Jácome se concibió como premonición:

 

Os ensueño en estos ojos afilados vueltos del revés

pausados junto al cráter pétreo anunciante

del último latido de la

humanidad

 

Os ensueño en este océano sin litoral

en este desierto de grano terminal

en esta inscripción nocturna

sobre montañas de hielo fugitivo

 

 

Y anunció su visión:

 

Primero fue el olmo

siguieron los álamos

se instalaron pretéritos y colosales

abrieron boquetes en lo alto sus troncos

de cortezas en origen ya estropeados

 

Sin que se pueda saber cómo

arribaron ríos

se bifurcaron las corrientes

se multiplicaron los ramales

arrastraron aguas de frío extremo

se presentaron las nieves carbónicas

 

Un voluminoso febrero anunció su configuración

 

 

 

 

 

Primero fueron

los olmos arcaicos y los vetustos álamos blancos

gordos de sed y cuesta abajo

amontonados sobre cauces de infinito encapuchado

de ramas vocalizadas

 

Solo dos notas apartadas de lechuza tímida envuelta en este crepúsculo de invierno endurecido se escucharon

 

Olmos y álamos junto a brutos torrentes de aguas líquidas y hondas

sumidas bajo el hielo puro

quebrado entre garras de ayuno negro

se vieron

 

No tardó en enmudecer la garganta ante el latido envenenado del plomo recién reventado

siempre bajo cero en un cuenco vigilante sin nido contra la

nicotina humana

insoportablemente recelosa de las termas de radón

de las redes del cazador

de los caminos encarnados en el miedo del oso al tufo matutino

del bulldozer paliativo

 

Tres cantores esquivos ulularon ecos de puesta de sol:

 

A uno le dijeron Simón Buhu pues incorpóreo existió

hasta que lo anillaron

A otro Simón Mutu pues

calló cuando lo emboscaron

Al tercero Simón Itsu pues

incrédulo aguantó las ataduras

 

Jácome murió tuberculoso y desmemoriado

En su recuerdo recomendaron tallar sobre piedra venidera un

epigrama inconcreto:

 

Ese algo

El algo

 

Algo = incógnito

Algo = duda

Algo = previsión de finitud

Algo = tinieblas de finitud

Algo = … inicio… de finitud

 

Ese algo

El algo

 

ALGO en la NADA

NADA en la FINITUD del ALGO

 

 

Jácome del libro ESTOS OJOS AFILADOS de KEPA FERNÁNDEZ DE LARRINOA Compartir en X

 

Ciego de jamás

hable su acompañante

despierte el adormecido

acabe de amanecer

 

Es temprano muy temprano para el chasquido de pedernal para la escucha de profecías

 

Es temprano muy temprano para los augures sombríos para las fábulas imprecisas

para los duendes sanguíneos

 

Es temprano muy temprano para una partida de cartas

para las alarmas

para los demonios inmisericordes

para doblegarse al silencio

para reconocerse ante el limbo

 

 

Ciego de jamás del libro ESTOS OJOS AFILADOS de KEPA FERNÁNDEZ DE LARRINOA Compartir en X

 

 

Las carnes famélicas

los prados calcinados

el alba huidiza

las hadas echadas

una sílaba enardecida

dos sílabas enardecidas

una frase rara

la mirada afilada

 

 

 

 

 

Las carnes famélicas del libro ESTOS OJOS AFILADOS de KEPA FERNÁNDEZ DE LARRINOA Compartir en X

La palabra

perversa

 

El grito

desagregado

 

La lágrima

imantada

 

El suspiro

hundido

 

Sacrificio en silencio

 

Plegaria sin pensamiento

 

La palabra perversa del libro ESTOS OJOS AFILADOS de KEPA FERNÁNDEZ DE LARRINOA Compartir en X

Oscuro

 

Está oscuro

los ojos se abren

perdura la penumbra

 

Ante un niño no amanece

 

 

 

 

 

 

Oscuro del libro ESTOS OJOS AFILADOS de KEPA FERNÁNDEZ DE LARRINOA Compartir en X