino que se replegó, se transformó, buscó nuevos cauces. Poetas como Antonio Gamoneda, Jorge Riechmann, Antonio Orihuela, Enrique Falcón han mantenido viva la tradición del compromiso, aunque con menor visibilidad mediática que sus predecesores.

El presente estudio propone una lectura de continuidad transformada: hay genealogía reconocible desde Celaya hasta Lozano Figueroa, pero atravesada por rupturas históricas que obligan a reconfigurar el compromiso.

1.2. Corpus comparativo

Para hacer operativo el análisis, establecemos dos corpus fundamentales:

Corpus histórico (años 50):

  • Gabriel Celaya: “La poesía es un arma cargada de futuro” (1955)
  • Blas de Otero: Pido la paz y la palabra (1955)
  • José Hierro: Cuanto sé de mí (1957)

 

Corpus contemporáneo (siglo XXI):

  • Jorge Riechmann: obra desde 2000 en adelante
  • Manuel Lozano Figueroa: De lo visceral a la piel (2025)

Nos centraremos especialmente en la comparación Celaya-Lozano por ser ambos autores de manifiestos poéticos explícitos.

1.3. Ejes de análisis

El estudio se organizará en torno a siete ejes comparativos:

  1. Contextos histórico-políticos
  2. Poéticas explícitas y manifiestos
  3. Destinatario y función social de la poesía
  4. Lenguaje y estrategias formales
  5. Temas y contenidos
  6. Posicionamiento del sujeto lírico
  7. Relación con la institución literaria

 

 

  1. CONTEXTOS HISTÓRICO-POLÍTICOS

2.1. España años 50: dictadura y resistencia

La poesía social de los años 50 surge en contexto específico: dictadura franquista consolidada, represión política, censura, miseria económica, aislamiento internacional. La Guerra Civil (1936-1939) es herida reciente; la posguerra, realidad cotidiana.

Características del contexto:

  • Represión directa: Miles de presos políticos, ejecuciones, exilio masivo
  • Censura cultural: Control estatal de publicaciones, autocensura preventiva
  • Pobreza: Racionamiento, hambre, economía de subsistencia
  • Ausencia de derechos: No hay libertad de expresión, reunión, asociación

En este contexto, escribir poesía social es acto de resistencia directa. Celaya y Otero arriesgan persecución (de hecho, muchos de sus libros circulan clandestinamente o se publican en el extranjero). La poesía no es solo expresión sino acción política en sentido literal.

2.2. España siglo XXI: democracia neoliberal y nuevas crisis

Lozano Figueroa escribe en contexto radicalmente distinto: democracia consolidada (desde 1978), libertad de expresión garantizada constitucionalmente, integración en Unión Europea.

Pero aparecen nuevas crisis:

  • Crisis económica 2008: Desempleo masivo, desahucios, precariedad laboral
  • Crisis migratoria: Miles de muertos en el Mediterráneo, políticas de externalización de fronteras
  • Crisis climática: Conciencia de colapso ecológico
  • Ascenso de extrema derecha: Vox, discursos xenófobos normalizados
  • Profesionalización neoliberal: Mercantilización de la cultura, precarización de escritores

En este contexto, escribir poesía social no implica riesgo físico pero sí marginalización cultural. El poeta comprometido no va a prisión, pero tampoco accede a grandes editoriales, premios importantes, visibilidad mediática. La represión no es policial sino económica y simbólica: exclusión del mercado cultural.

2.3. Comparación de contextos

Aspecto Años 50 (Celaya, Otero) Siglo XXI (Lozano)
Régimen político Dictadura franquista Democracia parlamentaria
Libertad de expresión Inexistente / censurada Garantizada constitucionalmente
Riesgo del compromiso Prisión, exilio, muerte Marginalización cultural
Crisis principal Posguerra, represión Migración, neoliberalismo
Horizonte utópico Revolución socialista Ausente (resistencia testimonial)

 

La diferencia contextual fundamental es: Celaya escribe contra régimen que prohíbe la palabra; Lozano escribe en democracia que permite la palabra pero la neutraliza mediante mercado.

 

 

III. POÉTICAS EXPLÍCITAS Y MANIFIESTOS

3.1. Gabriel Celaya: “La poesía es un arma cargada de futuro”

El poema-manifiesto de Celaya (1955) es texto fundacional de la poesía social española. Analicemos sus tesis centrales:

Primera tesis: Rechazo del esteticismo

“Maldigo la poesía concebida como un lujo cultural / por los neutrales / que, lavándose las manos, se desentienden y evaden”.

Celaya distingue dos tipos de poesía:

  • Poesía-lujo: Cultivada por “neutrales” (burgueses, académicos) que se evaden de la realidad
  • Poesía-arma: Instrumento de transformación social

Esta distinción es maniqueísta pero estratégica: en dictadura, la neutralidad es complicidad. No hay espacio para matices.

Segunda tesis: Poesía como necesidad vital

“Porque vivimos a golpes, porque apenas si nos dejan / decir que somos quien somos, / nuestros cantares no pueden ser sin pecado un adorno”.

La poesía no es capricho estético sino respuesta a violencia estructural. Se escribe porque la vida está amenazada, porque la identidad es negada. El “pecado” de escribir en contexto de represión se justifica porque la alternativa es el silencio cómplice.

Tercera tesis: Destinatario popular

“Es algo como el aire que todos respiramos / y es el canto que espacia cuanto dentro llevamos”.

La poesía debe ser universalmente accesible como el aire. No puede ser código hermético para iniciados. Esta exigencia de accesibilidad es tanto estética como política.

Cuarta tesis: Fe en el futuro

“Tal es, arma cargada de futuro expansivo / con que te apunto al pecho”.

El futuro es “expansivo”: creciente, inevitable, revolucionario. Hay fe mesiánica: la historia camina hacia liberación y la poesía contribuye a ese proceso. Esta es quizá la tesis más problemática desde perspectiva actual.

3.2. Blas de Otero: “Pido la paz y la palabra”

Otero no escribe manifiesto teórico extenso, pero el título de su libro más emblemático (Pido la paz y la palabra, 1955) es declaración programática.

“Pido la paz”:

En contexto de posguerra donde la violencia estatal es omnipresente, pedir paz es exigencia política radical. No es pacifismo abstracto sino demanda concreta: cese de la represión franquista.

“Y la palabra”:

La palabra es lo que la dictadura niega. Pedir la palabra es exigir derecho a expresión, a existencia pública, a nombre propio. La conjunción “y” equipara paz y palabra: ambas son igualmente necesarias e igualmente negadas.

Otero añade en poemas posteriores: “Si me muero, que sepan que he vivido / luchando por la vida y por la paz”. La poesía es testimonio biográfico: no solo denuncia sino que deja constancia de que hubo resistencia.

3.3. Manuel Lozano Figueroa: “No me llamen poeta”

El prólogo de De lo visceral a la piel funciona como anti-manifiesto o manifiesto negativo. Donde Celaya afirma (“la poesía es un arma”), Lozano niega (“no me llamen poeta”). Analicemos las tesis:

Primera tesis: Rechazo del título de poeta

“Ruego encarecidamente que, en este momento, y desde mi petición más honesta, no me llames, no me definas de tal manera, porque la realidad es que no considero ser digno de tan alto honor”.

Donde Celaya se proclama poeta-guerrero, Lozano se define como “contador de pequeñas historias rimadas”. Esta humildad es estrategia de desacralización: rechazar privilegio simbólico del Poeta como figura excepcional.

Segunda tesis: Poesía como necesidad fisiológica

“Todo comienza con bajas pulsaciones, la mayoría de las veces, porque algo brota, algo que me preocupa, me seduce y enamora, me aterra, indigna o simplemente no puedo sostener dentro de mí”.

Similar a Celaya en que la poesía es necesidad, no lujo. Pero Lozano la describe en términos más somáticos que políticos: “algo brota” es metáfora orgánica, vegetal, involuntaria. No hay voluntad heroica de combate sino urgencia expresiva.

Tercera tesis: Poesía como testimonio

“Realmente, de forma general, ¿somos conscientes de este drama que hace que, por necesidad, algunas personas se jueguen la vida? Estamos inmersos en una sociedad a veces indolente, anestesiada por la repetición del horror”.

La función de la poesía es testimoniar contra la anestesia. Donde Celaya promete futuro liberador, Lozano solo promete no callar, mantener viva la memoria. Es función más modesta pero quizá más realista.

Cuarta tesis: Rechazo de la mercantilización

“Por eso, no pongo mi voz en venta. Me niego a ser cómplice, a callar”.

En contexto de profesionalización neoliberal, declarar que la voz no está en venta es equivalente político de escribir en dictadura: rechazo de la presión dominante (entonces censura estatal, ahora mercado cultural).

3.4. Comparación de poéticas

Aspecto Celaya (1955) Lozano (2025)
Autopercepción Poeta-guerrero, ingeniero del verso Contador de historias, no-poeta
Función de la poesía Arma de transformación Testimonio contra amnesia
Horizonte temporal Futuro revolucionario Presente sin redención
Destinatario El pueblo (clase trabajadora) Lectores cómplices potenciales
Enemigo Dictadura, burguesía Mercado, indiferencia, silencio
Tono Combativo, proclamatorio Urgente, testimonial

 

La diferencia fundamental: Celaya tiene programa político (socialismo); Lozano tiene posición ética (no callar) sin programa de transformación estructural.

  1. DESTINATARIO Y FUNCIÓN SOCIAL

4.1. “La inmensa mayoría”: el pueblo como destinatario (años 50)

Blas de Otero subtituló uno de sus libros “Para la inmensa mayoría”, expresión que resume la ambición de la poesía social: llegar al pueblo, no a élites culturales.

¿Quién es “el pueblo” en años 50?

  • Clase trabajadora urbana y rural
  • Campesinos, obreros industriales
  • Víctimas de la represión franquista
  • Analfabetos y semi-analfabetos (la tasa de analfabetismo en España 1950 era cercana al 20%)

Problema pragmático:

¿Llegaba realmente la poesía social a este destinatario? La respuesta es mayormente negativa: los libros de Celaya y Otero circulaban en universidades, círculos intelectuales de izquierda, no en fábricas ni campos. El “pueblo” era más destinatario imaginado que real.

Función atribuida:

La poesía debía concientizar, movilizar, dar voz a los sin voz. Funcionaba como pedagogía política: enseñar al oprimido su condición y la posibilidad de transformarla.

4.2. El lector cómplice: destinatario del siglo XXI

Lozano Figueroa no habla de “inmensa mayoría” sino que interpela a lectores individuales potencialmente cómplices de la injusticia.

El poema “El silencio” ejemplifica esta interpelación:

“El silencio de quienes otorgan en su complicidad, / en su inoperante compromiso, / en la cobardía disfrazada de prudencia”.

El destinatario no es la víctima sino el espectador cómodo: clase media europea que lee poesía, tiene acceso cultural, pero permanece indiferente ante crisis migratoria.

Función atribuida:

La poesía no va a transformar estructuras (realismo sobre límites) pero puede:

  • Incomodar al lector satisfecho
  • Impedir normalización del horror
  • Mantener memoria de las víctimas
  • Construir comunidad de resistencia minoritaria

Esta es función más modesta pero quizá más honesta que la pedagógica-revolucionaria de los 50.

4.3. Comparación de funciones sociales

Años 50 (Celaya, Otero):

  • Destinatario: El pueblo oprimido
  • Función: Concientización → movilización → revolución
  • Horizonte: Transformación estructural de la sociedad
  • Resultado histórico: La poesía no generó revolución; el franquismo terminó por agotamiento interno y presiones internacionales, no por movilización popular poéticamente inspirada

Siglo XXI (Lozano):

  • Destinatario: Lector cómplice potencial (clase media culta)
  • Función: Testimonio → interpelación → incomodidad → (quizá) acción individual
  • Horizonte: Resistencia sin victoria garantizada
  • Resultado: Por evaluar, pero expectativas más modestas
  1. LENGUAJE Y ESTRATEGIAS FORMALES

5.1. La claridad como imperativo: años 50

La poesía social de los 50 rechaza el hermetismo de corrientes anteriores (surrealismo, poesía pura) y apuesta por claridad comunicativa.

Recursos formales típicos:

  1. a) Verso corto y ritmo marcado

Celaya: “Tal es mi poesía: poesía-herramienta / a la vez que latido de lo unánime y ciego”

El verso corto (generalmente octosílabo o endecasílabo) facilita memorización y recitación. El ritmo marcado acerca la poesía al canto popular.

  1. b) Lenguaje coloquial

Otero: “Porque vivimos a golpes” usa sintaxis directa, vocabulario cotidiano. No hay cultismos, no hay referencias eruditas inaccesibles.

  1. c) Figuras retóricas simples

Metáforas transparentes (“poesía-herramienta”, “arma cargada de futuro”), anáforas evidentes, paralelismos. No hay ambigüedad calculada ni ironía compleja.

  1. d) Tono proclamatorio

Uso frecuente de imperativos, exclamaciones, apóstrofes. El poema interpela directamente, no sugiere oblicuamente.

Riesgo de esta estrategia:

La simplificación puede derivar en empobrecimiento poético: prosa versificada, consigna rimada, panfleto. Los mejores poemas sociales (muchos de Otero, algunos de Celaya) logran equilibrio entre claridad y densidad lírica.

5.2. Accesibilidad sin simplismo: estrategia de Lozano

Lozano Figueroa hereda el imperativo de claridad pero con matices:

Recursos formales:

  1. a) Verso libre con ritmo irregular

“Soñó donde nadie sueña. / Volvi a ver el viejo manto verde / de árboles milenarios”

El verso es libre (no hay métrica regular) pero mantiene musicalidad. Alterna versos cortos y largos, generando ritmo respiratorio, no mecánico.

  1. b) Lenguaje directo con momentos de intensidad lírica

“Y el cayuco lloró, / con amargo y negro llanto”

Combina claridad sintáctica (“el cayuco lloró”) con imagen poética potente (“amargo y negro llanto”). No renuncia a la belleza formal.

  1. c) Fusión de registros

En un mismo poema pueden aparecer:

  • Lenguaje coloquial: “pa qué más dictao”
  • Lenguaje lírico: “luna ardiente entre mis brazos”
  • Lenguaje político: “usureros del alma, asesinos del alba”

Esta heterogeneidad es propia del siglo XXI, donde las fronteras entre registros son más porosas.

  1. d) Tono testimonial más que proclamatorio

Donde Celaya proclama (“Maldigo la poesía…”), Lozano testimonia (“Soñó donde nadie sueña”). El tono es más contenido, menos heroico.

5.3. Comparación formal

Recurso Años 50 Siglo XXI (Lozano)
Metro Regular (octosílabo, endecasílabo) Libre
Rima Frecuente (asonante) Ocasional
Sintaxis Simple, directa Variable (simple en políticos, compleja en íntimos)
Léxico Coloquial sistemático Fusión de registros
Tono Proclamatorio, imperativo Testimonial, urgente
Figuras Simples, transparentes Mezcla (transparentes + complejas)

 

La diferencia fundamental: años 50 buscan homogeneidad formal al servicio de mensaje político; siglo XXI admite heterogeneidad porque el mensaje es más complejo.

  1. TEMAS Y CONTENIDOS

6.1. Temas centrales de la poesía social años 50

  1. a) La denuncia de la represión franquista

Aunque oblicua por censura, es tema omnipresente. Otero: “Pido la paz” es petición que presupone violencia.

  1. b) La solidaridad de clase

Identificación con obreros, campesinos, víctimas. Celaya: “Yo me siento un ingeniero del verso y un obrero”.

  1. c) La esperanza revolucionaria

Fe en que el futuro será mejor, que la lucha tiene sentido. Celaya: “arma cargada de futuro”.

  1. d) La función del poeta

Reflexión metapoética sobre el papel social del escritor.

Temas mayormente ausentes:

  • Intimidad erótica (considerada burguesa, escapista)
  • Naturaleza contemplativa (salvo como alegoría social)
  • Experimentación formal (considerada formalismo evasivo)
  • Ambigüedad ética (el binarismo dictadura/resistencia no admite grises)

6.2. Temas en Lozano Figueroa: amplitud y complejidad

De lo visceral a la piel aborda:

  1. a) Erotismo y celebración del cuerpo

“Nuestra bachata”, “En una hamaca blanca”, “Sueño de un romance en Cádiz”: poemas de gozo sexual explícito, sin culpa ni sublimación.

  1. b) Crisis migratoria y violencia estructural

“Prohibido vivir”, “Mi voz no está en venta”, “La consecuencia”: denuncia de políticas migratorias, capitalismo, genocidio.

  1. c) Duelo y amistad

“En mi memoria”, “Pino y Caoba”: elegías a amigos muertos, celebración de vínculos afectivos.

  1. d) Identidad territorial y cultural

“Sueño de un romance en Cádiz”, “Odas a Titi Flores”: reivindicación de Andalucía, flamenco, cultura popular.

  1. e) Violencia de género

“María del Mar”, “La lunita llena”: prostitución, feminicidio.

  1. f) Existencia y soledad

“La vida”, “La soledad”, “El veneno en la sangre”: reflexión sobre finitud, angustia, sentido.

6.3. Comparación temática

La diferencia crucial es que Lozano no separa lo íntimo de lo político. En el mismo libro donde denuncia el genocidio palestino (“La consecuencia”) celebra el sexo en la playa (“Sueño de un romance en Cádiz”).

Esta fusión es impensable en poesía social años 50, donde lo erótico era sospechoso de escapismo burgués. Lozano argumenta implícitamente: quien celebra el cuerpo propio debe defender el cuerpo ajeno. El gozo sexual y la indignación ante los cuerpos ahogados son coherentes, no contradictorios.

Esto conecta con feminismo de segunda ola (“lo personal es político”) y con comprensión post-marxista de que la opresión no es solo económica sino también corporal, afectiva, cultural.

VII. POSICIONAMIENTO DEL SUJETO LÍRICO

7.1. El poeta como representante del pueblo (años 50)

En Celaya y Otero, el yo lírico tiende a disolverse en un nosotros colectivo.

Celaya: “Quisiera daros vida, provocar nuevos actos”

El “yo” es portavoz que habla por los que no pueden hablar. Esta posición es generosa pero también problemática: ¿quién autorizó al poeta (intelectual de clase media) a hablar por el obrero?

7.2. El poeta como testigo culpable (siglo XXI)

Lozano se sitúa como espectador europeo que asume su complicidad.

“Una risa nerviosa, impotente, / acidifica mi sangre / y batalla a duras penas contra el odio”

El yo lírico es impotente, nervioso, al borde del odio. No es héroe sino testigo abrumado por la magnitud del horror. Esta honestidad es más humilde que la posición de los 50.

 

 

7.3. Comparación de sujetos líricos

Aspecto Años 50 (Celaya, Otero) Siglo XXI (Lozano)
Identidad Poeta-guerrero, portavoz del pueblo Contador de historias, testigo
Autoridad Asumida (habla por otros) Cuestionada (no-poeta)
Posición Identificación con oprimidos Reconocimiento de complicidad
Tono emocional Indignación combativa, esperanza Impotencia, rabia contenida
Relación con destinatario Pedagógica (enseña al pueblo) Horizontal (interpela a iguales)

 

La evolución representa paso del héroe al testigo, de la certeza al cuestionamiento, de la representación (hablar por otros) al testimonio (hablar desde la propia posición).

 

 

 

VIII. RELACIÓN CON LA INSTITUCIÓN LITERARIA

8.1. Años 50: entre clandestinidad y marginalidad controlada

Circuitos de publicación:

  • Editoriales extranjeras (México, Argentina) para evitar censura
  • Editoriales españolas toleradas (porque la poesía tenía audiencia limitada, menos peligrosa que novela o periodismo)
  • Circulación clandestina de poemas en fotocopias, recitales privados

Relación con Academia:

Contradictoria. Muchos poetas sociales eran profesores universitarios (Celaya era ingeniero reconvertido a poeta, Otero había estudiado en seminario). Había tensión entre marginalidad política y legitimidad cultural: eran poetas reconocidos pero políticamente sospechosos.

Premios y reconocimiento:

Otero ganó premios importantes (Premio de la Crítica). Celaya fue traducido internacionalmente. La poesía social tuvo momento de hegemonía cultural en los 50-60, antes de ser desplazada por novísimos.

8.2. Siglo XXI: marginalidad voluntaria en mercado saturado

Contexto editorial:

  • Grandes grupos editoriales (Planeta, Penguin Random House) publican poca poesía y solo de autores consagrados
  • Pequeñas editoriales independientes (como Poesía eres tú, donde publica Lozano) con distribución limitada
  • Autoedición digital en Amazon
  • Redes sociales como plataforma alternativa

Posición de Lozano:

Publica en Editorial Poesía eres tú, sello pequeño e independiente. Esta elección es marginalidad voluntaria: podría buscar editorial más grande (con las concesiones que eso implicaría) pero opta por autonomía.

Su declaración “Mi voz no está en venta” es rechazo explícito de la lógica comercial. En sistema donde el éxito se mide en ventas, premios, reseñas en El País, rechazar esa lógica es situarse en contraposición estructural.

Comparación:

  • Años 50: Marginalidad impuesta por dictadura, pero con legitimidad cultural entre intelectuales
  • Siglo XXI: Marginalidad elegida frente a mercado, sin gran legitimidad académica ni visibilidad mediática

 

 

  1. RUPTURAS FUNDAMENTALES

9.1. La pérdida de fe mesiánica

La ruptura más profunda entre generación del 50 y siglo XXI es la ausencia de horizonte utópico.

Años 50:

Celaya: “Tal es, arma cargada de futuro expansivo”

El futuro es “expansivo”: crece, se despliega inevitablemente hacia la liberación. Hay teleología histórica: la historia tiene dirección y esa dirección es la justicia.

Esta fe se apoya en:

  • Marxismo (materialismo histórico: el socialismo es inevitable)
  • Victorias recientes (URSS derrotó a Hitler, China se hizo comunista, descolonización avanza)
  • Juventud del poeta (Celaya y Otero escriben en sus 30-40 años, con energía vital)

Siglo XXI:

Lozano: “Hoy se reduce todo a un solo grito: / ¡sobrevivir!”

No hay futuro redentor, solo supervivencia presente. El horizonte no es la victoria sino la resistencia.

Esta pérdida de fe se debe a:

  • Colapso del socialismo real (caída del Muro de Berlín 1989, disolución URSS 1991)
  • Hegemonía neoliberal (“no hay alternativa” de Thatcher)
  • Fracasos de movimientos sociales (15-M no generó cambio estructural)
  • Crisis climática (conciencia de que quizá no haya futuro habitable)

El paso de “futuro expansivo” a “sobrevivir” es paso del optimismo revolucionario al realismo sombrío.

9.2. La ausencia de marco ideológico partidista

Años 50:

La poesía social estaba mayormente vinculada al Partido Comunista Español (PCE) o a sindicatos de izquierda. Había marco ideológico claro:

  • Análisis marxista de la realidad (lucha de clases)
  • Programa político definido (revolución socialista)
  • Organización colectiva (partidos, sindicatos)

Siglo XXI:

Lozano no menciona partidos, no cita a Marx, no propone programa. Su compromiso es humanista difuso: defensa de la dignidad humana sin adscripción ideológica precisa.

Esto responde a:

  • Descrédito de partidos (corrupción, distancia de bases)
  • Fragmentación de izquierdas (no hay movimiento hegemónico)
  • Complejidad de opresiones (no solo clase: también género, raza, ecología, migración)

El compromiso se vuelve ético más que político: no “lucho por el socialismo” sino “me niego a callar ante la injusticia”.

9.3. La fusión de lo íntimo y lo político

Años 50:

Separación tajante. Lo íntimo (amor, sexo, familia) se consideraba burgués, evasivo. El poeta comprometido debía sacrificar lo personal por lo colectivo.

Otero escribió algunos poemas amorosos, pero los publicó en libros separados de los poemas políticos, como si fueran géneros incompatibles.

Siglo XXI:

Lozano mezcla en el mismo libro poemas eróticos y políticos. El paso de “Nuestra bachata” (sexo explícito) a “Prohibido vivir” (crisis migratoria) es inmediato, sin transición.

Esta fusión argumenta implícitamente: la vida no se divide en compartimentos. El mismo cuerpo que goza es el cuerpo amenazado por el sistema. La defensa del placer es coherente con la denuncia del sufrimiento.

Esto conecta con feminismo (“lo personal es político”) y con crítica postmoderna de las dicotomías.

9.4. La conciencia de los límites

Años 50:

Celaya creía que la poesía podía contribuir efectivamente a la transformación social. No se cuestionaba la eficacia del arma.

Siglo XXI:

Lozano admite la impotencia: “una risa nerviosa, impotente, / acidifica mi sangre”.

La poesía no va a detener cayucos, no va a cambiar políticas migratorias. Pero puede testimoniar, incomodar, mantener viva la memoria.

Esta modestia es más honesta pero también más melancólica: se escribe sabiendo que no se ganará.

  1. CONTINUIDADES ESENCIALES

A pesar de las rupturas, hay continuidades fundamentales que permiten hablar de tradición de poesía comprometida:

10.1. Rechazo del esteticismo desvinculado

Tanto Celaya como Lozano rechazan la poesía ornamental, el arte por el arte.

Celaya: “Maldigo la poesía concebida como un lujo cultural”

Lozano: “Mi voz no callará, / ni se asentará en un lecho de palabras rimbombantes y estéticas”

La formulación es casi idéntica con 70 años de distancia. Ambos defienden que la palabra debe servir a algo más que a sí misma.

10.2. Imperativo de accesibilidad

Ambos rechazan el hermetismo elitista.

Celaya: “Es algo como el aire que todos respiramos”

Lozano: “Soy un cuentacuentos en versos, un contador de pequeñas historias más o menos rimadas”

La poesía debe ser comprensible para audiencia amplia, no código para iniciados.

10.3. Denuncia de injusticias estructurales

Ambos identifican que el sufrimiento no es natural sino producido por sistemas de poder.

Celaya denuncia dictadura y capitalismo. Lozano denuncia neoliberalismo, políticas migratorias, genocidio.

Cambia el enemigo concreto, pero persiste la comprensión de que hay responsables institucionales del dolor.

10.4. Destinatario popular (aunque redefinido)

Ambos escriben para gente común, no para élites culturales.

Celaya: “Para la inmensa mayoría”

Lozano: “Contador de pequeñas historias” (no gran poeta para Academia)

La diferencia es que Lozano es más realista sobre quién lee poesía en el siglo XXI (clase media con acceso cultural), pero mantiene voluntad de accesibilidad.

10.5. Autorreflexividad metapoética

Ambos reflexionan explícitamente sobre la función de la poesía.

No escriben solo poemas sino también manifiestos, declaraciones de poética. Esta autoconciencia distingue la poesía comprometida de otros géneros: el poeta siente necesidad de justificar por qué escribe, para qué, con qué derecho.

  1. CONTEXTO COMPARADO: OTRAS TRADICIONES

11.1. Poesía política latinoamericana

Pablo Neruda (Canto General, 1950) es referencia para Celaya. Neruda combina lirismo exuberante con denuncia política. Influye en poesía social española pero con diferencia: Neruda tiene épica de construcción (celebra revoluciones triunfantes: Chile de Allende, Cuba de Castro), mientras españoles del 50 escriben en derrota.

Ernesto Cardenal (Nicaragua) desarrolla “poesía exteriorista”: incorporar lo cotidiano, lo político, lo histórico sin renunciar a densidad. Influye en generaciones posteriores.

Comparación con Lozano:

Comparte con Neruda y Cardenal la denuncia del imperialismo, pero sin su fe en revoluciones concretas. Es más sobrio, menos épico.

11.2. Poesía testimonial de conflictos

Mahmud Darwish (Palestina) escribe desde víctima directa de ocupación. Su Diario de una herida palestina es testimonio en primera persona.

Diferencia con Lozano:

Darwish habla desde dentro del conflicto. Lozano habla desde afuera (Europa) sobre conflictos que le son ajenos biográficamente. Esto plantea problema ético de representación: ¿puede el europeo hablar de la tragedia palestina o migratoria sin apropiación indebida?

Lozano intenta resolverlo situándose como testigo culpable, no como portavoz.

11.3. Poesía beat y contracultura

Allen Ginsberg (Howl, 1956) denuncia capitalismo, guerra, represión sexual en EE.UU.. Usa verso largo, acumulación enumerativa, tono profético.

Diferencia con poesía social española:

Beat tiene dimensión contracultural (drogas, sexo libre, misticismo oriental) que la poesía social española no tiene. Celaya y Otero son más sobrios, más ligados a marxismo ortodoxo.

Cercanía con Lozano:

La fusión de denuncia política y exploración de la sexualidad en Lozano lo acerca más a beat que a poesía social clásica española.

 

 

XII. EVOLUCIÓN INTERNA DE LA POESÍA SOCIAL ESPAÑOLA

12.1. Etapa fundacional: años 40-50

Características:

  • Poesía “desarraigada” (Dámaso Alonso, Hijos de la ira, 1944): angustia existencial en posguerra
  • Transición hacia compromiso explícito (Celaya, Otero, Hierro)
  • Influencia de Neruda y poetas sociales latinoamericanos

12.2. Consolidación: años 50-60

Apogeo de la poesía social:

  • Hegemonía cultural (no política: el régimen sigue siendo dictadura)
  • Vínculos con PCE clandestino
  • Publicaciones en el extranjero
  • Debates internos sobre efectividad

Autocrítica:

A finales de los 60, algunos poetas sociales (incluido Celaya) autocritican el didactismo, la simplificación formal. Reconocen que la poesía no generó revolución.

 

12.3. Eclipse: años 70-90

Novísimos (años 70):

Generación que rechaza tanto poesía social como poesía existencial. Apuestan por culturalismo, referencias pop, experimentación. El compromiso político se considera ingenuo.

Poesía de la experiencia (años 80-90):

Luis García Montero y otros reivindican lo biográfico, lo narrativo, pero desde ironía distanciada. No hay compromiso político explícito.

Poesía del silencio:

Corriente que cultiva minimalismo, sugerencia, hermetismo. Antítesis de la claridad comunicativa.

Resultado:

La poesía comprometida queda marginalizada durante tres décadas. Persiste en autores minoritarios (Antonio Gamoneda, que gana Premio Cervantes 2006 reivindicando poesía arraigada en lo real).

12.4. Retorno: siglo XXI

Factores del retorno:

  • Crisis económica 2008: Vuelve la urgencia de la denuncia social
  • 15-M (2011): Movimiento social que reactiva política en las calles
  • Crisis migratoria: Tragedia humanitaria que exige respuesta
  • Ascenso de extrema derecha: Necesidad de contrarrestar discursos xenófobos

Nuevas voces:

  • Jorge Riechmann (ecosocialismo poético)
  • Antonio Orihuela (Libro de los números, compromiso político explícito)
  • Poetas del 15-M (recitales en asambleas, spoken word)
  • Poetas migrantes (Donato Ndongo, Najat El Hachmi escribiendo en español)
  • Manuel Lozano Figueroa

Características del retorno:

No es simple repetición de años 50. Es compromiso reconfigurado:

  • Sin fe mesiánica
  • Sin marco partidista claro
  • Con fusión de registros (íntimo + político)
  • Con conciencia de límites
  • Con nuevos temas (ecología, migración, feminismo)

 

 

XIII. SÍNTESIS COMPARATIVA: TABLA COMPREHENSIVA

Dimensión Gabriel Celaya (años 50) Manuel Lozano (2025)
Contexto político Dictadura franquista Democracia neoliberal
Represión Directa (censura, cárcel) Indirecta (mercado)
Horizonte utópico Revolución socialista Ausente (resistencia)
Marco ideológico Marxismo, PCE Humanismo ético difuso
Destinatario El pueblo (clase obrera) Lector cómplice potencial
Función poesía Arma de transformación Testimonio contra amnesia
Temas Represión, solidaridad de clase Migración, neoliberalismo, + íntimos
Sujeto lírico Poeta-guerrero, portavoz Testigo culpable, no-poeta
Forma Verso regular, rima frecuente Verso libre, rima ocasional
Lenguaje Coloquial sistemático Fusión de registros
Tono Proclamatorio, combativo Testimonial, urgente
Relación institución Marginalidad forzada + legitimidad cultural Marginalidad elegida sin gran legitimidad
Eficacia esperada Alta (poesía transforma) Baja (poesía testimonia)
Emoción dominante Indignación + esperanza Impotencia + rabia
Resultado histórico No generó revolución Por evaluar

 

XIV. VALORACIÓN CRÍTICA

14.1. Logros de la poesía social años 50

  1. a) Dignificación del compromiso

Demostraron que la poesía puede ser políticamente comprometida sin caer necesariamente en panfleto. Los mejores poemas (muchos de Otero) mantienen densidad lírica.

  1. b) Testimonio histórico

Dejaron constancia de que no todos callaron bajo dictadura. Esto tiene valor histórico independiente de su eficacia política inmediata.

  1. c) Renovación del lenguaje poético

Incorporaron oralidad, coloquialismo, sintaxis directa que influyó en generaciones posteriores.

14.2. Límites de la poesía social años 50

  1. a) Ingenuidad sobre eficacia

Creyeron que la poesía cambiaría la realidad más de lo que realmente puede. El franquismo no cayó por poemas sino por agotamiento interno y presiones económicas internacionales.

  1. b) Simplificación formal

En su búsqueda de claridad, muchos poemas cayeron en prosa versificada sin tensión lírica.

  1. c) Maniqueísmo

La dicotomía buenos/malos, pueblo/dictadura, aunque comprensible en contexto, empobreció la representación de la realidad.

  1. d) Patriarcado no cuestionado

La poesía social fue mayormente masculina y no cuestionó opresiones de género. Las pocas poetas (Gloria Fuertes) fueron marginalizadas dentro de la propia tradición comprometida.

14.3. Logros de Lozano Figueroa

  1. a) Actualización del compromiso

Demuestra que es posible poesía comprometida en siglo XXI sin repetir fórmulas caducas.

  1. b) Fusión de registros

La mezcla de íntimo y político enriquece ambos: el erotismo se politiza, la política se encarna.

  1. c) Honestidad sobre límites

Admite la impotencia sin caer en cinismo. Escribe sabiendo que no transformará estructuras, pero mantiene la resistencia testimonial.

  1. d) Accesibilidad sin simplismo

Logra claridad comunicativa sin renunciar a momentos de intensidad lírica.

14.4. Límites de Lozano Figueroa

  1. a) Melancolía paralizante

La ausencia de horizonte utópico puede generar impotencia aprendida: si no hay futuro mejor posible, ¿para qué luchar?

  1. b) Generalización abstracta

Momentos donde la denuncia se queda en abstracciones (“los poderosos”, “el sistema”) sin especificar responsables concretos.

  1. c) Problema de representación

Como europeo blanco, habla de tragedias (migración africana, genocidio palestino) que no vive en carne propia. Aunque intenta hacerlo desde posición de testigo culpable, la estructura de enunciación sigue siendo problemática.

  1. d) Alcance limitado

Publicar en editorial pequeña con distribución limitada confina la obra a círculo minoritario. La voluntad de llegar al pueblo choca con realidad del mercado editorial.

  1. CONCLUSIONES

15.1. La poesía social como tradición transformada

El análisis comparativo demuestra que la poesía social española no ha muerto sino que se ha metamorfoseado. Entre Celaya (años 50) y Lozano (2025) hay genealogía reconocible pero atravesada por transformaciones históricas profundas.

Continuidades esenciales:

  • Rechazo del esteticismo desvinculado
  • Imperativo de accesibilidad comunicativa
  • Denuncia de injusticias estructurales
  • Destinatario popular (aunque redefinido)
  • Autorreflexividad metapoética sobre función social del poeta

Rupturas fundamentales:

  • Pérdida de fe mesiánica en futuro redentor
  • Ausencia de marco ideológico partidista
  • Fusión de lo íntimo y lo político
  • Conciencia de los límites de la intervención poética
  • Respuesta a nuevos contextos (migración, neoliberalismo, crisis climática)

 

15.2. De la revolución al testimonio

La transformación más significativa es el paso de la poesía-arma (Celaya) a la poesía-testimonio (Lozano).

Años 50: La poesía aspira a transformar la realidad, a movilizar masas, a contribuir a revolución.

Siglo XXI: La poesía aspira a testimoniar el horror, impedir su normalización, mantener viva la memoria, interpelar al cómplice.

Esta transformación no es necesariamente rebaja de ambiciones sino realismo sobre posibilidades. Después del colapso de utopías del siglo XX, la poesía comprometida del XXI debe encontrar formas de intervención que no dependan de fe en futuro redentor.

15.3. Del pueblo al lector cómplice

Otra transformación crucial es en el destinatario.

Años 50: “La inmensa mayoría” (Otero), el pueblo oprimido que debe ser concientizado.

Siglo XXI: El lector culpable, el espectador cómodo que debe ser interpelado sobre su complicidad.

Este cambio responde a transformación social: en España 2025, la mayoría tiene acceso a educación, información, relativo bienestar. El problema no es tanto falta de conciencia como indiferencia pese a la conciencia. La poesía de Lozano apunta a esa indiferencia.

15.4. La fusión de registros como innovación

Una de las aportaciones más significativas de la poesía comprometida del XXI es la integración de lo íntimo y lo político sin jerarquías.

Donde la poesía social clásica separaba (lo íntimo era burgués, lo político era serio), Lozano fusiona: el mismo libro que denuncia genocidio celebra el goce sexual.

Esta fusión argumenta: la vida no se divide en compartimentos. El cuerpo que goza es el cuerpo amenazado. La defensa del placer es coherente con la denuncia del sufrimiento.

Esto conecta con feminismo (“lo personal es político”) y con comprensión post-marxista de que la opresión no es solo económica sino también corporal, afectiva, existencial.

15.5. El dilema de la eficacia

Ambas generaciones enfrentan la pregunta: ¿sirve para algo la poesía comprometida?

Respuesta años 50: Sí, contribuye a transformación social.

Resultado histórico: El franquismo no cayó por poemas. La transición vino por factores económicos, presiones internacionales, agotamiento del régimen.

Respuesta siglo XXI: No transformará estructuras, pero puede testimoniar, incomodar, preservar memoria.

Resultado: Por evaluar, pero con expectativas más modestas y quizá más realistas.

La honestidad de Lozano sobre los límites es tanto fortaleza ética (no promete lo que no puede cumplir) como debilidad estratégica (¿cómo movilizar sin esperanza?).

 

 

 

15.6. ¿Es posible poesía comprometida sin utopía?

La pregunta de fondo es: ¿puede sostenerse compromiso político sin horizonte de victoria?

Argumentos a favor:

  • El testimonio tiene valor en sí mismo, independiente de efectos
  • La resistencia es valiosa aunque no triunfe
  • Mantener viva la memoria es función esencial
  • Impedir normalización del horror es ya intervención política

Argumentos en contra:

  • Sin esperanza de victoria, el compromiso se vuelve gesto vacío
  • El testimonio sin programa político es impotente
  • La melancolía paraliza más que moviliza
  • El realismo sobre límites puede ser coartada para no actuar

Lozano no resuelve este dilema, lo encarna tensamente. Su poesía oscila entre rabia impotente (“una risa nerviosa, impotente”) y negativa rotunda a callar (“Mi voz no está en venta”). Esta tensión no resuelta es quizá lo más honesto que puede ofrecer la poesía comprometida en siglo XXI.

 

15.7. Proyección futura

¿Qué futuro tiene la poesía social española?

Escenario optimista:

Las crisis actuales (migración, clima, desigualdad) generarán nuevas olas de compromiso. Poetas como Lozano abrirán camino para otros. Se consolidará tradición renovada de poesía testimonial sin ingenuidades mesiánicas.

Escenario pesimista:

La profesionalización neoliberal del campo literario absorberá incluso la poesía comprometida. El “compromiso” se volverá marca comercial (“poesía activista” vendible a clases medias progresistas). La radicalidad será neutralizada.

Escenario más probable:

Convivencia tensa entre poesía institucionalizada y poesía marginal-comprometida. Autores como Lozano mantendrán tradición viva en circuitos alternativos, sin gran impacto mediático pero con función testimonial irreemplazable.

15.8. Valoración final de la evolución

La evolución de Celaya a Lozano representa maduración del compromiso poético español:

  • De la ingenuidad mesiánica al realismo sombrío
  • De la fe revolucionaria a la resistencia testimonial
  • De la certeza ideológica a la honestidad sobre dudas
  • De la heroización del poeta a su desacralización
  • Del maniqueísmo al reconocimiento de complejidades

Esta maduración implica pérdidas (energía movilizadora, esperanza colectiva) y ganancias (honestidad, complejidad, fusión de registros).

Lo esencial es que la tradición persiste: setenta años después de Celaya, todavía hay poetas que se niegan a callar, que creen que la palabra tiene responsabilidad con lo real, que rechazan el refugio en la torre de marfil.

En tiempos de cinismo generalizado y despolitización cultural, esta persistencia es, en sí misma, acto de resistencia. Celaya y Lozano, separados por tres generaciones, comparten la convicción fundamental: ante la injusticia, el silencio es complicidad.

Esa convicción, esa negativa a callar, es el hilo rojo que atraviesa la poesía social española desde los años 50 hasta hoy. Mientras haya poetas que la sostengan, la tradición estará viva.

 

 

BIBLIOGRAFÍA

Fuentes primarias:

  • Celaya, Gabriel. “La poesía es un arma cargada de futuro”. En Cantos íberos. Alicante: Verbo, 1955.
  • Lozano Figueroa, Manuel. De lo visceral a la piel. Madrid: Editorial Poesía eres tú, 2025.
  • Otero, Blas de. Pido la paz y la palabra. Torrelavega: Cantalapiedra, 1955.

Estudios sobre poesía social española:

  • Bagué Quílez, Luis (ed.). «Si mi pluma valiera tu pistola»: agitación y propaganda en la poesía española contemporánea. Madrid: Ediciones Complutense, 2024.
  • Lechner, J. El compromiso en la poesía española del siglo XX. Leiden: Universitaire Pers, 1968.
  • Poesía eres tú. “Comparación entre la poesía del siglo XX y la del siglo XXI”, 2024.
  • Sánchez Vidal, Agustín. “La poesía social en España”, 2018.

Sobre compromiso poético en siglo XXI:

  • Iravedra Valea, Araceli. “¿La poesía es un arma de futuro cargada? Los compromisos poéticos posmodernos o el canon bajo sospecha”. Tropelías, 2018.
  • Riechmann, Jorge. Poesía practicable. Madrid: Libros de la Catarata, 2018.

 

Contexto histórico:

  • Abellán, José Luis. De la guerra civil al exilio republicano (1936-1977). Madrid: Mezquita, 1983.
  • Tuñón de Lara, Manuel. España bajo la dictadura franquista. Barcelona: Labor, 1980.

 

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