Digresión

Se va hacia afuera;

sin esperar más, no se tiene

ni a dónde volver,

enajenado el amor,

perjuro y esquivo

que se insiste en buscar.

De cuando en cuanto,

empieza el asecho,

sin duelo, vestido o sustento;

y mientras tanto,

se oye caer a la desolación

sobre la ciudad tumultuosa.

Afuera se quedan;

ahí nada está.

Un día, de improviso

se llevan un cuerpo infectado,

tras morir a la intemperie

y sin provisiones.

Resta huir aunque nunca

todavía buscan, obligados

a acabar con el verter de lágrimas.

Sin despedida, serás piedra y ceniza

sin cofre ni despedida.

No está ahí.

Retener

Resurge nada de las cenizas,

pero modesto y redivivo Gorgias,

solía recatarse con risa espontánea,

ante la afrenta del fanfarrón,

sañudo e incólume Sócrates.

Aunque no por el escarnio,

sino al aterrarse de la parte

que le tocaba en suerte;

y al verse obligado a callar

y a limitarse a escuchar,

acotados aún los pensamientos;

rezagados, hasta tener que retirarse.

Sólo tenía que tragarse lo dicho Sócrates,

y consumirse en la pena

por hablar de más.

No se debe osar, decir de sí,

y menos verter las congojas

en escucha ajena.

Solía recatarse Gorgias

por la parte que le tocaba en suerte;

nada surge de argüir

o al demandar razones.

Disonancia

Se presentan los problemas al disentir,
en vez de obviar la política.

Está mejor atender a lo que sobrevenga,
y salir con prisa
de donde hayan más de dos personas,
que con discursos de leyes y derechos
impongan sus resoluciones.

Todavía es peor,
caer bajo la dirección de subalternos,
o la corrección de los científicos,
para los que nada existe
sin un documento púbico
que apruebe y avale.

También anticipa a la belleza,
su ser para la muerte, la mujer.

Se pierde el tiempo al ayudar
o al mantenerse discordante
entre disputas, con insistencia.

Se indignan si no puedes amar más,
tal cual quisieran.

Se pierde, por más tiempo que pase,
y te desacreditan aún más.

Trepar

Se apartan de los caminos

y dirigen los pasos hacia la colina

con la cabeza hacia el cielo,

para amar a escondidas

con la vista del mar,

sin reparar en algo más que los rodea.

Sin reparar en lo mejor o en la felicidad,

en los caminos que apartan,

se preservan lejos del hogar.

Es apenas natural,

que la madre defienda al criminal

y a los que se sirven de la democracia,

de la educación y el derecho,

para subir al poder.

Avanzar

Una vez más se contradice

el discurso fuerte de Sócrates,

y a refutar invita, después de rechazar

cualquier variación en el pensar

que se desvíe de la rectitud

del bien y la justicia.

No hay que estar a acordes;

o inconformes, con lo que se afirma,

e intentar templar el ánimo,

sin lógica alguna, con simple arte

para dictaminar mejor lo mejor.

Más luego, habrá que considerar,

lo contradictorio; no solo lo contrario,

para considerase y conseguir lo bueno

además de pensar.

Una vez más, rechazan la erudición,

y sólo se fija, de buenas a primeras,

en figuras, imágenes y formas,

lo bello, lo hermoso y la pulcritud.

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