Pérez-Ayala, Javier. «LA ARQUITECTURA POÉTICA EN ‘ESTOS OJOS AFILADOS’: ESTRUCTURA CUATRIPARTITA Y PROGRESIÓN SIMBÓLICA». Zenodo, 13 de septiembre de 2025. https://doi.org/10.5281/zenodo.17113826
LA ARQUITECTURA POÉTICA EN ‘ESTOS OJOS AFILADOS’: ESTRUCTURA CUATRIPARTITA Y PROGRESIÓN SIMBÓLICA
Estudio de la organización interna del poemario y la función de cada sección en el conjunto
Introducción
“Estos Ojos Afilados” de Kepa Fernández de Larrinoa se presenta como una construcción poética de notable complejidad arquitectónica, donde la distribución cuatripartita no responde a una mera organización temática, sino a una progresión simbólica y conceptual que articula una reflexión profunda sobre la existencia, la memoria y los límites de la expresión poética. El poemario, publicado en 2025 por Ediciones Rilke, establece un diálogo entre diferentes registros expresivos que van desde la lírica hermética hasta la experimentación dramática y la reflexión metapoética.
- Arquitectura general: la estructura cuatripartita
1.1 Disposición formal y nomenclatura
La obra se estructura en cuatro secciones claramente diferenciadas tanto por su titulación como por su desarrollo interno:
- JÁCOME – LETRAS K EN HIELO EFÍMERO
II. EMMA – SILENTE EN SU RETABLO
III. ANKOKU BUTŌ PARA EMMA Y JÁCOME – /ESCENAS/ /CUADRO SINÓPTICOS/ PARA CUERPOS AL RATO VUELTOS ÉTER
IV. /TEORÍA DEL/ OTRORA CEREBRO POÉTICO
Esta denominación revela desde el planteamiento inicial una arquitectura que trasciende la organización convencional del poemario. Las dos primeras secciones se articulan en torno a figuras personificadas —Jácome y Emma—, la tercera establece una síntesis dramatúrgica experimental, y la cuarta se constituye como reflexión metapoética.
1.2 Progresión numérica y simbólica
La extensión de cada sección evidencia una progresión inversa que refuerza el sentido simbólico del conjunto:
- Sección I: 11 poemas/fragmentos (páginas 9-11)
- Sección II: aproximadamente 62 fragmentos (páginas 15-77)
- Sección III: 7 escenas/cuadros (páginas 81-89)
- Sección IV: 1 texto conclusivo (página 93)
Esta disposición decreciente sugiere un movimiento de concentración progresiva, desde la proliferación fragmentaria hacia la síntesis conceptual final.
- Análisis seccional: funciones específicas en el conjunto
2.1 Primera sección: Jácome como fundamento ontológico
La sección inaugural establece el marco ontológico de la obra a través de la figura de Jácome, presentado como “premonición” y visionario de la finitud. Su función arquitectónica es la de cimiento simbólico, estableciendo los ejes temáticos fundamentales:
Función fundacional: “Jácome se concibió como premonición: / Os ensueño en estos ojos afilados vueltos del revés / pausados junto al cráter pétreo anunciante / del último latido de la / humanidad”
La fragmentación del verso final “humanidad” funciona como anticipación formal de la fragmentación que caracterizará todo el poemario. Jácome establece el paisaje simbólico —”hielo efímero”— que funcionará como leitmotiv arquitectónico.
Estructura interna: La sección se articula mediante dos movimientos: la “concepción visionaria” y el “anuncio de la visión”, culminando con la muerte tuberculosa de Jácome y el epigrama inconcreto que anticipa la dialéctica ALGO/NADA que estructurará la obra completa.
2.2 Segunda sección: Emma como desarrollo dialéctico
Emma constituye el núcleo expansivo de la arquitectura poética, funcionando como contrapunto dialéctico a Jácome. Su “silencio en el retablo” establece una tensión productiva con la voz profética de la primera sección.
Función de desarrollo: La sección más extensa del poemario desarrolla las implicaciones existenciales planteadas por Jácome, pero desde la perspectiva de la ausencia y el vacío. Emma no habla; es hablada, observada, evocada.
Arquitectura temporal: “Sin tiempo todo este tiempo está” funciona como verso-bisagra que articula toda la sección. La temporalidad paradójica de Emma —simultaneidad del estar y no estar— establece el marco fenomenológico donde se desarrolla la reflexión sobre la memoria y la identidad.
Progresión simbólica: La sección avanza desde la presentación estática de Emma hacia su dinamización progresiva, culminando en el fragmento 77: “Emma / los advierte / se advierte / desde la ficción de su retablo esculpido sobre el manto ritual de / la naturaleza muerta”, donde se revela la dimensión metaartística del personaje.
2.3 Tercera sección: síntesis dramática experimental
La sección dedicada al “Ankoku Butō” representa el punto de máxima experimentación formal y constituye la síntesis dialéctica entre las dos figuras precedentes.
Función sintética: Emma y Jácome son transformados en “intérpretes conceptuales” —CANSANCIO/ÉTER y HERIDA/ÉTER—, abstracciones que permiten la exploración dramática de los temas desarrollados líricamente en las secciones anteriores.
Arquitectura dramática: La estructura en “escenas/cuadros sinópticos” establece una temporalidad teatral que contrasta con la temporalidad lírica precedente. Esta hibridación genérica no es decorativa sino estructuralmente necesaria para la arquitectura del conjunto.
Diálogo fundamental: El intercambio entre HERIDA y CANSANCIO en la escena sexta funciona como clímax arquitectónico de todo el poemario:
“HERIDA
Tu imaginación no es tan fuerte como para edificar un refugio
seguro
CANSANCIO
Consideras que la mentira es mi lugar
me corrijo
consideras que me escondo en el autoengaño”
Este diálogo establece la problemática central de la obra: la relación entre realidad e imaginación, entre refugio poético y autoengaño existencial.
2.4 Cuarta sección: clausura metapoética
La sección final, de extensión mínima pero función máxima, constituye la reflexión teórica sobre el propio proceso creativo desarrollado en las secciones precedentes.
Función metacrítica: “Sodio y potasio han cesado de transitar la membrana” establece una metáfora neurocientífica del agotamiento creativo que funciona como comentario irónico sobre la “Teoría del Otrora Cerebro Poético”.
Clausura circular: La reducción final a las siglas químicas “Na y K” establece un paralelismo con las “Letras K” del título de la primera sección, creando una arquitectura circular que refuerza la coherencia estructural del conjunto.
III. Progresión simbólica: de lo profético a lo metapoético
3.1 Eje simbólico central: la mirada
El título “Estos Ojos Afilados” establece el eje simbólico que articula la progresión entre secciones. La mirada evoluciona desde la visión profética de Jácome hasta la ceguera final del “otrora cerebro poético”.
Primera sección: “ojos afilados vueltos del revés” — mirada visionaria
Segunda sección: “¿Me ves?” — mirada interrogante
Tercera sección: “con los ojos cerrados se golpea contra todo” — mirada imposible
Cuarta sección: ceguera metafórica del cerebro agotado
3.2 Progresión de la temporalidad
La arquitectura temporal del poemario establece una progresión desde el tiempo profético hasta la atemporalidad final:
- Jácome: tiempo apocalíptico (“último latido de la humanidad”)
- Emma: tiempo suspendido (“sin tiempo todo este tiempo está”)
- Butō: tiempo teatral de la representación
- Teoría: tiempo agotado del “otrora”
3.3 Dialéctica presencia/ausencia
La progresión simbólica fundamental articula la tensión entre presencia y ausencia:
Jácome: presencia profética que anuncia la ausencia
Emma: ausencia presente (“sin Emma está el lugar sin tiempo”)
Butō: presencia/ausencia teatral (cuerpos “vueltos éter”)
Teoría: ausencia de la presencia creativa
- Coherencia arquitectónica y experimentación formal
4.1 Hibridación genérica funcional
La experimentación formal del poemario no responde a una voluntad vanguardista gratuita sino a necesidades arquitectónicas específicas. La hibridación entre lírica, drama y ensayo permite el desarrollo completo del proyecto poético.
4.2 Elementos unificadores
Isotopías recurrentes: hielo, éter, espejo, tiempo, nada
Estructura frástica: predominio del fragmento como unidad expresiva
Registro: mantenimiento de un registro elevado y hermético
Perspectiva: tercera persona objetivante que permite la distancia reflexiva
Conclusiones
“Estos Ojos Afilados” construye una arquitectura poética de notable coherencia interna donde cada sección cumple una función específica e insustituible en el conjunto. La estructura cuatripartita no es meramente organizativa sino conceptualmente necesaria para el desarrollo completo de la reflexión sobre la existencia, la creación y sus límites.
La progresión simbólica desde la profecía hasta la metapoética establece un arco narrativo implícito que dota al poemario de unidad orgánica sin sacrificar la autonomía de cada sección. La experimentación formal —especialmente evidente en la sección del Ankoku Butō— se justifica arquitectónicamente como necesidad expresiva, no como artificio.
La obra de Fernández de Larrinoa demuestra que la poesía contemporánea puede mantener ambición arquitectónica y profundidad conceptual sin renunciar a la experimentación formal, estableciendo un modelo de construcción poética donde forma y contenido alcanzan una síntesis orgánica de notable eficacia estética.