La lira de la noche

 

En mi mente la inspiración brota…

Waiting for a word

Looking at the milky skyline

The city is my church

It wraps me in its blinding twilight.

 

M83, MIDNIGHT CITY

 

Me he vuelto a despertar

y la noche está más viva que nunca.

Tengo que en el balcón apoyarme

para poder apreciarte una vez más.

Una

sola

vez más.

 

Nebulosas han acribillado al Sol.

Sólo los destellos

de las suntuosas estrellas

me permiten vislumbrar la belleza

que a este espíritu trastoca.

 

La Luna ha vuelto a ser director.

Director de esta orquesta,

de este melódico concierto

parece escuchado únicamente por mi persona.

Mis oídos se maravillan por esa lira:

musical

y

lírica.

 

Clave de Luna en B menor.

El brillante espectáculo aún no ha comenzado.

 

Estoy sentado, estoy preparado

para a aquellas escondidas emociones someterme.

Música, maestro.

 

Do-Re-Mi, canta Orión.

Todos esos recuerdos eran las primeras notas.

En algunos la veo,

la puedo ver a ella

y las preguntas que siempre hacía

mirando al escéptico infinito.

Cuánta tristeza ha habido en esta vida.

 

Ellos estaban en otros tantos.

Su insano estado mental me reaviva,

su fuerte sensibilidad me reanima

y su decepción me inmoviliza.

Cuánta felicidad ha habido en esta vida.

 

Fa-Sol-La, entona Casiopea.

El futuro eran las segundas notas.

Un día me iré para siempre.

Y entonces, ellos le hablarán de mí

a sus hijos,

a sus nuevos amigos,

a lo que ellos creen el amor de su vida.

 

¿Qué quedará de mí?

¿Qué será del alocado poeta

que escribe de todo menos poesía?

Sea lo que sea, me asusta.

 

Si, repetía Lyra.

La libertad era esa última nota.

 

 

Seré libre.

El día que me vaya

seré libre.

Podré ver a este mundo crecer,

a ti

y a esta orquesta una última vez.

 

La lira regalaba sus últimos arpegios

de esta canción que tantísimas veces

me había inspirado.

Las lágrimas me cubren mi fascinado rostro y me impiden concebir que esté en un estado onírico.

 

Y es que

es mejor vivir entre las sombras

y degustarse

de la esplendidez que nos brinda

la lira de la noche.

 

 

 

La lira de la noche del libro APOLOGÍA DE UN (MATEMÁTICO) POETA FRUSTRADO de LUCAS CUERVA Share on X

¿Cómo te voy a olvidar?

 

En mi mente la inspiración brota…

—Si Dios decidiera darme una segunda oportunidad…

Te aseguro que… Lo haría de nuevo.

—Ya… El caso…

Es que no creo que pueda perdonarte nunca.

 

JOEL MILLER Y ELLIE WILLIAMS, THE LAST OF US II

 

Y el coche marchaba para no volver.

La gran ciudad te había llamado como a tantos

y, qué desgracia,

la decisión ya estaba tomada.

Mi última visión a aquel emborrachador fénix

esa gasolina que al caballo arremata.

Qué triste saber que jamás volverás y aquella tan

postmoderna escena

la definitiva de mis ojos iba a ser.

 

El «hasta siempre» que ese llameante silbato resonaba

era sumamente tangible; el veraniego viento

lo podía acariciar.

A mi corazón esa flecha envenenada de Cupido llegaba.

El tiempo la razón te la ha dado

(sabia como el primer día)

y ahora veo ese siempre que, con dureza, lograbas articular. Todos los recuerdos hasta siempre iban a perdurar.

 

Las lirias blancas, causantes de taquicardia,

esa nevada tez atemorizada de la llama del amor,

la perfección Vitruvesca que yo había en ti hallado,

las perlas relucientes que como faro a mi barco guiaba

para aterrizar en la costa de tu corazón.

 

Casi termino ahogándome.

La elegancia entre tanta deplorabilidad tenía que sobresalir

y tú,

al mayor fiasco de esta vida mirabas

y esa sol-risa le regalabas.

 

Tu compañía al tiempo lo fusilaba

con extrema celeridad

y cómo me jodía.

 

La seguridad de estar junto la única que podía entender esta afinidad,

para otros, fingida felicidad.

Confesarte mi inseguridad de estar despierto

¿acaso no todo lo que uno ve es producto de la asesina imaginación?

Y esa respuesta,

resolución de la conjetura de Goldbach asemejaba:

«Nada importa. Disfruta y déjate de cuestionar»

Tan sencilla, tan reflexiva, tan perfecta.

 

Desmayarse, atreverse, estar furioso,

áspero, tierno, liberal, esquivo…

Cuán es lo que sabe aquel fénix.

Juan Ramón, el nombre exacto de las cosas esta vez es imposible

de encontrar.

Explícame cómo describir a un sentimiento

frágil mas duradero,

mortífero pero vitalizador,

universal aunque personal,

animoso sin embargo deprimente.

 

Explícame como describir a un sentimiento tan trascendente.

 

 

En medio de la lluvia, chispeadora de ascuas,

esa misión me habías de encomendar, un deseo que entre susurros gritabas.

«Pase lo que pase, no me olvides jamás».

Pero, ¿cómo te voy a olvidar?

Si fuiste una profesora de mi espíritu digna de honificar,

si me llegaste a despertar,

si dentro de ese contexto tan vulgar en mí llegaste a

[confiar,

si casi a mi corazón lo logras frenar,

si lograste de mí hacer la envidia de los demás,

si me hiciste descubrir esta pasión,

si gracias a ti estoy escribiendo estos versos.

Encomendarme tu olvido

eso sí un martirio hubiera sido.

 

Y el coche marchaba para no volver.

Yo sabía que jamás te iba a olvidar,

y que esas lirias,

esa tez,

esas perlas sonrientes,

ese apasionado silbato,

esa perfección,

todo aquello, jamás lo iba a volver a ver.

 

No había sollozos, no había lágrimas,

no había frustración.

Mi alma sollozaba, lloraba,

se frustraba.

No sabes cómo se frustraba.

 

¿Cómo te voy a olvidar? del libro APOLOGÍA DE UN (MATEMÁTICO) POETA FRUSTRADO de TOMÁS OSORIO DEL RÍO Share on X

 

 

«Habla: ¿Dónde estás»

 

En mi mente la inspiración brota…

Aceptamos la realidad del mundo

que se nos presenta.

Es tan simple como eso.

 

CRISTOF, EL SHOW DE TRUMAN

 

Estás en ese sofá.

Tú mismo te preguntas dónde estás.

Yo no sé qué contestar.

No entendía si me cuestionabas

el lugar donde mi cuerpo está,

el espacio donde mi mente se siente,

o el sitio donde los dos no se disciernen.

 

Así que,

aun sin saber lo que me preguntabas,

saco la fuerza de no sé donde

y me respondo sin aclararme nada.

 

Me acuerdo de que te dije algo así

como que si hay que vivir la vida

debemos estar allí donde vivamos,

a pesar de que,

irónica(mente),

ese lugar sea el mismo donde,

segura(mente),

nos muramos.

Y es curioso.

Porque, ¿sabes?

No veo razón alguna

para que yo esté donde estoy

 

 

pero tengo más que claro

que donde yo estoy es donde más vivo.

Así que ahí sigo.

Estando.

 

Puedo estar seguro de que te expresé mi necesidad

de estar en algún lugar donde la felicidad

no fuera una mera utopía

sino una habitual realidad.

Al final, esa es la única manera

de vivir la vida

sin que sientas que no estás:

acariciando la alegría.

 

Recuerdo también que soñé con ser Dios,

no para no poder ir al infierno

sino para estar en todos los lados

en todo momento.

Si tan solo supieras lo que me encantaría

estar aquí y allá

para alegrar los días

a ti,

a ti,

y a ti.

 

Y, quizás

podría seguir buscando mi lugar.

Pero sé que nunca entenderás,

o, mejor dicho, que nunca entenderé

lo que es estar sin estar.

Ni que nunca tendrás idea de lo que es

estar en un sitio

mientras tu mente está en otro.

 

Pero bueno,

puedes estar tranquilo,

que aunque no sepa dónde estoy,

si hay algo que tengo claro es que esté donde esté

sé que ese es el sitio donde siempre quise estar.

Porque soy libre

y solo un preso está

donde desea morirse.

 

 

«Habla: ¿Dónde estás» del libro APOLOGÍA DE UN (MATEMÁTICO) POETA FRUSTRADO de TOMÁS OSORIO DEL RÍO Share on X

 

 

Tiempo mutilador

 

En mi mente la inspiración brota…

Sabes…

Somos más fantasmas que personas.

ARTHUR MORGAN, RED DEAD REDEMPTION 2

 

La putada

es percatarte

de que el tiempo ha pasado

cuando has pasado tantísimas páginas

que ya has llegado al epílogo.

Es esa la putada

de estar viviendo

inmerso en el presente

sin mirar hacia el pasado.

 

Por eso,

yo mi pasado lo envuelvo

y te lo regalo.

Para que con ese presente

viajes hacia al futuro

y no olvides nunca

ese pasado

bello,

pero

tan bello

que hemos vivido.

 

Tiempo mutilador del libro APOLOGÍA DE UN (MATEMÁTICO) POETA FRUSTRADO de TOMÁS OSORIO DEL RÍO Share on X