Poesía del libro CAMPOS DE FLORES Y MINAS de ANDREA ROLLÁN FERNÁNDEZ. El escritor nos da una muestra tras publicar un libro.
Poesía del libro CAMPOS DE FLORES Y MINAS de ANDREA ROLLÁN FERNÁNDEZ El poeta nos da una muestra tras publicar un libro.
Poesía del libro CAMPOS DE FLORES Y MINAS de ANDREA ROLLÁN FERNÁNDEZ El autor nos da una muestra tras publicar un libro.
Poesía del libro CAMPOS DE FLORES Y MINAS de ANDREA ROLLÁN FERNÁNDEZ El autor nos da una muestra tras publicar un libro.
Poesía del libro CAMPOS DE FLORES Y MINAS de ANDREA ROLLÁN FERNÁNDEZ El autor nos da una muestra tras publicar un libro.
Nada que no sea esto
Que no sea cómo queramos tenernos,
sino que tenernos, sea lo que queramos.
Que no importa la forma,
el tiempo,
ni el espacio,
ni la cantidad de palabras que utilicemos
como metáfora de obstáculos, en lugar de puntos a favor.
Que han dejado de importar los baches
en el momento en que hemos empezado a ser conscientes
de que se nos han quedado todos pequeños,
que ya no nos valen.
Y que el único tiempo relevante es el que nos quitamos por dárnoslo,
por darte millones de fracciones de tiempo que sé que no recuperaré,
pero que, desde luego, no habré perdido.
Por haber jugado para ganar,
a sabiendas de que ganar sólo,
no era tan satisfactorio.
Por haber jugado conmigo
y contra mí,
siendo del mismo bando.
Por saber darme en la espinilla
y también encontrarme las cosquillas,
acariciarme la fibra sensible,
buscarme los puntos débiles,
encontrarlos
y hacerlos más fuertes, a base de hurgar en ellos.
Mira, quizá esto no es lo que quiero,
pero es que no quiero nada que no sea esto.
Porque quizá no sea lo que queramos,
sino lo que tenemos,
que es lo que necesitamos.
Nada que no sea esto del libro CAMPOS DE FLORES Y MINAS de ANDREA ROLLÁN FERNÁNDEZ Share on X
Como el sol
Era como el sol,
brillaba con luz propia y sin necesidad de apagar a nadie.
Su sonrisa, era capaz de abarcar toda una galaxia
y llenarla de vida.
No era una estrella cualquiera,
de esas que podrías pasarte la noche entera contemplando;
tenía tanto poder, que, si mirabas fijamente a sus ojos
corrías el riesgo
de quedarte
totalmente ciego.
Era como el sol,
ausente cada noche que yo necesitaba su luz.
Contaba las horas para que volviera a salir al día siguiente.
Nunca estaba del todo aquí,
pero sabía a ciencia cierta, que nunca se terminaría de marchar.
Era como el sol,
un astro de otras dimensiones
tan necesario para vivir,
que el resto de las estrellas, brillaban muertas (de envidia).
Nadie podría proporcionarme el calor que me dio incluso estando a kilómetros luz.
Yo era consciente de que en su ausencia
moriría congelada,
pero sabía también, que jamás podría acercarme lo suficiente
como para que mis manos tocasen las suyas
y no arder en el intento.
Como el sol del libro CAMPOS DE FLORES Y MINAS de ANDREA ROLLÁN FERNÁNDEZ Share on X
Te quiero. Eso es todo
Te quiero. Eso es todo.
Es tan simple como suena y tan complicado como queramos que sea.
Porque todos hemos querido, y todos hemos tenido algo “complicado”. Algo difícil de explicar y aún más difícil de entender. Quizá algo que siempre hubo, pero nunca fue, quizá algo que sí llegó a ser pero sin llegar a serlo del todo, o que, simplemente, fue pero mal, y hubiéramos deseado que fuera de otra forma.
Es simple decir te quiero. Son dos palabras que cualquiera tiene la capacidad de pronunciar.
Lo difícil es armarse de valor para hacerlo, para hacerlo bien. Pronunciar esas palabras en el momento adecuado y recitárselas a la persona correcta es algo más complicado.
Por eso a veces cuesta menos vivir con un nudo en la garganta que armarse de valor y pronunciar esas palabras.
Sin embargo, yo a ti te quiero. Y si no he sido capaz de decírtelo es porque aún sigo buscando cualquier otra expresión más acorde a lo nuestro.
Porque tú eres diferente, y yo no soy de complicarme la vida con cualquiera.
Te quiero. Eso es todo del libro CAMPOS DE FLORES Y MINAS de ANDREA ROLLÁN FERNÁNDEZ Share on X
No sé si llamarlo amor o ponerle tu nombre
No es una elección, es un sentimiento.
Y los sentimientos no se escogen, son ellos quienes te eligen a ti, y, una vez lo hacen, ya puedes pretender cambiarlo, que será él quien te cambie a ti.
Ya puedes pretender huir, que te encontrará allá a donde vayas, se apoderará de ti y hará temblar todo tu mundo, ese que tú ya creías completo y estable antes de que llegase.
El amor no es pertenencia, es convivencia,
guerra de un solo bando,
nunca enemigo y siempre aliado,
es el cielo al que te catapultan de golpe
sin dejar de ser el infierno en que posteriormente morir estrellado.
Es un pedacito de eternidad que cabe en un instante
desmaquillar lo superficial
quitarle capas de ropa a los miedos
convertir en agosto cualquier invierno.
Es compartir incluso los silencios y sentirte a gusto en cada uno de ellos.
Es fugaz y es eterno
incluso cuando se acaba, sigue siempre existiendo
sigue quedando algo dentro.
Es desearle lo mejor incluso cuando lo mejor haya dejado de ser contigo
y no saber si ardes de felicidad o de rabia cuando lo consiga.
No sé si llamarlo amor o ponerle tu nombre del libro CAMPOS DE FLORES Y MINAS de ANDREA ROLLÁN FERNÁNDEZ Share on X