Uno

Da igual

el lugar de origen,

ciudad o campo,

cielo o tierra.

Es igual

que sea rico o pobre,

espabilado o corto.

El sitio

de un hombre como yo

está bajo la suela de un zapato

de hombre o mujer

con el corazón apagado

y el espíritu durmiente.

He nacido

para que me hagan llorar

por dentro y por fuera.

He nacido para ser arrastrado,

para que me traicionen,

para ser mentido y engañado,

para ser tratado como lombriz.

 

 

Adaptado sobre Sandy Posey

“Born a woman”

Uno del libro POEMAS DE MEDIANOCHE de FRANCISCO MARTÍNEZ IZQUIERDO. Share on X

Nueve

Tú, madre, que viste

tus entrañas arder,

y que a lo mejor merecías

el fuego. Pero que hiciste prender

la vida con tu llama.

A lo mejor los dioses

te premian con luz,

fulgor de los rayos

del éter eterno.

Nueve del libro POEMAS DE MEDIANOCHE de FRANCISCO MARTÍNEZ IZQUIERDO. Share on X

Diez

Para Bea.

Aunque es tu rostro

bello, tierno,

como capullo de rosa,

mirada espabilada, limpia,

tu espíritu aspira

a lo noble, sublime,

corazón que sueña lo bueno.

No se sabe

en este triste

terrenal mundo

qué dioses,

hombres,

mujeres primigenias

te forjaron cuerpo,

alma.

¡Oh, Dios!

Aprehende alas

que se estrellarán con lo real.

Diez del libro POEMAS DE MEDIANOCHE de FRANCISCO MARTÍNEZ IZQUIERDO. Share on X

Catorce

Lo único

que hay que alabar

del creador

es su buena voluntad

no su error de cálculo.

Mucho sé del mundo

y cuanto sé del mundo

y he visto de él

ES NADA Y TODO.

Catorce del libro POEMAS DE MEDIANOCHE de FRANCISCO MARTÍNEZ IZQUIERDO. Share on X

Diecisiete

Lo primero que hice al nacer,

para lo que fui creado

y pensé iba a ser ineludible,

fue creer en que iba a sufrir,

y que me querría ir pronto

de la vida y del mundo.

Y así es como sucedió.

Se agregó mucho polvo

a mis espaldas,

losas enteras de cemento

de piedras gigantes,

que de forma asombrosa

se iban acumulando

en venas y huesos.

Y así sobrevino un día

la locura; se estacionó

en mi vida,

al final de todo

me quise marchar para siempre.

El destino caprichoso

misericordioso, cruel o sabio

evitó el final,

donde mi espalda ya molida

habría reposado en el universo

de la NADA.

Diecisiete del libro POEMAS DE MEDIANOCHE de FRANCISCO MARTÍNEZ IZQUIERDO. Share on X