HERMANO
Ya no estás conmigo.
Te fuiste de repente.
Hermano tan querido.
¡Cuánto ruego por verte!
¿Por qué siendo tan joven
debiste embriagarte
con aquella nefasta
obra de la muerte?
Ya no estás junto a mí.
Ya no hablas ni ríes.
Ya no citas a Shakespeare
ni a Tolstoi, ni a Eden.
Tu vida se ha perdido
vana, inútilmente;
sin dejarnos un hijo,
ni un árbol, ni un libro.
Sí dejaste tu sombra
que suaviza mi frente
del ardor de las horas
en que lloro tu muerte.
Tu cuerpo tan gallardo,
yace ahí para siempre.
¡Quién lo hubiera pensado,
después de conocerte!
¡Cómo amabas la vida,
el confort, los amigos,
las mujeres hermosas
y la música selecta!
¡Qué bello era tu cuerpo!
¡Qué profunda tu mente!
Hermano, mío, querido,
¡qué daría por verte!
Dime dónde te encuentras.
¿Inmerso en felicidad?
¿Estás muy triste? ¿Lloras?
¿Has conquistado la paz?
Solo quiero saber
si tu alma aún existe;
si es verdad todo aquello
en lo que tú creíste.
Si después de la muerte
alcanzaste el perdón;
si en el cielo estás vivo
y eres resurrección.
No quiero que te asombres
por mis dudas profundas.
Sé que tú me comprendes,
porque sé que me amas.
HERMANO del libro NOSTALGIAS LÍRICAS de EDITH CHAHÍN Share on X
CANCIÓN DE CUNA
Perdona, mi niño,
no puedes jugar.
Atado en la cama
tendrás que aguantar.
¿Quién tiene la culpa
de que exista el mal,
y de que ya a tus años,
tengas que enfermar?
Si fuéramos buenos,
si fuéramos puros,
ya no existirían
dolores tan duros.
Si todos hiciéramos
un esfuerzo común,
nadie sufriría
como sufres tú.
Si en vez de hacer el mal
hiciéramos el bien,
si en lugar de odiar
supiéramos querer.
Sembraríamos paz,
sembraríamos belleza.
Ningún niño sufriría
esclavitud como esa.
Nuestra herencia es terrible,
penosa y mezquina.
De nosotros heredas
solo duras espinas.
Perdona, mi niño,
este mundo vacío
que te van dejando
los que ya se han ido.
CANCIÓN DE CUNA del libro NOSTALGIAS LÍRICAS de EDITH CHAHÍN Share on X
QUISIERA (I)
Quisiera que mis manos
abarcaran todo el mundo,
desde el norte hasta el sur,
desde oriente a poniente
hasta el infinito.
Quisiera con mis manos
acariciar al triste,
castigar al tirano,
y dar a cada uno
lo que más necesite.
Quisiera por mis manos
poder transformar el mundo;
hacer de la guerra paz,
y convertir en hermanos
al rico y al vagabundo.
Quisiera para mis manos
el calor de la amistad,
la alegría del aplauso,
y ese placer infinito
de dar, dar, dar…
Quisiera… mis manos…
un día poder enlazar
y una ronda inmensa
en el mundo,
con todos los hombres,
formar.
QUISIERA (I) del libro NOSTALGIAS LÍRICAS de EDITH CHAHÍN Share on X
TESTAMENTO
Nací. Crecí.
Llegué a la mayor edad.
Durante mis días
hice y dejé de hacer muchas cosas.
Unas las he olvidado;
cargo con las otras
como una obsesión.
Si pudiera
nacer nuevamente,
las haría todas
cuidadosamente.
Es doloroso sentir
tras el paso de los años,
tantos momentos vacíos,
tantos días resbalados,
tantos deseos dormidos.
Deseo que mi experiencia
nadie la vuelva a sentir.
Los vacíos de mi vida
y todas sus ilusiones;
los deseos de mi alma
y todas sus frustraciones
aparecen de repente
cuando se acerca el final.
Testigos son de una vida.
Testamento insustancial.
TESTAMENTO del libro NOSTALGIAS LÍRICAS de EDITH CHAHÍN Share on X