Hay un caserón con marcas antiguas de otros cuentos y un cerdito enorme que lo vigila en apariencia. Sin brazos y con las piernas anguladas, parece construido a la carrera. Su equilibrio viene dado por una escalera hundida en un costado. Si fluyó agua de ese punto nadie había para beber y el manantial se secó hace tiempo. En mitad de un vacío sin adornos esta marioneta hueca apenas retiene el eco de risas de tres amigos. Es un desierto real del todo abandonado. Nadie vino nunca a reclamar la autoría de la lejana historia que rehízo, a su manera, un lobo literal huido de Troya.
1 LOS TRES CERDITOS Y EL LOBO del libro ALABANZAS DE ESTO Y DE LO OTRO de JOSÉ SORIANO RECIO Compartir en X
Hay un almiar en el campo de golf, al final de la avenida, entre perros que cagan el orden de sus dueños. Vigila con disciplina un club de huérfanos, hay publicidad anónima en el tejado, que se encuentra algo alejado de la acción callejera. Lleva una rama en el hueco del cráneo y no le molesta la ocupación de las alcantarillas, tantas caras mezcladas, redondas y difusas, sino que el único signo que podría interpretar bien va girando fuera de su alcance. No deja de darle vueltas. Cuando acople la órbita del dialogo interior a la de la señal externa, todo rotará al mayor sentido. Y eso mismo me repito yo también cuando lo veo.
DIÁLOGO INTERIOR del libro ALABANZAS DE ESTO Y DE LO OTRO de JOSÉ SORIANO RECIO Compartir en X
Son dos bárbaros llegados del norte a esta república que se conectaron al presente con idéntica obsesión. Son un ave que mira un dado y uno que incendió el horizonte porque su compañero necesita tiempo. Agitando la humareda hacia las nubes se encuentra boca abajo, equilibrado en una pirueta llamativa. Vigila al ave de reojo mientras ejecuta su vibrante danza… parece obnubilado con lo que el otro lleva tatuado en las plumas:
huevo, cueva
descifraré el mundo
si hay sombras.
Colabora en un delito y fijo que quiere sacar algo en limpio. Probablemente el secreto del azar… aunque llevan así mucho tiempo… sin que nada pase… Es una partida complicada la del ave. Las hogueras son un medio de comunicación caliente y poderoso, demasiado para quién toma un huevo como inicio de su relato.
HAIKU DE LA REPÚBLICA DE LAS AVES del libro ALABANZAS DE ESTO Y DE LO OTRO de JOSÉ SORIANO RECIO Compartir en X
Una esferita de palabras que ilumina algo más allá pero no mucho y que hace a la memoria abrir la puerta algo más allá pero no mucho, se puede investigar de varios modos. Depende de la resonancia en la que va la forma. Cuando la vibración de la forma de las palabras es débil, de tropel pasando muy despacio en orden por un puente, la memoria trae una puerta de futuro lineal al camino de las palabras que encajan en la puerta como una llave. La resonancia también encaja en ese marco y lo que viene después igual, un paseo en línea por la senda revelada. Por otro lado, si manteniendo el orden de una multitud lineal el paso es fuerte, a la velocidad adecuada la resonancia hace aguacero. En el aquí del camino y el ahora de la memoria la vibración de la forma de las palabras desborda las estructuras que la contiene. La memoria no alcanza puerta alguna en el futuro contiguo y la resonancia amplía su luz hacia el río que da sentido al puente. El colapso arremolina anclas de ahora instante desorden a otras líneas narrativas. Con condición no lineal, que es la clave, que las bombillas con forma de gota de agua permiten cruzar un puente a medianoche, aunque su cálida luz no proteja bien de la tormenta. Y así entonces, cuando va la resonancia en condición de puente cruzando un puente, es fácil ver a la tercera que una esferita de palabras revela tan poco o poco más que cualquier otro cuerpo de amable geometría que la memoria no lineal traiga a cuidarnos, es el umbral no sentido el que cuida el sentido, y en el fondo da igual su forma o si es regular o no, que es fácil confundirse porque todo desorden fluye a su exacta consecuencia. Alabado sea el mar bajo la lluvia.
ALABANZA 4 del libro ALABANZAS DE ESTO Y DE LO OTRO de JOSÉ SORIANO RECIO Compartir en X


