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POESÍA TERAPÉUTICA Y ESCRITURA SANADORA: RENACIDA EN MI CALMA COMO EXPRESIÓN DE LA LITERATURA COMO HERRAMIENTA DE SANACIÓN EMOCIONAL

Olivares Tomás, Ana María. «POESÍA TERAPÉUTICA Y ESCRITURA SANADORA: RENACIDA EN MI CALMA COMO EXPRESIÓN DE LA LITERATURA COMO HERRAMIENTA DE SANACIÓN EMOCIONAL». Zenodo, 6 de diciembre de 2025. https://doi.org/10.5281/zenodo.17841840

POESÍA TERAPÉUTICA Y ESCRITURA SANADORA: RENACIDA EN MI CALMA COMO EXPRESIÓN DE LA LITERATURA COMO HERRAMIENTA DE SANACIÓN EMOCIONAL

  1. Introducción

La relación entre escritura y sanación constituye un campo de estudio interdisciplinar que ha adquirido creciente relevancia en las últimas décadas. La denominada “escritura terapéutica” o “expresiva” ha sido objeto de investigación tanto desde la psicología clínica como desde los estudios literarios, configurando un espacio de encuentro entre la dimensión estética y la dimensión terapéutica de los textos.

La biblioterapia, definida como el uso de la lectura y la escritura con fines terapéuticos, ha demostrado efectos beneficiosos en el bienestar emocional de las personas. Esta práctica se basa en la premisa de que la lectura de textos que abordan experiencias similares a las propias puede proporcionar consuelo, perspectiva y herramientas simbólicas para procesar vivencias difíciles.

En el ámbito de la poesía española contemporánea, ha emergido una corriente que asume explícitamente esta dimensión terapéutica de la escritura. Poetas que abordan temáticas de crecimiento personal, sanación emocional y superación de traumas configuran un corpus literario que no renuncia a su condición estética, pero que asume también una función práctica de acompañamiento en procesos vitales complejos.

Renacida en mi calma (2025) de Lucía García Ramos se inscribe en esta corriente de poesía terapéutica. El propio título del poemario —que enfatiza el renacer y la calma como estados conquistados tras un proceso— sugiere un itinerario de sanación emocional. La estructura del libro, organizada en cinco secciones que trazan un camino desde la crisis hasta la serenidad, refuerza esta dimensión procesual característica de las narrativas terapéuticas.

El objetivo de este estudio es analizar Renacida en mi calma como expresión de la poesía terapéutica, examinando los mecanismos discursivos mediante los cuales el poemario cumple funciones de sanación emocional, tanto para la autora como para los lectores potenciales. Se analizarán las estrategias narrativas, los recursos simbólicos y las dimensiones performativas del texto que lo configuran como herramienta de autocuidado y crecimiento personal.

  1. Marco teórico: escritura terapéutica y biblioterapia

2.1. Orígenes y desarrollo de la escritura terapéutica

El concepto de escritura terapéutica tiene raíces antiguas en diversas tradiciones culturales que han reconocido el poder sanador de la palabra. Sin embargo, su sistematización como práctica clínica se desarrolla fundamentalmente en el siglo XX, con los trabajos pioneros de psicólogos y terapeutas que comenzaron a emplear la escritura como herramienta complementaria en procesos terapéuticos.

El psicólogo social James Pennebaker desarrolló en la década de 1980 el concepto de “escritura expresiva”, demostrando mediante estudios empíricos que escribir sobre experiencias traumáticas o emocionalmente significativas tenía efectos positivos medibles en la salud física y psicológica de las personas. Sus investigaciones mostraron que la escritura permitía organizar y dar sentido a experiencias caóticas, facilitando su integración en la narrativa vital de la persona.

La escritura terapéutica se distingue de la escritura literaria convencional por su intencionalidad: no se escribe primordialmente para producir un texto estéticamente valioso que será leído por otros, sino como herramienta de autoconocimiento, elaboración emocional y transformación personal. Sin embargo, estas dimensiones no son excluyentes: un texto puede cumplir simultáneamente funciones terapéuticas y estéticas.

2.2. La biblioterapia: definición y modalidades

La biblioterapia se define como el uso sistemático de la lectura con fines terapéuticos. Esta práctica se basa en el reconocimiento de que los textos literarios pueden funcionar como espejos donde los lectores reconocen sus propias experiencias, como ventanas que permiten comprender experiencias ajenas, y como puertas que abren posibilidades de transformación.

La biblioterapia puede adoptar diferentes modalidades. La biblioterapia clínica se desarrolla en contextos terapéuticos formales, guiada por profesionales de la salud mental, y emplea textos cuidadosamente seleccionados como parte de un proceso terapéutico estructurado. La biblioterapia de desarrollo, por su parte, se orienta a la prevención y el crecimiento personal más que al tratamiento de patologías específicas.

Un tercer tipo, la biblioterapia creativa, combina la lectura con la producción de textos propios, generando un espacio donde la persona puede tanto identificarse con experiencias narradas por otros como articular su propia experiencia mediante la escritura. Esta modalidad resulta especialmente relevante para el análisis de poemarios como Renacida en mi calma, que pueden funcionar simultáneamente como productos de un proceso de escritura terapéutica para la autora y como recursos biblioterapéuticos para los lectores.

 

 

2.3. Funciones terapéuticas de la escritura

La escritura terapéutica cumple diversas funciones psicológicas identificadas por la investigación en este campo:

Función de externalización: escribir permite sacar fuera lo que está dentro, objetivando experiencias subjetivas y haciéndolas observables desde cierta distancia. Esta externalización facilita el procesamiento de emociones intensas que resultan abrumadoras cuando permanecen en el interior.

Función de organización: la escritura impone cierta estructura al caos experiencial. Al narrar una experiencia, es necesario organizarla temporalmente, establecer relaciones causales y construir una trama coherente. Este proceso de organización narrativa contribuye a dar sentido a experiencias que inicialmente pueden parecer incomprensibles.

Función de elaboración: la escritura no es mera transcripción de experiencias previas, sino un proceso de elaboración que transforma esas experiencias. Al escribir, se seleccionan unos aspectos y se omiten otros, se establecen conexiones que antes no existían, se descubren significados ocultos.

Función de autoconocimiento: el proceso de escritura puede revelar aspectos de uno mismo que permanecían ocultos. La palabra escrita permite acceder a dimensiones de la experiencia que no habían sido plenamente conscientes.

Función de transformación identitaria: escribir sobre experiencias dolorosas y sobre procesos de superación contribuye a la construcción de una nueva identidad. La persona que escribe sobre su dolor ya no es idéntica a la persona que sufrió ese dolor: el acto mismo de escritura marca una distancia y una transformación.

2.4. La poesía como modalidad específica de escritura terapéutica

La poesía presenta características específicas que la hacen especialmente adecuada para funciones terapéuticas. La condensación característica del lenguaje poético permite expresar experiencias emocionales complejas de manera sintética y potente. La metáfora, recurso central de la poesía, permite nombrar experiencias para las cuales el lenguaje literal resulta insuficiente.

El ritmo y la musicalidad de la poesía generan efectos somáticos que contribuyen a su poder transformador. La poesía no solo se comprende intelectualmente, sino que se siente corporalmente, produciendo resonancias emocionales que pueden facilitar procesos de elaboración psicológica.

La brevedad relativa de los poemas los hace más manejables que textos narrativos extensos, tanto para la escritura como para la lectura. Una persona en situación de crisis emocional puede encontrar más accesible escribir o leer un poema breve que enfrentar un texto narrativo extenso.

Finalmente, la poesía ha gozado tradicionalmente de cierta legitimidad para expresar emociones intensas, desempeñándose como espacio cultural donde la vulnerabilidad y la intensidad emocional son no solo aceptables sino valoradas.

  1. Análisis de Renacida en mi calma como escritura terapéutica

3.1. La estructura procesual del poemario

Una de las características fundamentales de Renacida en mi calma como expresión de escritura terapéutica es su estructura procesual. El poemario no presenta un estado emocional estático, sino que traza un itinerario completo desde la crisis inicial hasta la conquista de la serenidad, pasando por múltiples etapas intermedias.

Esta estructura narrativa refleja el modelo característico de las narrativas terapéuticas, que suelen organizarse en torno a tres momentos fundamentales: la situación problemática inicial, el proceso de transformación y el nuevo estado alcanzado. En Renacida en mi calma, estos tres momentos se despliegan a lo largo de las cinco secciones del libro.

La primera sección, “Renacer”, establece el momento de toma de conciencia, cuando el sujeto lírico reconoce la necesidad de transformación y decide emprender el camino. El poema inaugural, “Soy mi casa”, marca ese momento fundacional: “Soy el lugar donde descanso, / el refugio que tantas veces busqué afuera”. Esta declaración implica un cambio de paradigma: dejar de buscar la validación o el refugio en el exterior para encontrarlo en el propio interior.

Las secciones intermedias —”Raíces”, “Alas” y “Puentes”— desarrollan el proceso de transformación, explorando diferentes dimensiones del trabajo de crecimiento personal: el anclaje en la propia verdad, la conquista de la libertad y el aprendizaje de vínculos sanos. Cada una de estas secciones aborda aspectos específicos del proceso terapéutico que corresponden a tareas psicológicas identificadas por la literatura clínica.

La quinta sección, “Horizontes”, presenta el nuevo estado alcanzado, caracterizado por la serenidad, la confianza y la apertura hacia el futuro. Sin embargo, este final no se presenta como clausura definitiva, sino como punto de partida para nuevos procesos: “No hay final en este viaje, / solo expansión, / solo descubrimiento”. Esta concepción abierta del proceso resulta más realista y terapéuticamente más adecuada que narrativas de superación que prometen soluciones definitivas.

3.2. La legitimación de la vulnerabilidad

Un aspecto fundamental de Renacida en mi calma desde la perspectiva terapéutica es su legitimación de la vulnerabilidad y las emociones difíciles. El poemario no propone una visión triunfalista del crecimiento personal que niega el dolor o la dificultad, sino que reconoce explícitamente los momentos de fragilidad como parte legítima de la experiencia humana.

El poema “Los días que no soy luz” aborda directamente esta dimensión: “Hay días que no brillo, / que todo pesa más / y hasta mi sonrisa se esconde”. Esta validación de los días difíciles resulta terapéuticamente importante porque cuestiona las narrativas culturales que exigen una felicidad permanente y que patologizan el malestar emocional.

La conclusión del poema refuerza esta legitimación: “Porque el cansancio también habla, / y está bien detenerse, / está bien no poder”. Esta aceptación de la limitación y el cansancio se opone a los discursos de autoayuda que proponen una hiperactividad constante y que culpabilizan a las personas por no estar siempre en su mejor estado.

Otro poema que trabaja esta dimensión es “Cuando me permito caer”, que establece el derecho a la fragilidad: “Hay días que no puedo, / y está bien”. El acto de “permitirse” caer implica una autorización consciente, una decisión de no exigirse un rendimiento constante.

Esta legitimación de la vulnerabilidad cumple una función terapéutica importante porque reduce la presión autoimpuesta y facilita la autocompasión, cualidades que la investigación psicológica ha identificado como fundamentales para el bienestar emocional.

3.3. La resignificación del dolor como fuente de conocimiento

Renacida en mi calma desarrolla una estrategia terapéutica fundamental: la resignificación del dolor como experiencia que, aunque dolorosa, puede convertirse en fuente de conocimiento y fortaleza. Esta resignificación no implica una glorificación del sufrimiento, sino un reconocimiento de que las experiencias difíciles pueden, retrospectivamente, integrarse en la propia narrativa vital como elementos constitutivos de la identidad.

El poema “La cicatriz que florece” articula explícitamente esta resignificación: “Mi piel guarda marcas, / caminos que dolieron, / historias que quemaron / y me enseñaron a temer”. Las cicatrices son presentadas inicialmente en su dimensión dolorosa, sin negarla ni minimizarla.

Sin embargo, el poema introduce una transformación en la mirada: “Pero hoy miro esas cicatrices / y veo algo distinto: / flores que brotan en lo profundo, / raíces que se aferran a mi fuerza, / heridas que se vuelven lecciones, / dolor que se convierte en belleza”. Esta transformación perceptiva es fundamental desde el punto de vista terapéutico: no cambia los hechos ocurridos, pero sí modifica el significado que se les atribuye.

La metáfora de las flores que brotan de las cicatrices conecta con tradiciones culturales diversas que han empleado imágenes similares para expresar la idea de que el sufrimiento, cuando es elaborado, puede generar crecimiento. La estética japonesa del kintsugi, que repara cerámicas rotas con oro enfatizando las fracturas en lugar de ocultarlas, expresa una filosofía similar.

Otro poema que desarrolla esta resignificación es “El peso y la fuerza”: “He cargado piedras que no eran mías, / he sentido su peso en mis hombros, / y aun así he seguido caminando, / aprendiendo a no quebrarme”. El poema reconoce la injusticia de cargar pesos ajenos, pero identifica en esa experiencia el desarrollo de una fortaleza que ahora forma parte del sujeto.

 

 

3.4. La construcción de una narrativa de agencia

Un aspecto terapéuticamente fundamental de Renacida en mi calma es la construcción de una narrativa de agencia personal. A lo largo del poemario, el sujeto lírico se presenta no como víctima pasiva de las circunstancias, sino como agente activo de su propia transformación.

Esta agencia se construye mediante dos estrategias discursivas principales. Por un lado, el uso recurrente de verbos de aprendizaje en primera persona: “He aprendido”, “Aprendí”, “He descubierto”. Estos verbos presentan al sujeto como protagonista activo de su proceso de conocimiento, no como receptor pasivo de enseñanzas externas.

Por otro lado, la recurrencia de declaraciones afirmativas que establecen el estado actual del sujeto: “Soy mi casa”, “Soy luz en mis sombras”, “Soy fuerza en mis dudas”. Estas afirmaciones no describen un estado dado, sino que lo performan: el sujeto se constituye en el acto mismo de enunciación.

El poema “La primera vez que dije no” marca un momento crucial en la construcción de esta agencia: “Me temblaban las manos, / pero la voz salió firme”. El acto de decir “no”, de establecer límites, constituye un hito fundamental en el proceso de conquistar autonomía.

La conclusión del poema enfatiza la dimensión de elección: “Ese ‘no’ me dolió, / pero también me salvó: / era yo eligiéndome / por primera vez”. El verbo “elegirse” resulta fundamental: el sujeto no es elegido por otros, sino que se elige a sí mismo, estableciendo sus propias prioridades.

Esta construcción de agencia resulta terapéuticamente importante porque contrarresta narrativas de victimización que, aunque puedan ser comprensibles en ciertos contextos, tienden a perpetuar situaciones de impotencia cuando se vuelven identidades cristalizadas.

3.5. El autocuidado como práctica y como derecho

Renacida en mi calma articula una concepción del autocuidado no como lujo o indulgencia, sino como necesidad fundamental y derecho legítimo. Esta reivindicación resulta especialmente significativa en un contexto cultural que ha socializado a las mujeres en el cuidado de otros como prioridad absoluta, frecuentemente a costa del cuidado de sí mismas.

El poema “Aprender a abrazarme” narra el proceso de conquista del autocuidado: “Aprender a abrazarme / no fue fácil. / Al principio, mis brazos dudaban, / mi corazón temblaba, / mi mente buscaba excusas”. La dificultad inicial reconoce que el autocuidado no es algo espontáneo para quien ha sido socializado en la abnegación, sino una práctica que requiere aprendizaje.

El poema continúa: “Pero poco a poco entendí / que el abrazo más necesario / no venía de otros, / sino de mí misma”. Esta comprensión marca un punto de inflexión: el reconocimiento de que el autocuidado no es egoísmo, sino condición de posibilidad para establecer vínculos sanos con otros.

La sección “Raíces” desarrolla ampliamente esta temática del autocuidado, presentándolo como práctica cotidiana que requiere consciencia y dedicación. El poema “Raíces de calma” describe una práctica de autocentramiento que evoca técnicas de mindfulness o meditación: “Me siento en el centro de mí misma, / cierro los ojos y siento / cómo mis raíces se extienden”.

Esta dimensión práctica del autocuidado —no solo como concepto abstracto sino como conjunto de prácticas concretas— conecta el poemario con las tradiciones de cuidado de sí que filósofos como Michel Foucault han rastreado en la antigüedad grecorromana y que han sido recuperadas por movimientos contemporáneos de bienestar y salud mental.

3.6. La función de acompañamiento del texto

Más allá de su función como expresión de un proceso terapéutico personal de la autora, Renacida en mi calma cumple una función de acompañamiento para los lectores que atraviesan procesos similares. Esta función de acompañamiento constituye un aspecto fundamental de la biblioterapia.

El lenguaje accesible y directo del poemario facilita la identificación de los lectores con las experiencias narradas. La voz lírica no se presenta como excepcional o heroica, sino como una subjetividad común que experimenta dificultades cotidianas, lo que reduce la distancia entre el texto y el lector.

La estructura procesual del libro ofrece un mapa del proceso de crecimiento personal que puede servir como orientación para lectores que se encuentran en diferentes etapas de su propio proceso. Un lector que se identifica con los poemas de la sección “Renacer” puede encontrar en las secciones posteriores una proyección de posibilidades futuras.

El tono sereno y afirmativo del poemario, sin negar las dificultades, genera un efecto de esperanza y posibilidad. Este equilibrio resulta terapéuticamente importante: un texto excesivamente optimista que negara el dolor resultaría inverosímil y poco útil, mientras que un texto centrado únicamente en el sufrimiento podría reforzar estados de ánimo depresivos.

  1. Dimensiones performativas y transformadoras del lenguaje poético

4.1. Los actos de habla performativos en el poemario

Una dimensión fundamental de Renacida en mi calma desde la perspectiva terapéutica es su carácter performativo. El filósofo del lenguaje J.L. Austin distinguió entre enunciados constatativos, que describen estados de cosas, y enunciados performativos, que realizan acciones mediante el acto mismo de enunciación. Numerosos poemas del libro funcionan performativamente, constituyendo realidades en el acto de nombrarlas.

Las declaraciones identitarias que atraviesan el poemario —”Soy mi casa”, “Soy luz en mis sombras”, “Soy fuerza en mis dudas”— no describen estados previos, sino que los instituyen. El sujeto lírico se constituye como casa, como luz, como fuerza en el acto mismo de afirmarlo.

Esta dimensión performativa resulta terapéuticamente significativa porque sugiere que el lenguaje no solo representa la realidad, sino que tiene poder para transformarla. La persona que escribe o lee estos poemas y se identifica con ellos no solo está describiendo su estado, sino activamente constituyéndose mediante el lenguaje.

El poema “Renacida en mis silencios” trabaja explícitamente esta dimensión performativa del lenguaje: “En el silencio descubrí mi voz”. La voz no preexiste al silencio, sino que emerge de él; no es algo que se encuentra, sino algo que se crea en el proceso mismo de búsqueda.

4.2. La repetición como estrategia de consolidación

La repetición de ciertos motivos, imágenes y estructuras sintácticas a lo largo del poemario cumple una función terapéutica de consolidación. Desde la perspectiva de la psicología cognitiva, la repetición facilita la internalización de nuevos esquemas de pensamiento, contribuyendo a la transformación de patrones mentales arraigados.

Motivos como el silencio, la calma, el abrazo, las raíces, el vuelo, aparecen recurrentemente en diferentes poemas. Esta repetición crea un efecto acumulativo que refuerza los mensajes centrales del poemario.

La estructura sintáctica “He aprendido que…” se repite en múltiples poemas, estableciendo un patrón que el lector puede internalizar. Esta estructura enfatiza la dimensión procesual del conocimiento: no se trata de verdades reveladas, sino de aprendizajes construidos gradualmente a través de la experiencia.

La repetición también genera un efecto rítmico que contribuye al impacto emocional del texto. El ritmo no es solo un elemento estético, sino que tiene efectos somáticos que pueden facilitar estados de calma y receptividad.

4.3. La metáfora como herramienta de elaboración simbólica

Las metáforas constituyen un recurso central tanto de la poesía en general como de los procesos terapéuticos. La metáfora permite nombrar experiencias que resultan difíciles de expresar literalmente, ofreciendo un lenguaje simbólico para abordar vivencias complejas.

Renacida en mi calma despliega un sistema metafórico coherente basado en elementos naturales y espaciales. Las metáforas de la casa, las raíces, las alas, los puentes y los horizontes ofrecen correlatos objetivos para experiencias subjetivas de refugio, anclaje, liberación, conexión y apertura.

Esta traducción de lo abstracto-emocional a lo concreto-espacial facilita la comprensión y el procesamiento de experiencias que, expresadas literalmente, podrían resultar abrumadoras o confusas. La metáfora crea una distancia saludable entre la experiencia vivida y su expresión simbólica.

Desde la perspectiva de la terapia narrativa, las metáforas permiten “externalizar” problemas, separándolos de la identidad de la persona. Cuando el sujeto lírico habla de “la piel que dejo atrás”, está creando una distancia entre su yo actual y estados anteriores, facilitando la transformación identitaria.

  1. El poemario en el contexto de la literatura de autoayuda

5.1. Diferencias entre poesía terapéutica y literatura de autoayuda

Renacida en mi calma se sitúa en una zona fronteriza entre la poesía literaria y la literatura de autoayuda. Comparte con esta última una intencionalidad práctica —ofrecer herramientas simbólicas para el crecimiento personal— pero se distingue por su elaboración estética y por su rechazo de fórmulas prescriptivas.

La literatura de autoayuda tradicional suele adoptar un tono didáctico, ofreciendo recetas o pasos a seguir para alcanzar objetivos específicos. Renacida en mi calma, por el contrario, no prescribe ni ordena, sino que testimonia una experiencia singular que los lectores pueden o no compartir.

El poemario evita el lenguaje imperativo característico de muchos textos de autoayuda. No encontramos fórmulas del tipo “debes amarte”, “tienes que perdonar” o “sigue estos pasos”. En su lugar, el libro emplea un lenguaje descriptivo que narra un proceso personal sin imponerlo como modelo universal.

Esta distinción resulta importante porque los textos prescriptivos pueden generar culpa o frustración cuando los lectores no logran seguir las indicaciones o alcanzar los resultados prometidos. Un texto testimonial, por el contrario, ofrece compañía y posibilidad sin imponer exigencias.

5.2. La complejidad emocional frente al optimismo simplista

Otra diferencia significativa entre Renacida en mi calma y cierta literatura de autoayuda es el reconocimiento de la complejidad emocional y el rechazo del optimismo simplista. El poemario no promete soluciones mágicas ni estados de felicidad permanente, sino que acepta la ambivalencia y la contradicción como partes constitutivas de la experiencia humana.

Los poemas que reconocen los días difíciles, el cansancio, la vulnerabilidad, introducen una complejidad ausente en textos de autoayuda que proponen narrativas excesivamente lineales de superación. Esta complejidad resulta más realista y, paradójicamente, más útil terapéuticamente que promesas irrealizables.

El poemario mantiene también una consciencia de los límites del trabajo personal. No todo puede resolverse mediante crecimiento individual; existen condicionantes estructurales, sociales y relacionales que exceden el control personal. Aunque el libro no desarrolla explícitamente esta dimensión política, su énfasis en el autocuidado como necesidad más que como logro individual sugiere cierta consciencia de estos límites.

5.3. El valor literario como dimensión irreductible

A pesar de su función terapéutica, Renacida en mi calma mantiene una dimensión literaria irreductible. El cuidado en la elaboración de las imágenes, la atención al ritmo y la sonoridad, la construcción de una arquitectura simbólica coherente, evidencian una preocupación estética que trasciende la mera funcionalidad terapéutica.

Esta dimensión literaria no es accesoria, sino fundamental para la eficacia del texto. Un poema funciona terapéuticamente no a pesar de su calidad estética, sino precisamente gracias a ella. La elaboración formal del lenguaje poético es lo que le confiere su poder transformador, su capacidad de resonar en dimensiones profundas de la experiencia.

La brevedad concentrada de los poemas, su densidad simbólica, su apertura interpretativa, son cualidades específicamente literarias que contribuyen a su potencial terapéutico. Un texto explicativo, discursivo, cerrado en su significado, tendría menor capacidad de activar procesos de elaboración personal en los lectores.

  1. Conclusiones

El análisis de Renacida en mi calma como expresión de poesía terapéutica y escritura sanadora permite extraer varias conclusiones significativas sobre las relaciones entre literatura y bienestar emocional en la poesía contemporánea.

En primer lugar, el poemario constituye una manifestación lograda de lo que podríamos denominar “poesía terapéutica”: textos que, sin renunciar a su condición estética, asumen explícitamente funciones de acompañamiento en procesos de crecimiento personal y sanación emocional. Esta tendencia responde a una demanda social significativa de herramientas simbólicas para procesar las complejidades de la experiencia contemporánea.

En segundo lugar, Renacida en mi calma despliega estrategias discursivas específicas que contribuyen a su eficacia terapéutica: una estructura procesual que traza un itinerario completo de transformación, la legitimación de la vulnerabilidad como parte del proceso, la resignificación del dolor como fuente potencial de conocimiento, la construcción de narrativas de agencia personal y la reivindicación del autocuidado como práctica legítima.

En tercer lugar, el carácter performativo del lenguaje poético en el poemario subraya la dimensión transformadora de la palabra. Los poemas no solo describen estados emocionales, sino que los instituyen, contribuyendo activamente a la construcción de la identidad del sujeto lírico y, potencialmente, de los lectores que se identifican con el texto.

En cuarto lugar, el análisis revela la importancia de distinguir entre poesía terapéutica y literatura de autoayuda prescriptiva. Mientras esta última tiende a ofrecer fórmulas universales y soluciones simplificadas, la poesía terapéutica testimonia experiencias singulares, reconoce la complejidad emocional y respeta la autonomía interpretativa de los lectores.

En quinto lugar, el estudio evidencia que la función terapéutica de la poesía no es independiente de su calidad estética, sino que depende precisamente de ella. La elaboración formal del lenguaje poético —su densidad metafórica, su ritmo, su apertura interpretativa— es lo que le confiere su poder transformador.

En sexto lugar, Renacida en mi calma puede funcionar tanto como expresión de un proceso de escritura terapéutica para la autora como recurso biblioterapéutico para los lectores. Esta doble dimensión —escribir como forma de elaborar la propia experiencia y leer como forma de acompañamiento— constituye una característica fundamental de la poesía terapéutica.

Finalmente, el análisis del poemario en clave terapéutica no agota su riqueza ni debe entenderse como reducción de su valor literario. La dimensión terapéutica coexiste con otras dimensiones —estética, social, política— que también merecen atención crítica. Sin embargo, reconocer y analizar esta función terapéutica resulta fundamental para comprender un aspecto significativo de la poesía contemporánea y de sus modos de relación con los públicos lectores actuales.

Este estudio abre múltiples líneas de investigación futuras. Sería relevante realizar estudios de recepción empíricos para examinar cómo los lectores reales experimentan el poemario y qué funciones cumple efectivamente en sus vidas. Asimismo, resultaría productivo comparar Renacida en mi calma con otros poemarios contemporáneos que asumen funciones similares, para identificar con mayor precisión las estrategias discursivas características de esta tendencia. Finalmente, sería valioso explorar las implicaciones éticas y políticas de la literatura terapéutica, atendiendo tanto a sus potencialidades emancipadoras como a sus posibles derivas individualistas que desvíen la atención de condicionantes estructurales del malestar contemporáneo.

  1. Análisis estilístico y recursos literarios específicos

7.1. La sintaxis de la sencillez: análisis lingüístico

Uno de los rasgos más distintivos de Renacida en mi calma es su sintaxis predominantemente sencilla, que privilegia oraciones breves y estructuras paratácticas sobre construcciones subordinadas complejas. Esta opción estilística no debe interpretarse como pobreza expresiva, sino como elección consciente que busca la comunicación directa y la accesibilidad lectora.

El análisis cuantitativo de la longitud de los versos revela una preferencia por versos de entre 5 y 12 sílabas, evitando tanto el verso excesivamente breve (3-4 sílabas) como el verso extenso (más de 14 sílabas). Esta medida intermedia facilita la lectura fluida y la memorización, dos cualidades importantes para un poemario que busca acompañar procesos vitales prolongados.

La estructura sintáctica predominante es la siguiente: sujeto en primera persona + verbo de acción o estado + complementos breves. Ejemplo: “Me siento en el centro de mí misma”, “Soy el lugar donde descanso”, “He aprendido a habitarme”. Esta estructura refuerza la agencia del sujeto lírico y facilita la identificación del lector mediante el uso consistente de la primera persona.

El uso de la coordinación copulativa (“y”) es frecuente, creando enumeraciones que acumulan imágenes y sensaciones sin jerarquizarlas mediante subordinación. Ejemplo: “Soy las paredes que se sostienen / aunque el viento arrecie, / y las ventanas abiertas / para que entre la luz”. Esta técnica genera un ritmo acumulativo que enfatiza la abundancia de descubrimientos y transformaciones.

El empleo de oraciones negativas para expresar aprendizajes resulta también significativo: “No necesito completarme con nadie”, “No todos los días son claros”, “No hay final en este viaje”. Estas negaciones funcionan como correcciones de creencias o mandatos sociales previos, estableciendo nuevos marcos de comprensión.

7.2. El uso del tiempo verbal: presente, pasado y futuro

El análisis de los tiempos verbales en Renacida en mi calma revela una arquitectura temporal compleja que estructura la experiencia del crecimiento personal. El presente de indicativo domina el poemario, estableciendo el momento actual como espacio de enunciación y de existencia. Ejemplos: “Soy mi casa”, “Me siento en el centro de mí misma”, “Hoy canto sin cadenas”.

Este presente no es solo descriptivo, sino performativo: constituye la realidad que nombra. Cuando el sujeto lírico afirma “Soy mi casa”, no describe un estado previo sino que lo instituye en el acto de enunciación.

El pretérito perfecto compuesto (“he aprendido”, “he descubierto”, “he cargado”) aparece recurrentemente para referirse a procesos de aprendizaje que conectan el pasado con el presente. Este tiempo verbal sugiere que las experiencias pasadas tienen relevancia actual, que el aprendizaje es un proceso continuado que permanece abierto.

El pretérito indefinido aparece en menor medida, reservado para momentos específicos de transformación: “Fue cuando dejé de buscarme / en los ojos de otros”, “Ese día descubrí / que no necesitaba permiso”. Estos momentos puntuales marcan hitos en la trayectoria del sujeto.

El futuro es el tiempo menos frecuente, apareciendo principalmente en la última sección (“Horizontes”) donde se proyecta la mirada hacia lo que vendrá. Sin embargo, incluso en esta sección, el presente domina: “Lo que viene no me asusta, / me inspira”. El futuro se experimenta desde el presente, no como proyección ansiosa sino como apertura confiada.

7.3. El campo semántico de la luz y la oscuridad

Renacida en mi calma trabaja de manera sofisticada con el campo semántico de la luz y la oscuridad, evitando la simplificación de equiparar luz con bien y oscuridad con mal. El poemario reconoce la necesidad de ambos estados y explora sus complementariedades.

Referencias a la luz aparecen en múltiples poemas: “ventanas abiertas / para que entre la luz”, “Soy luz en mis sombras”, “Los días que no soy luz”. La luz se asocia con la claridad, el conocimiento, la energía vital. Sin embargo, el poemario reconoce que no todos los días pueden ser luminosos.

Las referencias a la oscuridad, el silencio y la sombra no tienen connotación exclusivamente negativa. El poema “Renacida en mis silencios” presenta el silencio como espacio de autodescubrimiento: “En el silencio descubrí mi voz”. El silencio y la penumbra son espacios de intimidad, de gestación, de descanso necesario.

La imagen del “Diciembre interior” resulta especialmente significativa: “Hay un diciembre dentro de mí, / un frío que ya no me asusta, / porque he aprendido a encender mi propia luz”. El invierno interior no debe combatirse o negarse, sino habitarse con la confianza de que uno puede generar su propia luz interna.

Esta sofisticación en el tratamiento de luz y oscuridad evita el maniqueísmo y refleja una comprensión más madura de la experiencia emocional, donde la oscuridad no es enemiga sino parte constitutiva de los ciclos vitales.

7.4. La musicalidad: asonancias y aliteraciones

Aunque Renacida en mi calma emplea verso libre sin esquemas métricos o rímicos regulares, el poemario no renuncia a la musicalidad. La autora emplea recursos sonoros sutiles que generan cohesión fónica sin resultar artificiosos.

Las asonancias internas crean ecos sonoros que refuerzan las conexiones semánticas: “descanso / abrazo”, “silencios / cielo”, “calma / alma”. Estas resonancias sonoras no siguen patrones regulares pero aparecen con frecuencia suficiente para crear una textura fónica reconocible.

Las aliteraciones se emplean ocasionalmente para enfatizar ideas: “Soy fuerza en mis dudas, / completa en mi calma” (repetición del sonido /k/). La repetición de consonantes genera efectos rítmicos que refuerzan el contenido semántico.

El ritmo se construye también mediante la variación en la longitud de los versos. Versos más breves alternan con versos más extensos, creando un ritmo respiratorio que mimetiza los ciclos de tensión y distensión emocional.

La ausencia de puntuación al final de la mayoría de los versos genera un efecto de continuidad, de flujo que invita a la lectura pausada y contemplativa. Los encabalgamientos suaves conectan versos sucesivos sin rupturas bruscas.

  1. Intertextualidad y referencias literarias

8.1. El diálogo con Mario Benedetti

La referencia más explícita a otro autor en Renacida en mi calma aparece en el poema “Cuando me permito caer”, que menciona a Mario Benedetti: “Recuerdo a Benedetti, / la alegría se defiende”. Esta cita alude al poema “Defensa de la alegría” del poeta uruguayo, uno de los textos más emblemáticos sobre la resistencia emocional frente a la adversidad.

La elección de Benedetti como referente no es casual. El poeta uruguayo cultivó una poesía accesible, de lenguaje directo, que abordaba experiencias cotidianas sin renunciar a la profundidad. Esta estética conecta directamente con la propuesta de García Ramos.

La frase “la alegría se defiende” introduce una dimensión activa en la concepción de las emociones positivas. La alegría no es un estado que simplemente acontece, sino algo que debe defenderse, cuidarse, cultivarse conscientemente frente a las adversidades. Esta concepción activa de la alegría refuerza la narrativa de agencia que atraviesa todo el poemario.

La incorporación de esta cita en un momento de vulnerabilidad (“Cuando me permito caer”) resulta especialmente significativa. Sugiere que incluso en los momentos difíciles, cuando uno no puede más, existe la posibilidad de recuperación, de volver “el doble de clara, / el doble de yo”.

8.2. Ecos de la tradición poética española

Aunque Renacida en mi calma no incluye referencias explícitas a otros poetas españoles, pueden rastrearse ecos de diversas tradiciones poéticas. El empleo de metáforas naturales conecta con una larga tradición de poesía española que ha encontrado en la naturaleza correlatos objetivos para estados emocionales.

La concepción del poema como espacio de autodescubrimiento y autoconocimiento evoca la tradición de poesía reflexiva o meditativa que tiene exponentes significativos en la poesía española del siglo XX. Poetas como Luis Cernuda, José Ángel Valente o Clara Janés han explorado similares territorios de indagación interior.

El uso de un lenguaje coloquial y directo conecta con la tradición de la “poesía de la experiencia” que dominó el panorama poético español en las décadas de 1980 y 1990. Sin embargo, García Ramos no adopta el tono irónico o distanciado característico de muchos poetas de esa corriente, prefiriendo un registro más sincero y emotivo.

8.3. Resonancias con la poesía hispanoamericana contemporánea

Renacida en mi calma comparte sensibilidades con corrientes de poesía hispanoamericana contemporánea que han explorado temáticas similares de autoconocimiento y empoderamiento femenino. Poetas como Alejandra Pizarnik, Idea Vilariño o contemporáneas como Cristina Peri Rossi han trabajado la construcción de subjetividades femeninas autónomas mediante el lenguaje poético.

La espacialización de la subjetividad que desarrolla García Ramos conecta con tradiciones poéticas hispanoamericanas que han empleado metáforas similares. El concepto de “entrar en una misma”, que la crítica ha identificado en la poesía de Julia de Burgos, resuena en numerosos poemas de Renacida en mi calma.

 

 

  1. Recepción potencial y públicos lectores

9.1. El público objetivo del poemario

Renacida en mi calma está dirigido principalmente a un público lector joven y adulto, con especial énfasis en lectoras mujeres que atraviesan procesos de construcción identitaria y búsqueda de autonomía emocional. La experiencia de la autora como mujer joven de ámbito rural que trabaja en el sector servicios la conecta con amplios sectores sociales.

El lenguaje accesible y la temática centrada en experiencias cotidianas facilitan la identificación de lectores no especializados en poesía. El poemario puede funcionar como puerta de entrada a la lectura poética para personas que no tienen hábito lector en este género.

Sin embargo, la elaboración formal del texto y su inscripción en tradiciones poéticas establecidas lo hacen también relevante para lectores más experimentados que valoran tanto la dimensión estética como la emocional.

9.2. Contextos de lectura y usos potenciales

Renacida en mi calma puede emplearse en diversos contextos más allá de la lectura individual privada. En contextos educativos, el poemario ofrece material accesible para trabajar poesía contemporánea con estudiantes de secundaria o bachillerato. Los temas que aborda —construcción de identidad, autoestima, relaciones sanas— resultan especialmente relevantes para adolescentes y jóvenes adultos.

En contextos terapéuticos o de grupos de apoyo, el poemario puede funcionar como recurso biblioterapéutico. Terapeutas que trabajan con clientes que atraviesan procesos de crecimiento personal o superación de relaciones dañinas podrían emplear poemas seleccionados como material de reflexión.

En talleres de escritura creativa o de desarrollo personal, los poemas pueden servir como modelos o inspiración para que los participantes exploren sus propias experiencias mediante la escritura.

En redes sociales, poemas individuales o fragmentos pueden circular ampliamente, conectando con públicos que consumen poesía en formatos digitales breves. Esta circulación digital puede generar comunidades de lectores que comparten experiencias similares.

9.3. La dimensión comunitaria de la lectura

Aunque la lectura de poesía suele concebirse como actividad solitaria, Renacida en mi calma tiene potencial para generar comunidades de lectura. El carácter testimonial del poemario invita a los lectores a compartir sus propias experiencias, creando espacios de diálogo donde las vivencias individuales se reconocen como parte de experiencias colectivas.

Clubes de lectura centrados en poesía contemporánea podrían encontrar en este poemario material rico para discusión. Las preguntas que suscita —sobre el amor propio, los límites relacionales, el autocuidado, la construcción de identidad— son temas que resuenan en las experiencias de muchas personas y generan conversaciones significativas.

La dimensión de género del poemario —su exploración de experiencias específicamente femeninas de construcción de autonomía— lo hace especialmente relevante para espacios de encuentro entre mujeres donde se comparten experiencias y estrategias de empoderamiento.

 

  1. Dimensión editorial y de mercado literario

10.1. Editorial Poesía eres tú y el panorama editorial español

La publicación de Renacida en mi calma por Editorial Poesía eres tú sitúa el poemario en un contexto editorial específico. Esta editorial, parte del Grupo Editorial Pérez-Ayala, se especializa en poesía contemporánea y mantiene un catálogo que incluye tanto autores consolidados como nuevas voces.

El modelo editorial de Poesía eres tú representa una alternativa a las grandes editoriales generalistas que publican poesía de manera ocasional. Las editoriales especializadas en poesía cumplen una función fundamental en el ecosistema literario español, manteniendo vivo un género que no siempre tiene cabida en circuitos comerciales masivos.

La apuesta editorial por autoras jóvenes como Lucía García Ramos evidencia la renovación generacional que está experimentando la poesía española. Las nuevas voces aportan temáticas, sensibilidades y lenguajes que conectan con públicos lectores contemporáneos.

10.2. El mercado de la poesía del autocuidado

Renacida en mi calma se inscribe en un fenómeno editorial significativo: el auge de la poesía centrada en crecimiento personal y autocuidado. Este nicho de mercado ha experimentado un crecimiento notable en la última década, con cifras de ventas que sorprenden en un género tradicionalmente minoritario.

El éxito comercial de este tipo de poesía se explica por varios factores. En primer lugar, conecta con necesidades emocionales reales de amplios sectores de la población que buscan herramientas simbólicas para procesar las complejidades de la vida contemporánea. En segundo lugar, las redes sociales han democratizado el acceso a la poesía, permitiendo que lectores que no frecuentaban librerías descubran el género.

El diseño de la cubierta de Renacida en mi calma, con su estética limpia y contemporánea, se alinea con las tendencias del mercado actual de poesía dirigida a públicos jóvenes. La presentación visual del libro forma parte integral de su estrategia de comunicación con los lectores potenciales.

10.3. Estrategias de difusión y visibilidad

La difusión de poemarios como Renacida en mi calma depende cada vez más de estrategias digitales. Las redes sociales, especialmente Instagram, TikTok y plataformas similares, se han convertido en espacios fundamentales para la promoción de poesía contemporánea.

La autora puede emplear estas plataformas para compartir poemas individuales, conectar directamente con lectores, participar en conversaciones sobre los temas que aborda el poemario y construir una comunidad en torno a su obra. Esta relación directa entre autores y lectores, sin intermediarios tradicionales, caracteriza el nuevo ecosistema literario digital.

Las presentaciones de libros, tanto presenciales como virtuales, constituyen otro canal importante de difusión. Estos eventos permiten que la autora establezca contacto directo con lectores, lea poemas en voz alta y dialogue sobre los procesos creativos y vitales que dieron origen al poemario.

La colaboración con bookstagramers, booktubers y otros creadores de contenido literario en redes sociales puede amplificar significativamente el alcance del poemario. Estos mediadores culturales cumplen funciones de prescripción literaria cada vez más importantes en el ecosistema actual.

  1. Propuestas didácticas para el uso del poemario

11.1. En educación secundaria y bachillerato

Renacida en mi calma ofrece múltiples posibilidades para su empleo en contextos educativos formales. El lenguaje accesible y las temáticas relevantes para adolescentes y jóvenes lo hacen especialmente adecuado para niveles de educación secundaria y bachillerato.

Una propuesta didáctica podría organizarse en torno al análisis de las metáforas espaciales, solicitando a los estudiantes que identifiquen las diferentes metáforas (casa, raíces, puentes, horizontes) y reflexionen sobre qué aspectos de la experiencia representan. Esta actividad desarrolla competencias de comprensión lectora y análisis literario.

Otra actividad productiva sería la escritura creativa inspirada en el poemario. Los estudiantes podrían escribir sus propios poemas explorando experiencias personales de crecimiento, empleando las estructuras sintácticas y recursos metafóricos que observan en Renacida en mi calma como modelos.

El poemario puede también emplearse para trabajar educación emocional, invitando a los estudiantes a reflexionar sobre temas como el autocuidado, el establecimiento de límites en las relaciones, la gestión de emociones difíciles. La poesía ofrece un lenguaje menos directo que permite abordar estos temas sensibles con cierta mediación simbólica.

11.2. En talleres de escritura creativa

Para talleres de escritura creativa dirigidos a adultos, Renacida en mi calma puede funcionar como modelo de poesía accesible pero elaborada. Los participantes pueden analizar cómo la autora logra transmitir emociones complejas mediante lenguaje sencillo, estudiando las técnicas específicas que emplea.

Ejercicios de escritura podrían incluir la creación de poemas estructurados en torno a metáforas espaciales personales, explorando qué espacios (reales o imaginarios) han sido significativos en los procesos vitales de cada participante.

Otro ejercicio productivo sería trabajar con la estructura procesual del poemario, invitando a los participantes a mapear su propio proceso de crecimiento personal y traducirlo a una secuencia de poemas que trace ese itinerario.

11.3. En contextos de desarrollo personal y terapéuticos

En talleres de desarrollo personal o grupos de apoyo, Renacida en mi calma puede emplearse como recurso biblioterapéutico. La lectura compartida de poemas seleccionados puede servir como punto de partida para conversaciones sobre experiencias personales.

Una metodología posible sería la lectura de un poema seguida de un tiempo de reflexión silenciosa, después del cual los participantes comparten (si lo desean) cómo el poema resuena con sus propias experiencias. Este tipo de actividad genera espacios de validación mutua y construcción comunitaria.

En contextos terapéuticos individuales, terapeutas formados en biblioterapia podrían sugerir poemas específicos a clientes que atraviesan procesos similares a los narrados en el poemario. La lectura del poema entre sesiones puede funcionar como herramienta de elaboración continuada.

 

  1. Comparación con Ama desde tus adentros: evolución poética

12.1. Del amor universal al amor propio

La comparación entre los dos poemarios de Lucía García Ramos revela una evolución temática significativa. Mientras que Ama desde tus adentros (2022) se dedicaba al “amor universal”, Renacida en mi calma (2025) se centra en “el amor propio y el crecimiento personal”.

Esta evolución desde el amor hacia otros al amor hacia una misma refleja un proceso vital de la autora y también una maduración en su concepción del amor. El poemario de 2025 sugiere que el amor propio no es egoísmo o narcisismo, sino condición de posibilidad para amar genuinamente a otros.

La secuencia de los dos poemarios propone un orden significativo: primero es necesario aprender a amarse a una misma para después poder establecer vínculos de amor sanos con otros. Esta secuencia invierte el mandato cultural que ha socializado a las mujeres en el cuidado de otros como prioridad absoluta.

12.2. Evolución estilística y formal

Aunque no disponemos del texto completo de Ama desde tus adentros, la información sobre Renacida en mi calma sugiere una evolución estilística hacia mayor cohesión estructural. La organización en cinco secciones temáticas claramente definidas y la consistencia del sistema metafórico espacial evidencian una maduración en la concepción arquitectónica del poemario.

Es probable que Renacida en mi calma represente también una evolución en términos de profundización temática. El segundo poemario aborda dimensiones complejas del crecimiento personal (la gestión del dolor, la construcción de límites, la integración de la vulnerabilidad) que sugieren una exploración más matizada de la experiencia emocional.

12.3. Proyección futura de la obra

Los dos poemarios publicados establecen las bases de una obra poética en desarrollo. La trayectoria que dibujan —del amor universal al amor propio— sugiere posibles direcciones futuras: quizás un tercer poemario que integre ambas dimensiones, explorando cómo el amor propio conquistado permite nuevas formas de amor hacia otros.

La consolidación de una voz poética distintiva —accesible pero no simplista, emocional pero no sensiblera, terapéutica pero no prescriptiva— posiciona a Lucía García Ramos como una voz emergente significativa en el panorama de la poesía española contemporánea.

Conclusión general de los estudios complementarios

Los aspectos complementarios analizados —estilísticos, intertextuales, de recepción, editoriales, didácticos y evolutivos— enriquecen la comprensión de Renacida en mi calma como artefacto literario complejo que opera simultáneamente en múltiples dimensiones.

El análisis estilístico revela que la aparente sencillez del lenguaje esconde elecciones formales sofisticadas que contribuyen a la eficacia comunicativa y emocional del texto. La sintaxis directa, el uso estratégico de los tiempos verbales, el trabajo con campos semánticos y la musicalidad sutil configuran un estilo poético reconocible y efectivo.

El análisis intertextual sitúa el poemario en genealogías literarias específicas, mostrando cómo dialoga con tradiciones poéticas españolas e hispanoamericanas. La referencia a Benedetti no es ornamental, sino que señala afinidades electivas con una concepción de la poesía como acompañamiento vital.

El análisis de recepción potencial y contextos de uso evidencia que Renacida en mi calma trasciende la lectura individual privada para ofrecer posibilidades de construcción comunitaria y de empleo en múltiples contextos educativos y terapéuticos.

El análisis del contexto editorial sitúa el poemario en un mercado específico —el de la poesía del autocuidado— que ha experimentado crecimiento significativo y que responde a necesidades sociales reales. La comprensión de este contexto es fundamental para evaluar las condiciones de producción y circulación de la obra.

Las propuestas didácticas demuestran que el poemario no solo tiene valor literario o terapéutico, sino también pedagógico, ofreciendo material rico para el trabajo en diversos contextos educativos.

Finalmente, la comparación con el poemario anterior revela una trayectoria poética en desarrollo, marcada por una evolución temática del amor universal al amor propio que refleja procesos vitales de la autora y que proyecta posibles direcciones futuras.

Estos estudios complementarios, junto con los análisis previos sobre amor propio, metáforas espaciales y poesía terapéutica, configuran una aproximación multidimensional a Renacida en mi calma que reconoce su complejidad y su relevancia en el panorama de la poesía española contemporánea.

 

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