Palabras

A modo de prólogo inexcusable

 

Me fluyen las palabras

entre los dedos de las manos,

y se transforman en versos

navegando libres y sueltos

por un océano de tinta

que inunda páginas en blanco.

 

Arden las palabras

que de mí nacen,

y se funden en tu boca

al escribirlas en un beso

que destila el sabor a miel

que exhalan tus labios.

 

Me brotan las palabras

sin que yo las llame

para recordarme que vivo,

que simplemente te amo,

que sin ti el tiempo se derrite

en un puñado de suspiros.

 

Grito palabras a los cuatro vientos

para que alguien las escuche.

Me sobran silencios

para decir lo que deseo.

Me faltan palabras

para no callar lo que siento.

 

Necesito palabras

que abracen mis penas,

que aquieten mis miedos,

que acudan al rescate

de los temores que me asaltan

cuando la vida me da la espalda.

 

Me bebo las palabras

que emanan a borbotones

del manantial invisible

que anega mi cuerpo,

de las aguas turbulentas

que empapan mis entrañas.

 

Me hacen falta palabras

para construir castillos en el aire

y sembrar la tierra de nubes

que inunden de lluvia

los corazones solitarios

que de amor andan yermos.

 

Me pierdo entre palabras

buscando una puerta de salida

a las tristezas que me ahogan,

a las heridas que me desangran,

a las pesadillas que me desvelan

en noches intempestivas.

 

Se me clavan las palabras

como dagas de fuego

que me arden por dentro,

como espigas de hielo

que me congelan el alma

cuando una pasión fenece.

Me delatan las palabras,

me suplican que confiese

los pecados que cometo

sin arrepentirme de nada,

los sueños que se desvanecen

con el clarear de la mañana.

 

Me sofocan las palabras

que no expresan lo que siento,

las que esconden mis lamentos,

las que me desdicen en secreto,

aquellas que me traicionan

al ponerlas por escrito.

 

Sin palabras no me encuentro,

solo soy una voz callada

que arde en deseos de amar,

de declararme en rebeldía,

de querer transitar por la vida

con más premura que sosiego.

 


Palabras del libro MÁS QUE PALABRAS de JOSÉ MOLINA MELGAREJO Compartir en X

 

Soñando sueños

 

Soñaba que soñé lo que sueño en mis sueños,

enredado en sueños de los que no logro huir,

atravesando mares y piélagos desiertos,

páramos anegados por aguas revueltas,

manantiales zozobrando en arenas movedizas,

caminos de ida, pero sin billete de vuelta,

senderos sin origen ni destino,

altas y escarpadas cimas que no corono.

Soñé en sueños que eran un ensueño,

en los que alzaba el vuelo hasta alcanzar el cielo,

recorría paraísos que jamás había conocido,

colmaba deseos que alguna vez había soñado,

aliviaba el dolor que me fatigaba por dentro.

 

Soñando sueños del libro MÁS QUE PALABRAS de JOSÉ MOLINA MELGAREJO Compartir en X

 

 

 

Maldita pesadilla

 

Una lluvia torrencial

cruza un cielo desnudo,

sin estrellas ni luna,

en una tarde anocheciendo.

 

No busca bocas que empapar

ni tierras baldías que desecar.

A su paso, solo enfanga

caminos, calles y aceras.

 

Un gigantesco aguacero

anega callejones y avenidas,

lugares que ya no existen

arrastrados por la corriente.

 

En una madrugada al raso,

hay vidas y enseres perdidos,

razones que no se entienden,

quejidos que no se escuchan.

 

Al despertar la mañana,

ya nada es lo que fue.

El paisaje se ha difuminado,

convertido en una maldita pesadilla.

 

A la sombra de un sol moribundo,

yacen sueños devastados,

cuerpos apresados entre escombros,

manos desenterrando recuerdos.

 

 

En cada esquina de cada calle

tiemblan ojos cegados de espanto,

laten corazones sin consuelo,

deambulan almas en duelo.

 

A la sombra de un silencio varado,

resuenan ecos de voces calladas,

llantos que no vierten lágrimas,

corazones henchidos de pena.

 

Una terrible tromba de agua

ha enlutado el cielo y la tierra,

secuestrando vidas que palpitaban

y ahora ya no palpitan.

 

No hay palabras para describir el horror.

En la levedad del aire,

solo se respira dolor,

angustia, pesadumbre, ira.

 

El tiempo se ha detenido

en un cementerio de lodo.

El pasado y el futuro no existen;

solo segundos que se hacen eternos.

 

 

A las víctimas de la DANA (Valencia, 2024)

 

 

 

 

Maldita pesadilla del libro MÁS QUE PALABRAS de JOSÉ MOLINA MELGAREJO Compartir en X

 

Llega la noche

 

Se recuesta dulcemente la tarde

entre bambalinas de estrellas

y una hermosa luna asomada a escondidas,

esperando dar algo de luz a la noche

que entre sombras se avecina.

Se desperezan los sueños,

aguardando ser soñados

antes de que se disfracen de pesadillas.

Tiritan las luces vespertinas

antes de que la noche las acalle,

antes de que la noche se descuelgue

de las entrañas del cielo

y las silencie con un soplido de brisa.

Va cayendo lentamente la tarde,

dejando allá a lo lejos

un rastro de luces ardiendo,

y resucita la noche en los brazos del ocaso

hasta teñir de negro el cielo que la cubre.

Llega la noche del libro MÁS QUE PALABRAS de JOSÉ MOLINA MELGAREJO Compartir en X

Poema ausente

 

Cuando el tiempo me apremie a irme,

me aprestaré a dejar una silla vacía

y, entre sombras, un poema ausente,

escrito con miles de versos invisibles,

para que nadie sepa qué dejo escrito,

qué he querido llevarme conmigo,

qué necesito contar que no cuento,

qué debería decir, pero no digo.

 

 

 

 

 

 

Poema ausente del libro MÁS QUE PALABRAS de JOSÉ MOLINA MELGAREJO Compartir en X
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Poesía del libro Más que palabras
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Poesía del libro Más que palabras
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Poesía del libro "Más que palabras" de José Molina Melgarejo. El escritor nos da una muestra tras publicar un libro de poesía con la editorial de poesía Ediciones Rilke.
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