Pérez-Ayala, Javier. «Monografía académica: poética de la denuncia y compromiso social en la poesía contemporánea española a partir de de lo visceral a la piel de manuel lozano figueroa». DE LO VISCERAL A LA PIEL. Spain: Zenodo, 20 de diciembre de 2025. https://doi.org/10.5281/zenodo.17999702
MONOGRAFÍA ACADÉMICA
POÉTICA DE LA DENUNCIA: COMPROMISO SOCIAL EN LA POESÍA CONTEMPORÁNEA ESPAÑOLA
Análisis de “Prohibido vivir”, “Mi voz no está en venta” y “La consecuencia” en el contexto de la crisis migratoria y los conflictos geopolíticos del siglo XXI
RESUMEN
La presente monografía examina tres poemas de compromiso social en el poemario De lo visceral a la piel de Manuel Lozano Figueroa (2025): “Prohibido vivir”, “Mi voz no está en venta” y “La consecuencia”. A través del análisis textual, la contextualización histórica y la comparación con la tradición de la poesía social española, se demuestra que estos textos representan una recuperación actualizada del testimonio poético como forma de resistencia ante la normalización del horror. Frente a la anestesia mediática que ha convertido la tragedia migratoria en noticia rutinaria, Lozano Figueroa propone una poesía que no estetiza el sufrimiento sino que lo nombra con precisión testimonial. El estudio sitúa estos poemas en el marco de la poesía crítica española del siglo XXI, identificando continuidades con la tradición de Miguel Hernández y Blas de Otero, pero también diferencias significativas: la ausencia de marco ideológico partidista, la fusión de denuncia social con exploración de la intimidad, y el rechazo explícito a la profesionalización del rol de poeta.
Palabras clave: poesía social, crisis migratoria, compromiso literario, testimonio poético, poesía española siglo XXI, Manuel Lozano Figueroa, denuncia política.
- INTRODUCCIÓN: EL RETORNO DEL COMPROMISO
1.1. Planteamiento del problema
Durante las décadas de 1990 y 2000, la poesía española experimentó un repliegue hacia lo íntimo, lo metapoético y lo irónico. La llamada “poesía de la experiencia” dominó el panorama editorial, con autores como Luis García Montero que exploraban lo biográfico desde la contención emocional y cierta distancia reflexiva. La experimentación formal de los “poetas del silencio” y la nueva épica cultivaban hermetismos que alejaban la poesía del gran público.
Sin embargo, la crisis económica de 2008, los movimientos sociales como el 15-M (2011), el agravamiento de la crisis migratoria en el Mediterráneo (con picos trágicos en 2015-2016 y continuidad hasta 2025), y los conflictos geopolíticos (guerras en Siria, Ucrania, Gaza) han generado un renovado impulso de compromiso social en la poesía española. Este impulso no es homogéneo: va desde la poesía explícitamente activista hasta formas más sutiles de crítica social integrada en exploraciones líricas.
De lo visceral a la piel de Manuel Lozano Figueroa se inscribe en esta recuperación del compromiso, pero con características específicas que merecen análisis detallado. Los tres poemas que nos ocupan —”Mi voz no está en venta”, “El silencio”, “La consecuencia” y “Prohibido vivir”— constituyen el bloque más explícitamente político del poemario y ofren un caso de estudio sobre cómo la poesía española contemporánea está respondiendo a las tragedias humanitarias de nuestro tiempo.
1.2. Objetivos de la investigación
Este estudio se propone:
- Analizar en profundidad los tres poemas mencionados, atendiendo a sus estrategias retóricas, construcción del sujeto lírico, y tratamiento del tema migratorio.
- Contextualizar estos poemas en la tradición de la poesía social española, desde la posguerra (Celaya, Otero, Hierro) hasta las propuestas actuales (Riechmann, Fernández Mallo, poesía post-15M).
- Examinar cómo Lozano Figueroa construye una “poética de la denuncia” que evita tanto el panfleto como la estetización del horror.
- Situar estos textos en el debate sobre la función social de la poesía en el siglo XXI: ¿puede la lírica intervenir políticamente sin traicionar su naturaleza artística?
- Comparar el tratamiento de la crisis migratoria en estos poemas con otras representaciones literarias y mediáticas del fenómeno.
1.3. Marco metodológico
El análisis combina:
- Análisis textual inmanente: examen de recursos retóricos, campos semánticos, estructura sintáctica.
- Crítica ideológica: identificación de posicionamientos políticos implícitos y explícitos.
- Estudios comparativos: diálogo con la tradición de poesía social española e internacional.
- Contexto histórico: situación de los poemas en el marco de la crisis migratoria 2015-2025.
- Teoría del testimonio: aplicación de conceptos de literatura testimonial y poesía documental.
- TRADICIÓN Y RUPTURA: LA POESÍA SOCIAL ESPAÑOLA
2.1. La poesía social de posguerra: Celaya, Otero, Hierro
La llamada “poesía social” española tuvo su auge en los años 50 del siglo XX, como respuesta a la dictadura franquista y a las condiciones de miseria de la posguerra. Gabriel Celaya proclamaba: “La poesía es un arma cargada de futuro”, defendiendo una lírica útil, comunicativa, al servicio de la transformación social.
Características de la poesía social de posguerra:
- Didactismo explícito: El poema debía enseñar, concientizar, movilizar.
- Simplificación formal: Rechazo del esteticismo y del hermetismo, búsqueda de claridad comunicativa.
- Colectivización del yo: El poeta hablaba por el pueblo, representaba al colectivo oprimido.
- Esperanza mesiánica: La poesía anunciaba un futuro mejor, una revolución venidera.
Blas de Otero escribía: “Pido la paz y la palabra”. José Hierro documentaba la vida cotidiana de los trabajadores. Miguel Hernández, desde la cárcel, cantaba a los “hombres del surco” y denunciaba la injusticia.
Límites de esta tradición:
La crítica posterior (especialmente desde posiciones postestructuralistas) cuestionó:
- El instrumentalismo: ¿Debe la poesía subordinarse a fines políticos extraliterarios?
- La ingenuidad formal: La simplificación estética empobrece el lenguaje poético.
- El messianismo: La confianza en que el poema puede cambiar la realidad resultó ingenua.
2.2. El repliegue posmoderno: 1980-2010
Tras la Transición democrática, la poesía social perdió prestigio. Los “novísimos” apostaron por culturalismo y experimentación. La “poesía de la experiencia” exploró lo biográfico desde la ironía. El compromiso político pareció anacrónico.
Esta despolitización no fue inocente: coincidió con el triunfo neoliberal, la idea thatcheriana de que “no hay alternativa”, la mercantilización de la cultura. La poesía se refugió en universidades, se profesionalizó, se volvió autorreferencial.
2.3. El retorno del compromiso: poesía post-15M
La crisis de 2008 y el 15-M generaron nuevas formas de compromiso poético:
- Jorge Riechmann: “Poesía de la conciencia crítica”, con fuerte componente ecosocial.
- Poetas del 15-M: Textos recitados en asambleas, poesía performativa, spoken word.
- Colectivos: “Poesía ante la incertidumbre”, antologías de poesía crítica.
- Editoriales independientes: Difusión de poesía política desde circuitos alternativos.
Luis Bagué Quílez documenta esta tendencia en su estudio «Si mi pluma valiera tu pistola»: agitación y propaganda en la poesía española contemporánea (2024), demostrando que el compromiso social ha vuelto con fuerza.
Diferencias con la poesía social de posguerra:
- Desconfianza de las grandes narrativas: No hay ya fe mesiánica en la revolución.
- Mayor complejidad formal: Se puede denunciar sin renunciar a la elaboración estética.
- Pluralidad ideológica: No es solo marxismo: hay ecologismo, feminismo, antimilitarismo.
- Conciencia de límites: La poesía no cambiará el mundo, pero puede testimoniar, incomodar, resistir la amnesia.
2.4. Lozano Figueroa en este contexto
Manuel Lozano Figueroa se sitúa en esta nueva ola de compromiso pero con rasgos específicos:
- Rechazo al rol de poeta: Su declaración “no me llamen poeta” lo distancia de la profesionalización literaria.
- Ausencia de marco ideológico partidista: No escribe desde el marxismo, el anarquismo o el socialismo explícito, sino desde un humanismo de la víctima.
- Fusión de registros: No separa poesía íntima de poesía social; ambas conviven en el mismo libro.
- Testimonio sin esperanza mesiánica: No promete revolución ni futuro mejor, solo se niega a callar.
Esta posición lo acerca más a poetas como Jorge Riechmann (compromiso sin dogma) que a la poesía social clásica (compromiso con programa).
III. ANÁLISIS TEXTUAL: “MI VOZ NO ESTÁ EN VENTA”
3.1. Estructura y estrategia retórica
“Mi voz no está en venta” es un poema de 44 versos distribuidos en estrofas irregulares. La estructura es acumulativa-negativa: comienza enumerando espacios donde la voz del poeta NO estará, para luego afirmar dónde SÍ se situará.
Primera sección (versos 1-15): La negación espacial
“Mi voz no callará, / ni se asentará en un lecho de palabras rimbombantes y estéticas. / Tampoco escalará a la cumbre, / donde los depredadores y carroñeros / se disputan los despojos de Pedro. / Mucho menos / bajará a los oscuros oídos / que solo escuchan el sonido de las monedas”.
La voz poética rechaza tres espacios:
- El esteticismo vacío: “Palabras rimbombantes y estéticas”. Rechazo de la poesía ornamental, del arte por el arte que ignora el sufrimiento.
- El poder político: “La cumbre, donde los depredadores y carroñeros se disputan los despojos de Pedro”. “Pedro” representa al pueblo (nombre genérico español). Los poderosos se reparten el botín de la explotación.
- El mercado: “Oscuros oídos que solo escuchan el sonido de las monedas”. El capital que todo lo mercantiliza.
Esta triple negación establece una ética de la palabra: el poeta no sirve al arte, al poder ni al dinero. ¿A quién sirve entonces?
Segunda sección (versos 16-30): La afirmación del compromiso
“Mi voz no callará / hasta que mis ojos vean / cómo desaparecen los inhumanos guetos, / donde los humildes conviven entre desechos, / ratas y basura”.
Aquí la voz se compromete con objetivos específicos:
- Desaparición de guetos
- Fin del hambre (“El miedo de la gente / no es folclore / que desaparezca con un padrenuestro”)
- Dignidad para los explotados
La referencia al “padrenuestro” es crítica con la religión institucional que ofrece consuelo espiritual sin transformación material.
Tercera sección (versos 31-44): La radicalización del compromiso
“Hoy se reduce todo a un solo grito: / ¡sobrevivir!”
El poema alcanza aquí su tono más extremo:
“Si he de beber / el agua de las charcas fangosas y malolientes, / beberé. / Si he de comer de mi propia carne, / comeré. / Si he de matar a mis enemigos, / que no son más que los enemigos del pueblo, / mataré”.
Esta triplicación anafórica (“Si he de… “) construye un crescendo de radicalidad. El poeta se coloca en posición de identificación total con el oprimido: beberá agua sucia, practicará canibalismo, matará si es necesario para sobrevivir.
Cuarto momento: La interpelación al poder
“Me colgarán de pies y manos, / me llamarán ¡asesino! / Mas yo me pregunto: / ¿cómo se han de llamar / aquellos que siembran el terror / por medio de su poder / desde los gobiernos?”.
El poema invierte la acusación: el verdadero terrorismo no es la violencia de los oprimidos sino la violencia estructural del Estado. Esta inversión dialéctica es clásica en la tradición revolucionaria (Fanon, Sartre).
Cierre: La voz testimonial
“Mi voz no callará. / Mi voz no está en venta”.
El título se repite al final, reforzado. La voz es lo único que el poeta posee y lo único que no se mercantilizará.
3.2. Análisis de recursos literarios
- a) Anáfora política
“Mi voz no callará” se repite tres veces, funcionando como estribillo-consigna. La repetición no es ornamental sino performativa: al repetir, el poeta está cumpliendo lo que dice (no está callando).
- b) Enumeración del horror
La descripción de los guetos (“desechos, ratas y basura”) no usa metáfora sino literalidad testimonial. No embellece el horror: lo nombra crudamente.
- c) Paradoja ética
“Si he de matar a mis enemigos… mataré” plantea una paradoja: ¿puede un poeta comprometido con la vida defender la violencia? Lozano no resuelve la contradicción: la expone crudamente.
- d) Interpelación directa
El uso del futuro (“me colgarán”, “me llamarán”) construye un escenario hipotético donde el poeta es perseguido por su palabra. Esto lo sitúa en tradición de poetas mártires (Hernández, Lorca, Neruda exiliado).
3.3. Problemas del poema
- a) Riesgo de heroización
La construcción del poeta como mártir dispuesto al sacrificio (“me colgarán de pies y manos”) puede resultar autocomplaciente: el poeta se otorga importancia que quizá no tiene.
- b) Retórica de la violencia
“Si he de matar… mataré” es declaración problemática. Puede leerse como:
- Metáfora de radicalidad (no literalmente matar)
- Identificación con el oprimido que no tiene más salida
- Peligrosa justificación de la violencia
El poema no aclara cuál es la lectura correcta, lo cual es tanto su fuerza (ambigüedad productiva) como su debilidad (irresponsabilidad ética).
- c) Generalización abstracta
Aunque hay momentos de concreción (“guetos”, “ratas”, “basura”), el poema tiende a la abstracción: “los depredadores”, “el pueblo”, “los gobiernos”. Falta especificidad: ¿qué guetos concretos? ¿Qué gobiernos específicos? La generalización debilita la denuncia.
- ANÁLISIS TEXTUAL: “EL SILENCIO”
4.1. La doble cara del silencio
Este poema de 29 versos construye una dialéctica del silencio: hay un silencio bueno (contemplativo, amoroso) y un silencio malo (cómplice, cobarde).
Primera parte: El silencio positivo (versos 1-8)
“El silencio, / ese que habita en la mirada del amante, / recreándose ante el cuerpo de su amada. / El del padre ante la ingenuidad de su hijo. / El de la reflexión ante la adversidad. / El del tímido alba / y la majestuosa puesta de sol”.
Aquí el silencio es:
- Erótico (mirada del amante)
- Parental (padre ante hijo)
- Filosófico (reflexión)
- Natural (alba, ocaso)
Este silencio es plenitud, no vacío. Es presencia sin palabras.
Segunda parte: El silencio negativo (versos 9-29)
“El silencio, / ese que el canalla guarda celosamente, / que habita en boca cerrada. / El silencio de quienes otorgan en su complicidad, / en su inoperante compromiso, / en la cobardía disfrazada de prudencia”.
El tono cambia radicalmente. El silencio se vuelve:
- Complicidad (“otorgan en su complicidad”)
- Cobardía (“disfrazada de prudencia”)
- Violencia pasiva (“firma sentencias / sin mancharse sus cobardes manos”)
Tercera parte: El silencio como genocidio (versos 17-29)
“El silencio que no protege, / ese silencio que condena, / el que firma sentencias / sin mancharse sus cobardes manos. / El que aparta la mirada con la excusa perfecta, / mientras la injusticia devora quietud. / El sostén del verdugo, / el abrigo al poder con su manto invisible, / negando al inocente su último grito”.
Aquí el silencio no es solo pasividad sino agencia criminal: firma sentencias, sostiene al verdugo, abriga al poder. Silencio como acción, no como omisión.
Cierre: El silencio como culpa
“Cuando calla ante la injusticia, / no es silencio, / sino culpa; / aplauso oculto / a quien mata”.
El verso final es sentencia inapelable: callar es aplaudir. No hay neutralidad posible. Esta es la tesis política central del poema.
4.2. Estrategias retóricas
- a) Estructura antitética
El poema construye su argumento mediante oposición binaria: silencio bueno vs. silencio malo. Esta claridad expositiva facilita la comprensión pero sacrifica matices.
- b) Personificación del silencio
El silencio es agente activo: “habita”, “guarda”, “firma”, “aparta”, “sostiene”, “abriga”, “niega”. Esta animización convierte la abstracción en personaje, lo cual intensifica la acusación.
- c) Registro acusatorio
El lenguaje es directo, casi jurídico: “firma sentencias”, “cómplices de genocidios”. El poema se constituye como fiscal que acusa.
- d) Segunda persona implícita
Aunque no usa “tú” explícito, el poema interpela al lector: cuando dice “quienes otorgan en su complicidad”, está señalando a cada uno que lee. La lectura es incómoda porque nos sitúa como potenciales culpables.
4.3. El silencio y la crisis migratoria
Aunque el poema no menciona explícitamente la migración, el contexto del poemario lo vincula directamente. El “silencio cómplice” es el de:
- Gobiernos europeos que miran hacia otro lado mientras el Mediterráneo se convierte en cementerio
- Ciudadanos que normalizan las noticias de naufragios
- Medios que banalizan el horror convirtiéndolo en estadística
El poema funciona así como acusación al lector cómodo: si estás leyendo esto sin hacer nada por cambiar la situación, tu silencio es culpa.
4.4. Problemas del poema
- a) Maniqueísmo
La división entre silencio bueno y malo es demasiado nítida. ¿No hay silencios ambiguos? ¿No hay momentos donde callar es prudencia legítima y no cobardía?
- b) Exceso acusatorio
“Cómplices de genocidios y barbaries” es acusación muy fuerte. ¿Todo el que calla es cómplice de genocidio? La hipérbole puede resultar contraproducente: en lugar de interpelar, puede generar rechazo defensivo.
- c) Ausencia de autocrítica
El poeta se sitúa fuera de la acusación: él no calla, él denuncia. Pero ¿no hay también complicidades involuntarias del que escribe? La ausencia de autocrítica debilita la fuerza ética del poema.
- ANÁLISIS TEXTUAL: “LA CONSECUENCIA”
5.1. Estructura: de lo general a lo específico
“La consecuencia” es un poema de 42 versos que funciona como diagnóstico social: describe las consecuencias de un sistema económico-político que el poema no nombra directamente pero que el lector identifica como capitalismo neoliberal.
Primera sección: La palabra que continúa (versos 1-6)
“Mi voz sigue, / sin motivo para mantenerse en el silencio. / Cuando la vida se reduce a escombros, / los sueños se cuentan por pesadillas, / y el canibalismo se concibe / como método y medio de expansión”.
El poema comienza enlazando con “Mi voz no está en venta”: la voz continúa denunciando. La referencia al “canibalismo” como método de expansión metaforiza el capitalismo: un sistema que devora a los débiles para crecer.
Segunda sección: La sociedad anestesiada (versos 7-13)
“Cuando la parte determinante de esta sociedad es la matemática, / sufre como costumbre la miopía / y se vuelve sorda ante el lamento. / Ya no es necesario viajar a la África profunda / para sentir la barbarie, / la atrocidad, / la inhumanidad de la codicia sangrienta”.
Aquí el poema teoriza sobre la anestesia social: cuando todo se reduce a números (matemática), la sociedad pierde capacidad de ver y oír el sufrimiento. La “miopía” y la “sordera” no son defectos individuales sino estructurales.
La referencia a “África profunda” es problemática (reproduce estereotipo colonial de África como espacio de barbarie), pero el punto es: la barbarie ya no está “allá lejos” sino aquí, en Europa.
Tercera sección: El inventario del horror (versos 14-27)
“«¡El agua no se le niega a nadie!», dicen, / y una risa nerviosa, impotente, / acidifica mi sangre / y batalla a duras penas contra el odio. / Bajo los escombros, / el esqueleto de una vieja bicicleta. / El alma de una muñeca de trapo / se ha volatilizado: / solo queda el despojo de una fantasía infantil”.
Esta sección opera mediante enumeración de objetos destruidos: bicicleta, muñeca de trapo. Estos objetos evocan Gaza, Siria, cualquier zona de guerra donde la infancia ha sido aniquilada.
La mención al agua (“no se le niega a nadie”) es sarcasmo amargo: el derecho al agua se proclama mientras se niega en la práctica.
Cuarta sección: La acusación histórica (versos 28-38)
“¿Qué se puede esperar / de un pueblo que nace estafando a un hermano / con un simple plato de lentejas? / ¿Qué esperar / de quien no aprendió / de su propio holocausto?”.
Aquí el poema se vuelve más arriesgado y problemático. La referencia al “pueblo que nace estafando a un hermano con un plato de lentejas” alude al relato bíblico de Esaú y Jacob. Jacob (que dará origen al pueblo de Israel) engaña a su hermano Esaú vendiéndole un plato de lentejas a cambio de su primogenitura.
La pregunta “¿Qué esperar de quien no aprendió de su propio holocausto?” es explosiva. Está acusando a Israel de reproducir con los palestinos la lógica genocida que sufrieron en el Holocausto nazi.
Esta acusación es:
- Éticamente potente: señala la paradoja de víctimas convertidas en victimarios
- Políticamente arriesgada: puede ser acusada de antisemitismo (equiparar Israel con el nazismo)
- Históricamente discutible: simplifica conflictos complejos
Quinta sección: Los responsables (versos 39-42)
“Usureros del alma, / asesinos del alba. / Labradores de muerte, / poder que gotea sangre, / con serpientes dormidas en el vientre, / llamando justicia / al llanto inocente. / Malditos los que trafican con la vida”.
El poema termina con una maldición bíblica en tono profético. Los responsables son caracterizados con metáforas violentas: usureros, asesinos, labradores de muerte, poder que gotea sangre.
5.2. Estrategias retóricas
- a) Intertextualidad bíblica
El poema usa constantemente referencias bíblicas (Esaú y Jacob, tono profético, maldiciones). Esto le da autoridad moral (habla desde tradición ética milenaria) pero también puede resultar anacrónico.
- b) Enumeración de objetos
La bicicleta y la muñeca de trapo funcionan como sinécdoque del horror: objetos cotidianos destruidos evocan las vidas destruidas sin necesidad de describir cadáveres.
- c) Ironía amarga
“El agua no se le niega a nadie” es cita de lo que “dicen” (los poderosos, los discursos oficiales) seguida de “risa nerviosa, impotente” que evidencia la falsedad.
- d) Interpelación directa
Las preguntas retóricas (“¿Qué se puede esperar…?”) interpelan al lector, lo obligan a posicionarse.
5.3. Problemas del poema
- a) Generalización étnica problemática
Acusar a un “pueblo” (Israel) por las acciones de un gobierno es éticamente cuestionable. No todo israelí apoya la política de su gobierno. La generalización reproduce lógica colectivista que el poema pretende denunciar.
- b) Simplificación del conflicto
El conflicto israelí-palestino es de extrema complejidad histórica. Reducirlo a “víctima que se convierte en verdugo” es comprensible políticamente pero simplifica.
- c) Riesgo de instrumentalización
Este poema puede ser instrumentalizado por discursos antisemitas que usan la crítica a Israel como coartada para odio racial. El poeta debería haber sido más cuidadoso en las distinciones.
- ANÁLISIS TEXTUAL: “PROHIBIDO VIVIR”
6.1. El testimonio de la travesía migratoria
“Prohibido vivir” es el poema que cierra el libro y el más específicamente centrado en la crisis migratoria. Con 40 versos, narra en tercera persona la experiencia de una mujer migrante desde el sueño de escape hasta la muerte en el mar.
Primera sección: El sueño (versos 1-9)
“Soñó donde nadie sueña. / Volvió a ver el viejo manto verde / de árboles milenarios. / La tierra, cómplice. / El sol rojizo ante el empuje / de la roja luna. / Por un momento sintió la sonrisa en sus labios, / sonrisa que tornó / en profundo llanto”.
El poema comienza con un sueño de retorno: la protagonista imagina su tierra de origen (África subsahariana, probablemente) con sus árboles, su tierra, su sol. Pero el sueño se convierte en pesadilla cuando la memoria trae el horror que la obligó a huir.
La frase “Soñó donde nadie sueña” es paradójica: soñar es acto universal, pero el poema dice que ella soñó en un lugar donde eso es imposible. ¿Por qué? Porque su situación es tan extrema que ni siquiera el sueño ofrece escape.
Segunda sección: El horror del origen (versos 10-20)
“Los campos se vistieron de sangre, / atravesados por balas hermanas. / La esclavitud en las tierras, / a cambio de monedas falsas. / Niñas atormentadas por lujuria impune, / ancianos con frío en las tripas, / con frío en el alma. / No llegó a ser tristeza de calle oscurecida, / por la sombra que todo lo cubre, / en la agonía”.
Aquí el poema enumera las razones de la huida:
- Guerra civil (“balas hermanas”)
- Explotación laboral (“esclavitud a cambio de monedas falsas”)
- Violencia sexual (“niñas atormentadas por lujuria impune”)
- Hambre (“ancianos con frío en las tripas”)
La expresión “balas hermanas” es desgarradora: hermanas porque vienen de compatriotas, porque la guerra es fraticidio.
Tercera sección: El paisaje de la devastación (versos 21-30)
“En la lejanía, / los árboles no son árboles: / son estacas torcidas, / ojos de lamento que apenas miran, / cuerpo al descubierto / bajo la lluvia de espinas. / La leche en sus senos / quedó adormecida. / El vástago, en sus brazos, / sin canción de cuna mecida”.
Esta sección es de enorme potencia lírica. Los árboles se convierten en cuerpos torturados: “estacas torcidas”, “ojos de lamento”, “cuerpo al descubierto bajo la lluvia de espinas”. Es imagen de empalamiento, de crucifixión, de tortura pública.
La mujer que huye es madre: lleva un bebé (“vástago”) en brazos. Pero su leche “quedó adormecida”: el trauma ha secado su capacidad de alimentar. No puede cantar canciones de cuna porque no hay nada que celebrar.
Cuarta sección: La travesía marítima (versos 31-36)
“Las aguas estrechas fueron / su última compañía. / La ley que no es de ley / es madera enmudecida, / donde el cuerpo se corrompe / y los gusanos germinan”.
“Las aguas estrechas” son el Estrecho de Gibraltar o el Canal de Sicilia, rutas migratorias donde miles han muerto. El poema no especifica, manteniendo la imagen arquetípica.
“La ley que no es de ley / es madera enmudecida” refiere al cayuco, la patera: embarcación precaria que no debería llamarse barco. La “ley” que debería proteger la vida (derecho internacional, derechos humanos) es “madera enmudecida”: material muerto, inoperante.
La descripción de la muerte es cruda: “el cuerpo se corrompe / y los gusanos germinan”. No hay eufemismo. El cuerpo se pudre en el mar.
Quinta sección: La indiferencia occidental (versos 37-40)
“Soñó con la benevolencia / del blanco estirado; / mas los magos de Occidente / pasaron sin su regalo. / Y el cayuco lloró, / con amargo y negro llanto. / Volaban a su alrededor / nubes de fango y esparto”.
La referencia a “los magos de Occidente” alude a los Reyes Magos, pero invertidos: en lugar de llevar regalos al Niño Jesús, pasan de largo ante la mujer con su bebé moribundo.
“El blanco estirado” es el europeo, caracterizado por su rigidez moral, su altivez, su indiferencia.
El cayuco llora “con amargo y negro llanto”: personificación de la embarcación que se convierte en madre plañidera.
6.2. Estrategias de representación del horror
- a) Tercera persona testimonial
A diferencia de los otros poemas políticos (donde el yo lírico habla en primera persona), aquí se usa tercera persona. Esto crea distancia narrativa: el poeta no se apropia de la experiencia de la migrante sino que la narra desde fuera.
Esta decisión es éticamente compleja:
- Positivo: evita la apropiación indebida (el poeta no puede hablar “como” migrante)
- Negativo: mantiene distancia, no genera identificación plena
- b) Enumeración del horror sin estetización
El poema describe violencias específicas sin metáforas embellecedoras:
- “Niñas atormentadas por lujuria impune”
- “El cuerpo se corrompe y los gusanos germinan”
No hay aquí belleza que redima el horror. La poesía renuncia a su función tradicional de consolar mediante la forma bella.
- c) Imagen arquetípica de la madre con hijo
La mujer migrante con bebé en brazos evoca la imagen de la Virgen con el Niño, pero invertida: aquí no hay salvación sino muerte. Esta inversión de iconografía cristiana (como los “magos de Occidente” que no traen regalo) es estrategia de denuncia: Occidente cristiano traiciona sus propios valores.
- d) Animización del cayuco
El cayuco que “lloró con amargo y negro llanto” personifica la embarcación. El objeto técnico se vuelve sujeto doliente. Esta estrategia genera empatía: si hasta el cayuco llora, ¿cómo no vamos a llorar nosotros?
6.3. El título como sentencia
“Prohibido vivir” es título-sentencia. No dice “difícil vivir” ni “imposible vivir”, sino prohibido: hay agencia, hay quien prohíbe. Alguien (¿quién?: gobiernos, políticas migratorias, Frontex, indiferencia europea) ha dictado que ciertas vidas no pueden ser vividas.
Esta formulación conecta con la teoría de Judith Butler sobre “vidas precarias” y “vidas que no merecen ser lloradas”: el sistema capitalista-colonial produce jerarquías de humanidad donde algunas vidas importan y otras no.
6.4. Problemas y límites del poema
- a) Representación de África
El poema reproduce parcialmente el estereotipo de África como continente de horror total:
- “Campos vistieron de sangre”
- “Esclavitud en las tierras”
- “Niñas atormentadas”
Si bien estas realidades existen, presentar África solo así (sin matices, sin resistencias, sin alegrías) contribuye a la visión unidimensional que Occidente tiene del continente.
- b) Pasividad de la protagonista
La mujer del poema no tiene agencia: sueña, sufre, muere. No hay momento de resistencia, de lucha, de decisión activa. Esta representación, aunque compasiva, puede resultar deshumanizadora: la migrante como víctima pura sin capacidad de acción.
- c) ¿Quién puede hablar?
El poeta español hablando de la tragedia africana reproduce estructura colonial: el blanco que narra el sufrimiento del negro. Aunque la intención es solidaria, la estructura de enunciación es problemática.
Defensa posible: Lozano Figueroa no pretende hablar “por” los migrantes sino testimoniar desde su posición de espectador europeo culpable. El poema es tanto denuncia de la tragedia como autocrítica del lugar desde donde se enuncia.
VII. CONTEXTUALIZACIÓN: LA CRISIS MIGRATORIA EN LA POESÍA ESPAÑOLA
7.1. Representaciones de la migración en la literatura española
La migración no es tema frecuente en la poesía española, a diferencia de la narrativa (donde hay novelas importantes sobre el tema: El viento de la luna de Antonio Muñoz Molina, Identidades asesinas de Amin Maalouf).
Excepciones poéticas:
- Jorge Riechmann: Su poesía ecosocial incluye referencias a refugiados climáticos y víctimas del capitalismo global.
- Poetas migrantes: Autores de origen africano o latinoamericano que escriben en español (Donato Ndongo, Ángeles Mora sobre inmigración latinoamericana).
- Poesía del 15-M: Algunos textos performativos abordaron el tema.
Pero en general, la poesía española se ha mantenido al margen del tema migratorio, lo cual es sintomático: la invisibilización literaria replica la invisibilización social.
7.2. ¿Por qué la poesía ha evitado el tema?
Varias razones explican esta ausencia:
- a) Miedo al panfleto: La tradición de poesía social cayó en desprestigio. Abordar temas “de actualidad” puede parecer coyuntural, no “universal”.
- b) Problema de la representación: ¿Puede un poeta español (blanco, probablemente de clase media) hablar legítimamente del sufrimiento migrante sin apropiación indebida?
- c) Saturación mediática: Las imágenes de pateras se han vuelto tan rutinarias que generan anestesia. ¿Puede la poesía competir con la saturación visual?
- d) Culpa europea: Escribir sobre migración desde España implica reconocer complicidad (España como frontera sur de Europa, políticas de externalización de fronteras). Esta culpa puede paralizar.
7.3. La aportación de Lozano Figueroa
En este contexto, los poemas de Lozano Figueroa son significativos porque:
- Rompen el silencio: Abordan frontalmente un tema que la poesía española ha evitado.
- Evitan el folklorismo: No exotización del migrante, no fetichización del sufrimiento.
- Asumen la culpa: El poeta no se sitúa como salvador sino como cómplice que se niega a seguir callando.
- Mantienen dignidad poética: Aunque arriesgados formalmente, no caen en prosa versificada ni en periodismo rimado.
VIII. COMPARACIÓN CON LA TRADICIÓN INTERNACIONAL
8.1. Mahmud Darwish: la poesía palestina
Darwish es referencia ineludible en poesía de denuncia. Su Diario de una herida palestina testimonió la Nakba sin renunciar al lirismo.
Semejanza con Lozano:
- Ambos usan poesía como testimonio político
- Ambos fusionan denuncia con belleza formal
Diferencia crucial:
- Darwish habla desde la víctima directa
- Lozano habla desde el espectador culpable
8.2. Pablo Neruda: Canto General
Neruda en su etapa comunista escribió poesía épica de denuncia del imperialismo.
Semejanza:
- Ambos denuncian sistemas de opresión
- Ambos usan lenguaje directo
Diferencia:
- Neruda tiene fe mesiánica en la revolución
- Lozano no promete redención, solo se niega a callar
8.3. Wislawa Szymborska: la ironía moral
La poeta polaca abordó el horror del siglo XX (Holocausto, Stalinismo) desde la ironía y la pregunta filosófica.
Diferencia radical:
- Szymborska usa distancia irónica
- Lozano usa urgencia sin mediación
- LÍMITES Y CONTRADICCIONES DEL COMPROMISO POÉTICO
9.1. La aporía de la representación
Todos los poemas analizados enfrentan una aporía: ¿puede la poesía representar el sufrimiento extremo sin traicionarlo?
Opciones:
- a) Estetizar el horror: Crear belleza formal que redima el sufrimiento. Riesgo: trivializar, convertir el dolor en espectáculo estético.
- b) Renunciar a la forma: Escritura documental, testimonio crudo sin elaboración. Riesgo: perder la especificidad de lo poético, convertirse en panfleto o periodismo.
- c) Dialectizar: Mantener tensión entre forma bella y contenido terrible sin resolver la contradicción. Es lo que intenta Lozano Figueroa.
Theodor Adorno planteó famosamente: “Escribir poesía después de Auschwitz es bárbaro”. Luego matizó: no es que sea imposible, sino que debe hacerse con conciencia de la imposibilidad. La poesía post-catástrofe debe incluir su propia autocrítica, su propia duda sobre su legitimidad.
Los poemas de Lozano Figueroa no teorizan explícitamente esta aporía, pero la encarnan: hay momentos de lirismo (“el cayuco lloró con amargo y negro llanto”) y momentos de brutalidad testimonial (“el cuerpo se corrompe y los gusanos germinan”). Esta alternancia es la forma que encuentra para no resolver falsamente la contradicción.
9.2. El privilegio de denunciar
Hay una paradoja en toda denuncia literaria hecha desde la comodidad: el poeta que escribe sobre el sufrimiento ajeno lo hace desde una posición privilegiada (tiene tiempo, educación, medios para escribir y publicar).
La culpa del testigo
Los poemas de Lozano Figueroa muestran conciencia de esta culpa:
“Mi voz sigue, / sin motivo para mantenerse en el silencio”: el poeta reconoce implícitamente que podría callar (tiene esa opción, a diferencia de quienes sufren) pero elige hablar.
“Y una risa nerviosa, impotente, / acidifica mi sangre / y batalla a duras penas contra el odio”: la “impotencia” admite que la palabra no transforma la realidad. El poema no salvará a ningún migrante.
Esta honestidad es a la vez fortaleza ética y debilidad política: si la poesía es impotente, ¿para qué escribirla? ¿No sería mejor dedicar el tiempo a activismo directo?
Respuesta posible: La función de la poesía no es transformar directamente la realidad sino impedir la normalización del horror. Cuando las noticias de naufragios se vuelven rutinarias, cuando las cifras de muertos dejan de conmovernos, la poesía puede recuperar la singularidad del sufrimiento, nombrar lo que la estadística borra.
9.3. La cuestión de la eficacia
Un debate clásico sobre poesía política: ¿es eficaz? ¿Cambia algo?
Posiciones:
- a) Instrumentalismo: La poesía debe medirse por su impacto político concreto. Si no moviliza, no sirve.
- b) Autonomismo: La poesía tiene valor en sí misma, independiente de sus efectos políticos.
- c) Posición intermedia (Riechmann, Bagué Quílez): La poesía no cambia estructuras de poder directamente, pero puede:
- Mantener viva la memoria de las víctimas
- Impedir la normalización
- Construir comunidad de resistencia
- Preservar lenguaje no contaminado por la propaganda
Lozano Figueroa parece situarse en esta tercera posición: no promete revolución, solo se niega a callar. La función de su poesía es testimonial más que transformadora: dejar constancia de que no todos permanecieron indiferentes.
9.4. El riesgo del autoengaño
Todo poeta comprometido enfrenta el riesgo de autoengañarse sobre la importancia de su palabra. Creer que escribir un poema equivale a acción política puede ser forma de activismo performativo que tranquiliza la conciencia sin cambiar nada.
Los versos “Si he de matar a mis enemigos, / que no son más que los enemigos del pueblo, / mataré” pueden leerse críticamente como autoengaño heroico: el poeta imagina que su palabra es peligrosa, que será perseguido, que es mártir potencial. Pero la realidad es que en España 2025 no hay represión contra poetas. Nadie va a colgar a Lozano Figueroa por estos versos.
Esta crítica es dura pero necesaria: el compromiso poético debe evitar la grandilocuencia, la autocomplacencia, la ilusión de importancia. La honestidad exige reconocer los límites.
Defensa posible: Aunque el poeta no sea perseguido, el gesto de hablar tiene valor simbólico. En una sociedad donde el silencio es norma, cualquier voz disidente —por pequeña que sea— crea fisuras en el consenso.
- CONTEXTUALIZACIÓN GEOPOLÍTICA: CRISIS MIGRATORIA 2015-2025
10.1. Datos de la crisis
Para comprender estos poemas es necesario contextualizarlos en la realidad que denuncian.
Cifras de la tragedia mediterránea:
- Según ACNUR y la OIM, entre 2014 y 2024 han muerto más de 30.000 personas intentando cruzar el Mediterráneo hacia Europa.
- Solo en 2023, más de 3.000 muertes documentadas.
- Ruta del Mediterráneo Central (Libia-Italia): la más mortífera del mundo.
- Ruta del Atlántico (África Occidental-Canarias): aumento dramático desde 2020, con más de 6.000 muertes en esta ruta entre 2020-2024.
Causas de la migración:
- Guerras: Siria, Libia, Sudán, Sahel, Afganistán, Somalia
- Pobreza estructural: colonialismo histórico, extractivismo de recursos
- Crisis climática: sequías, desertificación, hambrunas
- Persecución política: dictaduras, represión
Respuestas europeas:
- Externalización de fronteras: acuerdos con Libia, Turquía, Marruecos para que detengan migrantes antes de que lleguen a Europa
- Criminalización del rescate: ONGs que rescatan náufragos han sido perseguidas judicialmente
- Políticas de disuasión: hacer la travesía tan peligrosa que desanime a otros
- Campañas de retorno: deportaciones masivas
10.2. La normalización mediática
Uno de los aspectos más perturbadores de la crisis es su normalización. Las noticias de naufragios que en 2015 conmocionaban (recordemos la foto del niño Aylan Kurdi ahogado en una playa turca) se han vuelto rutinarias.
Mecanismos de normalización:
- Estadística: Los muertos se reducen a cifras. “Mueren 50 personas” no genera la empatía que generaría conocer a cada una individualmente.
- Distancia: Ocurre “allá lejos”, en el mar, lejos de las ciudades europeas.
- Culpabilización de las víctimas: Discursos que presentan a los migrantes como “invasores”, “ilegales”, “amenaza”.
- Saturación: La repetición de imágenes de horror genera fatiga compasional: dejamos de conmovernos.
Función de la poesía ante esta anestesia:
La poesía puede des-normalizar, recuperar la singularidad del sufrimiento. Cuando el poema narra la historia de una mujer específica (“Soñó donde nadie sueña”), aunque sea personaje ficticio, restituye individualidad donde la estadística solo ve números.
10.3. El contexto específico español
España es frontera sur de Europa: Estrecho de Gibraltar, ruta Canarias, Ceuta y Melilla. Esto hace que la crisis migratoria sea especialmente visible en territorio español.
Respuesta social dividida:
- Solidaridad: ONGs, movimientos sociales, “Red de Acogida” que ayudan a migrantes
- Rechazo: Ascenso de partidos de extrema derecha (Vox) con discurso anti-inmigración
Los poemas de Lozano Figueroa se sitúan claramente en el primer campo, pero su particularidad es que no solo denuncia a la extrema derecha sino también al consenso neoliberal que gestiona fronteras como mercado.
- COMPARACIÓN CON OTROS DISCURSOS SOBRE MIGRACIÓN
11.1. El discurso humanitario institucional
Organizaciones como ACNUR, Cruz Roja, Cáritas hablan de los migrantes con compasión pero desde lógica de caridad, no de justicia.
Diferencia con Lozano Figueroa:
El poeta no pide caridad ni compasión: pide justicia, transformación estructural. “Mi voz no callará hasta que desaparezcan los inhumanos guetos” no es petición de limosna sino exigencia de cambio sistémico.
11.2. El discurso de la extrema derecha
Partidos como Vox en España, Le Pen en Francia, Salvini en Italia construyen al migrante como amenaza existencial: invasión, sustitución poblacional, amenaza a la identidad nacional.
Lozano Figueroa invierte esta lógica:
La amenaza no viene de los migrantes sino del sistema que los mata: “Usureros del alma, / asesinos del alba. / Labradores de muerte, / poder que gotea sangre”. Los verdaderos “invasores” son las corporaciones multinacionales, los gobiernos que bombardean, el capitalismo que expulsa poblaciones enteras.
11.3. El discurso académico postcolonial
Autores como Achille Mbembe, Sandro Mezzadra, Étienne Balibar analizan las políticas migratorias como necropolítica: gestión de poblaciones mediante decisión sobre quién puede vivir y quién debe morir.
Resonancia con Lozano:
El título “Prohibido vivir” coincide perfectamente con esta teoría: hay poblaciones cuya vida ha sido declarada invivible, no por naturaleza sino por decisión política.
La diferencia es que el discurso académico analiza con frialdad teórica, mientras la poesía encarna emocionalmente lo que la teoría describe. El poema hace sentir lo que el ensayo explica.
XII. PROBLEMAS ÉTICOS Y POLÍTICOS DE ESTOS POEMAS
12.1. El peligro de la victimización
Los tres poemas analizados presentan a los migrantes y oprimidos como víctimas pasivas:
- La mujer de “Prohibido vivir” solo sueña, sufre y muere
- Los habitantes de los guetos en “Mi voz no está en venta” son descritos en su miseria, no en su resistencia
- No aparecen las luchas migrantes, las organizaciones de base, las redes de solidaridad
Esta representación unidimensional puede resultar deshumanizadora: aunque compasiva, niega agencia a los sujetos representados.
Crítica desde estudios migrantes:
Investigadores como Sandro Mezzadra insisten en que los migrantes no son solo víctimas sino agentes políticos: toman decisiones, se organizan, resisten. Representarlos solo como víctimas es reproducir colonialismo paternalista.
Defensa posible:
Lozano Figueroa no pretende hacer análisis sociológico completo sino intervención lírica urgente. Su objetivo no es representar todas las dimensiones de la migración sino irrumpir en el silencio, nombrar lo que se oculta. La simplificación puede ser estratégica, no ignorancia.
12.2. La cuestión de la autoría: ¿quién puede hablar?
Todos estos poemas son escritos por un español hablando sobre africanos, palestinos, oprimidos. Esto reproduce estructura colonial: el blanco que narra el sufrimiento del no-blanco.
Debates sobre representación:
- Posición esencialista: Solo quien sufre directamente puede hablar de su sufrimiento. Lozano no debería escribir estos poemas.
- Posición universalista: El sufrimiento humano es universal, cualquiera puede representarlo solidariamente.
- Posición intermedia: Se puede escribir desde fuera, pero con conciencia de los límites, sin apropiación, asumiendo el lugar de enunciación.
Lozano parece situarse en esta tercera posición: no pretende hablar “como” migrante ni “por” los migrantes, sino desde su lugar de espectador europeo culpable que se niega a seguir callando.
12.3. El riesgo del esencialismo
En “La consecuencia”, la referencia al “pueblo que nace estafando a un hermano” (Israel) reproduce lógica esencialista: atribuye características morales a un colectivo étnico.
Esta lógica es problemática porque:
- Generaliza: no todo israelí apoya la política de su gobierno
- Biologiza: presenta rasgos históricos como “esencia” de un pueblo
- Es instrumentalizable: puede ser usada por discursos antisemitas
Distinción necesaria:
Criticar las políticas del Estado de Israel (colonización, ocupación, bloqueo de Gaza) es legítimo. Atribuir estas políticas a una supuesta “esencia” del pueblo judío es ilegítimo.
Lozano Figueroa no hace esta distinción claramente, lo cual es debilidad ética del poema.
12.4. La violencia retórica
“Si he de matar a mis enemigos… mataré” es declaración que debe ser problematizada.
Preguntas:
- ¿Es metáfora o declaración literal?
- ¿Quiénes son “los enemigos del pueblo”?
- ¿Justifica el poema la violencia política?
La ambigüedad es tanto fuerza (mantiene tensión) como debilidad (puede ser malinterpretada o instrumentalizada).
En democracias donde existe posibilidad de cambio pacífico, la apología de la violencia es problemática. En contextos de dictadura o genocidio, la resistencia violenta puede ser legítima. El poema no especifica contexto, lo cual es irresponsable.
XIII. VALOR Y LÍMITES DE ESTA POÉTICA
13.1. Logros
- a) Ruptura del silencio poético sobre migración
En un panorama donde la poesía española había evitado mayormente el tema, Lozano Figueroa lo aborda frontalmente. Esto es valioso per se: abre espacio para que otros poetas lo hagan.
- b) Evitación del panfleto
Aunque explícitamente políticos, los poemas mantienen densidad lírica: hay metáforas potentes (“el cayuco lloró con amargo y negro llanto”), hay construcción de atmósferas, hay ritmo. No son prosa versificada.
- c) Asunción de la culpa europea
El poeta no se sitúa como salvador sino como cómplice que se niega a seguir siéndolo. Esta honestidad es rara en poesía social, que tiende a la autojustificación.
- d) Fusión de registros
El hecho de que en el mismo libro convivan poemas eróticos, existenciales y políticos es significativo: demuestra que la vida no se divide en compartimentos estancos. El mismo yo que ama es el que se indigna.
- e) Accesibilidad sin simplismo
Los poemas son comprensibles sin ser simplistas. Usan lenguaje directo pero no renuncian a complejidad.
13.2. Límites
- a) Riesgo de generalización abstracta
Expresiones como “los depredadores”, “el pueblo”, “los gobiernos” carecen de especificidad. ¿Qué gobiernos concretos? ¿Qué políticas específicas? La abstracción debilita la denuncia.
- b) Victimización sin agencia
Los oprimidos aparecen como víctimas pasivas, sin capacidad de resistencia organizada.
- c) Fragilidad en cuestiones de representación
La posición de enunciación (hombre español hablando de africanos, palestinos) no se problematiza suficientemente.
- d) Heroización del poeta
Momentos donde el poeta se construye como mártir potencial pueden resultar autocomplacientes.
- e) Ausencia de propuestas
Los poemas denuncian pero no proponen alternativas concretas. Esto puede ser legítimo (la poesía no es programa político) pero también limitación (la denuncia sin horizonte puede caer en nihilismo).
13.3. Balance
A pesar de las limitaciones señaladas, los poemas de Lozano Figueroa representan una aportación valiosa a la poesía española contemporánea. En un momento de normalización del horror, cualquier voz que se niegue a callar tiene valor.
El poeta no resuelve todas las aporías de la representación, no evita todos los riesgos del compromiso, no alcanza la perfección formal. Pero hace algo esencial: testimonia. Deja constancia de que no todos permanecieron indiferentes.
En tiempos donde el cinismo y la ironía dominan la cultura, donde el compromiso se considera ingenuo, donde la poesía se ha refugiado en el hermetismo, estos poemas recuperan la urgencia de la palabra. Dicen: esto está pasando, es intolerable, no podemos callar.
Esta recuperación de la urgencia es, en sí misma, un acto político.
XIV. CONCLUSIONES
14.1. La poesía social en el siglo XXI: continuidades y rupturas
El análisis de “Prohibido vivir”, “Mi voz no está en venta”, “El silencio” y “La consecuencia” demuestra que la poesía social no ha muerto sino que se ha transformado.
Continuidades con la tradición (Celaya, Otero, Hernández):
- Denuncia explícita de injusticias
- Uso de lenguaje directo, accesible
- Compromiso con los oprimidos
- Rechazo de la “poesía pura” desvinculada de lo real
Rupturas con esa tradición:
- Ausencia de fe mesiánica: no se promete revolución ni futuro redentor
- Desconfianza de las grandes narrativas: no hay marco ideológico partidista claro
- Conciencia de límites: el poema no cambiará el mundo, solo testimonia
- Fusión de registros: lo íntimo y lo político conviven sin jerarquía
- Autocrítica: el poeta asume su complicidad, no se sitúa fuera del sistema criticado
Esta transformación responde a cambios históricos: vivimos en era post-utópica, después del colapso de las certezas revolucionarias del siglo XX. La poesía social del XXI no puede ser ingenua como la de posguerra, debe incorporar la conciencia de fracasos históricos.
14.2. El tratamiento de la crisis migratoria: especificidad de Lozano Figueroa
La representación de la tragedia migratoria en estos poemas tiene características específicas:
- a) Testimonialidad sin apropiación
Lozano no pretende hablar “como” migrante sino testimoniar desde su posición de observador europeo. Esta distinción es crucial éticamente.
- b) Énfasis en la complicidad estructural
El problema no son individuos malvados sino sistema que produce muerte: “Labradores de muerte, / poder que gotea sangre”. Esta comprensión estructural evita moralismo simplista.
- c) Rechazo de la estetización
Momentos como “el cuerpo se corrompe y los gusanos germinan” renuncian a embellecer el horror. La poesía se niega a redimir mediante belleza formal lo que no debe ser redimido.
- d) Interpelación al lector cómplice
“El silencio” especialmente construye al lector como potencialmente culpable. La lectura no es contemplación distante sino interpelación incómoda.
14.3. Límites de la representación
Hemos identificado límites éticos y políticos:
- Victimización sin agencia de los representados
- Posición de enunciación (blanco hablando de no-blancos) no suficientemente problematizada
- Generalizaciones étnicas problemáticas (“La consecuencia”)
- Heroización del poeta como potencial mártir
- Retórica de la violencia no suficientemente contextualizada
Estos límites no invalidan los poemas pero sí relativizan su alcance. Son intentos honestos con fragilidades reconocibles, no obras maestras indiscutibles.
14.4. La función de la poesía en tiempos de catástrofe
La pregunta de fondo es: ¿para qué sirve la poesía ante la tragedia humanitaria?
Los poemas de Lozano Figueroa no responden explícitamente pero implican una respuesta:
La poesía no puede:
- Detener naufragios
- Cambiar políticas migratorias
- Salvar vidas directamente
La poesía sí puede:
- Testimoniar: dejar constancia de que esto ocurrió y algunos lo denunciaron
- Des-normalizar: recuperar singularidad del sufrimiento donde la estadística solo ve números
- Interpelar: incomodar al lector cómodo, cuestionar su silencio
- Preservar memoria: contra la amnesia que el sistema produce
- Construir comunidad: quien lee estos poemas sabe que no está solo en su indignación
Esta función testimonial-ética puede parecer modesta comparada con las ambiciones de la poesía social de posguerra (que aspiraba a cambiar el mundo). Pero es función real, no ilusoria.
Como escribe el propio Lozano: “algo brota, algo que me preocupa, me seduce y enamora, me aterra, indigna o simplemente no puedo sostener dentro de mí”. La poesía es lo que no puede callarse, lo que exige salir. En ese sentido, es necesidad vital antes que estrategia política.
14.5. Inscripción en el poemario completo
Es significativo que estos poemas políticos no constituyan un libro separado sino que convivan con poemas eróticos, existenciales, costumbristas.
Esta convivencia implica una tesis: no hay separación entre vida privada y responsabilidad pública. El mismo yo que celebra el cuerpo amado en “Nuestra bachata” es el que se indigna ante los cuerpos ahogados en “Prohibido vivir”.
Esta coherencia ética entre registros es uno de los mayores logros del poemario: demuestra que el compromiso no es añadido externo sino dimensión constitutiva de una sensibilidad que no puede disfrutar el gozo privado mientras ignora el sufrimiento colectivo.
14.6. Contexto editorial y recepción
Publicado por Editorial Poesía eres tú (sello pequeño, independiente), el poemario no tendrá la difusión masiva de grandes editoriales. Esto es significativo: la poesía comprometida circula mayormente en circuitos alternativos, no llega al gran público.
Esta marginalidad es tanto limitación práctica (menos lectores) como garantía de autonomía (no depende de lógicas comerciales de grandes grupos).
La cuestión es: ¿puede una poesía que circula en márgenes cumplir función social amplia? ¿O está condenada a predicar a conversos?
Respuesta paradójica: Precisamente porque no aspira a éxito comercial, puede permitirse radicalidad que la poesía mainstream evita. La marginalidad es condición de posibilidad de su libertad.
14.7. Proyección futura
¿Qué futuro tienen estos poemas?
Escenario pesimista: Quedan como testimonio marginal, leídos por pequeño círculo de interesados. La crisis migratoria continúa, la normalización se profundiza, estos poemas no cambian nada.
Escenario optimista: Forman parte de archivo de resistencia que futuras generaciones consultarán para saber que no todos callaron. Si algún día Europa asume su responsabilidad histórica en esta tragedia, estos poemas serán parte de la memoria recuperada.
Escenario más probable: Circulación modesta pero sostenida en círculos de poesía comprometida, uso en contextos educativos y activistas, influencia en otros poetas que abordarán el tema.
14.8. Valoración final
De lo visceral a la piel de Manuel Lozano Figueroa, específicamente los poemas analizados, representa una recuperación actualizada del compromiso poético en contexto español del siglo XXI.
No es poesía perfecta: tiene fragilidades formales, problemas éticos de representación, momentos de generalización abstracta. Pero tiene algo esencial: urgencia, honestidad, rabia. Sentimos que el poeta no está actuando un compromiso sino experimentándolo visceralmente.
En tiempos de cinismo generalizado, esta autenticidad es valiosa. El poeta no promete lo que no puede cumplir, no se inviste de autoridad mesiánica, no estetiza el horror. Simplemente se niega a callar: “Mi voz no callará. / Mi voz no está en venta”.
Esta negativa, aparentemente modesta, es en realidad acto de resistencia: contra la normalización del horror, contra la mercantilización de la palabra, contra el silencio cómplice.
La poesía no salvará a los migrantes del Mediterráneo. Pero quizá, al mantener viva la memoria de su sufrimiento, al interpelar a lectores cómodos, al preservar un lenguaje no contaminado por la propaganda oficial, estos poemas contribuyan —modestamente pero realmente— a que el horror no se normalice del todo, a que la indignación no se extinga completamente.
En ese sentido limitado pero real, estos poemas cumplen su función: testimoniar, incomodar, resistir. No es poco en tiempos donde el silencio es norma y la palabra comprometida, excepción.
BIBLIOGRAFÍA
Fuente primaria:
- Lozano Figueroa, Manuel. De lo visceral a la piel. Madrid: Editorial Poesía eres tú, 2025.
Sobre poesía social española:
- Bagué Quílez, Luis (ed.). «Si mi pluma valiera tu pistola»: agitación y propaganda en la poesía española contemporánea. Madrid: Ediciones Complutense, 2024.
- Celaya, Gabriel. Poesía urgente. Buenos Aires: Losada, 1960.
- García Montero, Luis. Poesía, cuartel de invierno. Madrid: Hiperión, 1987.
- Hernández, Miguel. Viento del pueblo. Valencia: Socorro Rojo, 1937.
- Otero, Blas de. Pido la paz y la palabra. Torrelavega: Cantalapiedra, 1955.
- Riechmann, Jorge. Poesía practicable. Madrid: Libros de la Catarata, 2018.
Sobre poesía contemporánea española:
- Rodríguez Gaona, Martín. “Mejorando lo presente. Poesía española última: modernidad y diferencia”. Ínsula, 2015.
- “Poesía española contemporánea: características y autores”, 2025.
- Poesía eres tú. “Comparación entre la poesía del siglo XX y la del siglo XXI”, 2024.
Sobre crisis migratoria:
- Informe sobre migración mediterránea 2024.
- Organización Internacional para las Migraciones. Proyecto Migrantes Desaparecidos, 2024.
- De Lucas, Javier. Mediterráneo: El naufragio de Europa. Valencia: Tirant lo Blanch, 2015.
Teoría sobre testimonio y representación:
- Adorno, Theodor. “Crítica de la cultura y sociedad”. En Prismas. Barcelona: Ariel, 1962.
- Butler, Judith. Vida precaria: El poder del duelo y la violencia. Buenos Aires: Paidós, 2006.
- Mbembe, Achille. Necropolítica. Madrid: Melusina, 2011.
- Spivak, Gayatri Chakravorty. “¿Puede hablar el subalterno?”. En Revista Colombiana de Antropología, vol. 39, 2003.
Sobre poesía política internacional:
- Darwish, Mahmud. Diario de una herida palestina. Madrid: Hiperión, 2010.
- Neruda, Pablo. Canto general. México: Talleres Gráficos de la Nación, 1950.
- Szymborska, Wislawa. Poesía no completa. México: FCE, 2002.
ANEXO: FRAGMENTOS CLAVE ANALIZADOS
“Mi voz no está en venta”
“Mi voz no callará / hasta que mis ojos vean / cómo desaparecen los inhumanos guetos”
“El silencio”
“Cuando calla ante la injusticia, / no es silencio, / sino culpa”
“La consecuencia”
“¿Qué esperar / de quien no aprendió / de su propio holocausto?”
“Prohibido vivir”
“Y el cayuco lloró, / con amargo y negro llanto”



