Obrero de la metalurgia se considera un lector y autor tardío. “Trefilar cable, trabajar el hierro, no ha enterrado mi sensibilidad poética. Uno puede desayunar una tostada impregnada con virutas de hierro, y al mismo tiempo crear algo bello”.
Anteriormente publicó varios cuentos en la revista literaria “La Botica”, editada en la capital alavesa.
Este es un libro para disfrutar, entretenerse con su lectura y luego reflexionar, así lo hice mientras lo escribía y así me gustaría que se leyese, dejándose llevar como yo lo hice, con mucha soltura y pocos prejuicios.
Un cálido batiburrillo de poemas, pensamientos y sentimientos; una mezcolanza salida de un corazón que susurra palabras a las que ninguna barrera detiene, como una limpia brisa barre el campo.