Alberto Martín Méndez: La ecuación perfecta entre ciencia y poesía

Hay vidas que parecen escritas con la precisión de una fórmula matemática y la sensibilidad de un verso. La de Alberto Martín Méndez es una de ellas: una trayectoria donde los números y las palabras han danzado juntos durante décadas, hasta encontrar en la madurez su expresión más auténtica.

Nacido en Pontevedra en 1963, Martín Méndez construyó su primera identidad profesional en las aulas de la Universidad de Santiago de Compostela, donde se licenció y doctoró en Matemáticas. Pero ya en 1988, cuando apenas rozaba los veinticinco años, su alma poética se manifestó con fuerza: obtuvo un accésit del prestigioso premio Adonáis con Biografía de un traficante de no sé, publicado por Ediciones Rialp. Era la primera señal de que en este joven matemático habitaba un poeta de raza.

Sin embargo, como tantos creadores que deben elegir entre la vocación y la supervivencia, Martín Méndez optó por el camino más seguro. Durante más de tres décadas se dedicó a su labor como docente e investigador, llegando a ser profesor del Departamento de Matemática Aplicada II de la Universidad de Vigo. Pero la poesía, como esas constantes matemáticas que nunca desaparecen de una ecuación, siguió latiendo en él.

“El paso, raudo e implacable, del tiempo me ha hecho ver las cosas desde un prisma distinto y ha hecho revivir en mí el deseo de colocar la poesía de nuevo en un lugar principal”. Con estas palabras, el propio autor explica su retorno a la escritura, un regreso que no es nostalgia sino plenitud.

En 2024, Ediciones Rilke publica El arco iris de más de ocho colores, su primer poemario en décadas. La acogida fue inmediata: los lectores reconocieron en aquellos versos una voz madura, sin artificios, capaz de abordar los grandes temas —la muerte, el amor, el tiempo— desde una perspectiva tan íntima como universal.

Lo que distingue inmediatamente a Martín Méndez en el panorama poético actual es su estilo inconfundible: prescinde de las mayúsculas y reduce la puntuación al mínimo imprescindible. Pero lejos de ser un capricho formal, esta elección responde a una búsqueda profunda de autenticidad. Como él mismo escribe: “es el charco y no el espejo / el que me devuelve fielmente lo que soy”.

Sus poemas son susurros que se convierten en gritos, confidencias que alcanzan dimensión universal. En La verdadera dimensión del cielo (2025), su segundo poemario reciente, Martín Méndez despliega una arquitectura emocional que va de lo más íntimo —”madre, / toma, madre, / guarda en ese cajón estos poemas”— hasta la reflexión social más aguda sobre nuestro tiempo tecnologizado.

ALBERTO MARTÍN MÉNDEZ. Escritor, poeta. Compartir en X