Carlos Jover (Palma, 1959), crítico y comisario de arte, y ex-editor (fundó la editorial Calima), ha publicado El espíritu de cristal (novela, 2010), Sangre a versos (poesía, 2011), Durmiendo en Gotham (libro de relatos, 2012), Bajo las sábanas (novela breve, 2014), MV (colección de ensayos breves en torno a la obra del artista Marcelo Viquez, 2016), Miquel Salom, un viaje más allá del tiempo (reflexión biográfica en torno a este artista fotógrafo, 2020) y Viento de cola (poesía, 2021).
Elegía por un mundo que desaparece tras la irrupción de la Singularidad, que se lleva por delante al hombre y al viejo concepto de tiempo, y con ellos también a la Historia. El aviso de que ese extraño ciclo del eterno retorno estaba a las puertas había sido tenazmente emitido durante siglos, aunque nadie había imaginado que ello significase el fin de toda voluntad, y la definitiva identificación de la esclavitud con la anacrónica posibilidad de libertad individual. Elegía también por la literatura y el arte, por la poesía, cuya traza será marcada tras la pandemia por medio de inteligentes y ciegos algoritmos. Pero también la tristeza es un sentimiento caduco…
El título de este libro, “Incursiones en territorio hostil”, hace referencia a una determinada disposición para la escritura, la que se inserta en la tradición bélica de la guerra de guerrillas, que se materializa en el ataque veloz para asestar un golpe por sorpresa y desaparecer después en la emboscadura. Ese tipo de estrategia de debilitamiento del enemigo, que incluye todo tipo de sabotajes, saqueos vertiginosos, agresiones por la espalda, devastación puntual de los suministros y de las comunicaciones del adversario, tiene su raíz en el reconocimiento de la inferioridad de quien lo realiza respecto al enorme ejército con el que tiene que enfrentarse, y que se aventura vencedor en una contienda abierta.
Eso mismo es lo que ocurre cuando un escritor se planta ante la página en blanco sin más hatillo que su ambición. El ejército de la noche que aguarda tras la nieve de la página en blanco es casi infinito. Luchar contra él a cielo abierto es una de las formas más crueles de suicidio para un escritor que se plantee el combate sin mediación de un guion previo, de una escalilla o de un conjunto elaborado de recetas para cocinar prosa.
Porque el verdadero territorio hostil para un escritor es la página en blanco, si se enfrenta a ella sin planteamiento previo. Ese es el reto de este libro que contiene cincuenta incursiones.